🔥26. Papa a vuelto🔥

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P.O.V. Joaquin

Fueron los tres días más intensos de mi vida. No era capaz de ni andar después de pasarnos el fin de semana en la cama.

- Emilio, me vas a matar como lo hagamos otra vez, mi trasero está pidiendo auxilio para que le des un descanso. - supliqué agotado.

- Pobrecito mío... -dijo posicionando un beso en mi nalga derecha - He de decir que has aguantado como un campeón todo este tiempo. Seguro que no se puede una vez más...

- Aléjate de él con las manos en alto Sr. Osorio. - bromeé distanciando mi trasero de él. - además hoy hay que ir a trabajar y creo que vas a tener que cargar conmigo porque no voy a ser capaz ni de andar.

- Bueno, pero ha merecido la pena, tendríamos que haber hecho esto mucho antes - dijo Emilio levantándose de la cama y poniéndose la ropa interior.

- La verdad que sí...

Habernos dicho todo lo que pensábamos en esa pelea fue lo mejor que nos podía haber pasado. Ahora ambos sabíamos lo que sentía el otro y no había porque ocultarlo más.

Llegamos a la oficina agarrados de la mano como esas parejas empalagosas de la televisión, pero como la prensa pensaba que llevábamos casi un mes saliendo no había porque aparentar lo contrario. Todo era perfecto. No había nada que podría destruir este momento.

- Emilio - bueno, hasta que cruzamos la puerta del despacho de Emilio y nos encontramos con...

- ¿Papá? ¡Has vuelto! - dijo Emilio sorprendido al verle apoyado en la mesa de su despacho con el vicepresidente al lado.

- Si, hijo, y creo que tienes algunas explicaciones que darme ¿no lo crees? - insinuó el Sr. Osorio al vernos agarrados de la mano.

- Bueno, creo que tienen muchas cosas de las que hablar, los dejare solo... - dije intentando dar media vuelta y volver por donde había venido.

- Eh, eh, eh, ¿A dónde se cree que va usted, Sr. Bondoni? Usted tiene tantas explicaciones que darme como mi hijo. Por favor, cierra la puerta y sentaos. - maldita sea.

- Sí señor. - obedecí.

Una vez nos sentamos Emilio y yo en las sillas de delante de la del Sr. Osorio, empezó el interrogatorio.

- Bueno, hijo, ¿Por qué de entre todos mis empleados has tenido que empezar a acostarte con el más futuro tenía en esta empresa?- dijo mientras cruzaba las piernas y entrelazaba los dedos se sus manos. Yo tragué saliva con fuerza. Esto no iba a acabar bien.

- Papa, ya sabes que el amor llega cuando menos te lo esperas y con quien menos te los esperas- respondió Emilio poniéndose cómodo en su silla.

- Y habéis convertido vuestro amor en un espectáculo para toda la prensa. ¿Es que no te enseñé que era la discreción Emilio?

- Sí, papá, pero todo esto empezó antes de que empezáramos a salir juntos, fue cuando le llamé... - el Sr. Osorio le interrumpió.

- Sí, sí, sí, ya me se la historia del Osito y todo eso - dijo lanzando una mirada a mí, a quien le empezaron a sudar las manos - En fin, por lo menos con vuestros amoríos habéis conseguido que los beneficios crezcan notablemente, así que voy a aceptarlo.

- Gracias, papa.

- Y por lo demás veo que te las has apañado bien al administrar la empresa - dijo ojeando unos cuantos documentos que tenía preparados en la mesa. -. Veo que de tal palo tal astilla. Estoy orgulloso.

- Y entonces ahora que has vuelto... ¿Qué va a pasar conmigo? - preguntó preocupado Emilio.

- Esas es una de las razones por la que quería hablar contigo. Me mudo a Japón durante un periodo de entre uno a tres años, y quiero que sigas aquí - los dos le miramos sorprendido por lo que había dicho - Sr. Bondoni , esconda esa sonrisa que acaba de poner - se me escapó sin querer -.

- Pero, ¿por qué te mudas? - preguntó curioso y emocionado Emilio.

- Durante este último mes hemos estado negociando en Tokyo el poder abrir tiendas allí, pero los jefes e inversores en Japón funcionan de otro modo, y quieren que el jefe, yo, este allí con ellos por no sé qué razón tradicional.

- Pero eso es fantástico, padre.

- Y esto nos lleva al siguiente punto. Emilio, quiero que te quedes tú al cargo de la empresa en el occidente mientras yo este fuera expandiendo el negocio. Y Sr. Bondoni, quiero que usted sea el vicepresidente.

Mis ojos se abrieron aún más ¡¿De verdad iba a conseguir por fin el puesto de vicepresidente?! - Muchas gracias señor, no le defraudaré.

- Tienes suerte de que mi hijo te haya cazado antes, sino te hubiera llevado a Japón conmigo.

- No lo hubiera permitido papá. - dijo apoyando si mano en mi muslo haciendo que me sonrojara levemente.

- Lo sé... Aun así quiero que esta empresa vuelva a ser seria y respetable, así que conseguid que la prensa hablé más de nuestros logros que de vuestros líos amorosos.

- No se preocupe Sr. Osorio, me ocuparé personalmente - le prometí.


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AAAAAAAH QUE ESTO SE ACABAAAAA

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Nos vemos en el epilogo.................

Nos vemos en el epilogo

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BYE LOS ROMA ....

El hijo de mi Jefe [✔] © # [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora