Capitulo 32

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Después de que Ted encontrara el cadaver de Hitler se retiró a las oficinas del FBI, donde habla con Mark Sattermemory

-Has servido bien por causa de la justicia, Ted, disculpa las desavenencias y si te hemos causado molestias, por favor perdónanos, ¿todo bien con tu hermano?- dijo Mark

-Si Mark, todo bien, ¿dejaron el cuerpo en un lugar seguro?- preguntó Ted

-Así es Ted, espero que la paga que te hemos dado te satisfaga- respondió Mark

-La paga está muy bien Mark... pero hay algo que me preocupa...- 

-¿pasa algo?-

-¿y todavía lo preguntas? Berlín, Villa Baviera, hasta en nuestro propio gobierno de Estados Unidos hay neonazis... ¡debemos hacer algo para detenerlos!- 

-Escucha Ted, ya nos encargaremos de eso... no tienes de que preocuparte- dijo Mark de forma muy prepotente 

-¡Pero Mark! ¿Qué estás diciendo? A dondequiera que fui encontré neonazis sumamente organizados ¿no los piensan detener?-

-¡Escucha Ted! Ya hiciste tu trabajo, ya encontraste al cadáver de Hitler, te lo agradecemos mucho y hasta te hemos pagado una enormidad por ello, ya está, ahora déjanos a nosotros hacer nuestro trabajo en paz-

-...De modo que no les importa que las fuerzas del mal reaparezcan...- dijo Theodore

-Trataremos eso en su debido momento... es todo- dijo Mark, quien se retira a una oficina y cierra la puerta. Theodore queda sumamente decepcionado, claro, ha encontrado uno de los mayores misterios de la historia, ha encontrado el cadáver de Hitler, pero siente gran desconfianza de su propio gobierno, que está dispuesto a dejar que los neonazis sigan floreciendo en el mundo, su rostro refleja la decepción y enojo, de modo que se retira indignado, decidido a hacer justicia por su propia mano. Rato más tarde Ted y Thomas caminan por las calles de un barrio residencial de Nueva York, ambos hermanos están conversando.

-Ted, sé que quizás no te sientes muy bien para hacerlo... pero creo que es el momento indicado- dijo Thomas

-No lo sé, hermano, ¿y si me rechaza?- dijo Theodore

-Pues sea cual sea su respuesta quedarás seguro y podrás continuar con tu vida y ella con la suya- respondió Tom

-Tienes razón- dijo Theodore, mientras Thomas se aleja Ted queda solo frente la puerta de una casa, toca el timbre de la casa, la cual tiene una placa que reza el siguiente enunciado: "Residencia Al-Ali". Ted espera un rato y de pronto abre Khalid - Ho-Hola Khalid...-

-Hola Teddy, ¿en qué te ayudo?- dijo Khalid

-¿Está... Atusa?- preguntó Ted, tartamudeando 

-Me temo que no, hijo, salió con sus amigas al cine... ¿quieres que le deje un recado?- respondió Khalid, Theodore suspiró triste

-No... solo dile que... vine a verla... es todo- respondió Ted, quien se empezó a alejar de la casa de Khalid

-Se lo diré...- respondió Khalid, quien se queda viendo como Ted se aleja hasta que desaparece de la calle. De pronto aparece Atusa bajando de la escalera

-¿Quién era papá?- preguntó Atusa

-Era Ted...-

-¿Ted? ... ¿y dónde está?- solicitó saber Atusa

-Se fue, le dije que no estabas...- 

-¡¿por qué lo hiciste?!-

-¡No me hables en ese tono jovencita! Lo hago por el bien de los dos, a ambos los quiero, pero aún no es momento de que hablen-

-Pero eso no tienes por qué decidirlo tú!- respondió Atusa, quien comienza a llorar y sube a su cuarto. Atusa miró por la ventana para buscar a Ted a lo lejos, para siquiera volver a ver su rostro alguna vez, pero no pudo encontrarlo entre la multitud... Entonces, sacó de su velador una foto de Theodore y la observó silenciosa... habiendo perdido las esperanzas, cayó rendida sobre la alfombra y rompió a llorar.

Mientras tanto en las oficinas de la CIA, el agente Booz llama al agente Sattermemory del FBI

-¡Agente Satermemory! ¡Venga de inmediato!- exclamó Booz

-¿Qué sucede agente Booz?- respondió Mark

-¿Dónde dejaron el cuerpo de Hitler?- 

-Pues en la bóveda número 939, ¿Por qué lo pregunta?-

-¡Porque la bóveda está vacía!-

-¡¿QUE?- gritó Mark. Los agentes se dirigen a la bóveda 939, la abren y de hecho está vacía, no está el cuerpo de Hitler ahí, al ver esto Mark empieza a gritar desesperado - ¡Oigan! ¡el cuerpo de Hitler! ¡Ha desaparecido! ¡Ha desaparecido! ¡Ha desaparecido! ¡Debemos buscarlo! ¡Ha desaparecido!.

Mas adelante, Ted lleva una bolsa tamaño humano a una bóveda hermética de frío, echa el cuerpo dentro de la bóveda y descubre su rostro, mostrando que era Hitler, Ted, de alguna manera le arrebató el cadáver al FBI y la CIA, entonces Ted empieza a hablarle al cadáver.

-Aunque fuiste el peor dictador de la historia, y te llevaste a la tumba a millones de personas... esos idiotas corruptos no merecen tenerte, eres uno de los mayores misterios de la humanidad, te quedarás aquí, nadie te encontrará, porque me aseguraré de que nadie sepa dónde estás- prometió Ted, luego se levanta y sale de la bóveda, deja cerrada la puerta con una llave especial, cuando por fin se asegura de que la puerta esté bien cerrada entonces toma la llave y la parte en pedacitos con un martillo con filo, hasta pulverizarla, hecho esto se retira, y ahí deja el cadáver de Hitler, en una bóveda aún más secreta en un lugar aún más recóndito, en una cámara en algún lugar en la mitad de la nada, además se asegura de que dentro de la bóveda haya quedado el traje de la SS que compró, como una forma de desprenderse totalmente de la historia del mayor terror que la humanidad ha conocido hasta entonces. 

Ha Desaparecido: en busca del cadaver del FührerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora