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Camino por las pobladas calles con la skate en la mano y la mochila colgando en mi espalda rumbo al parque mirando detalladamente el vecindario. No me he tomado el tiempo necesario para apreciarlo.

Niños corriendo de un lado a otro disfrutando del hermoso día. Las madres platicando entre si viendo a sus hijos divertirse. El clima es perfecto.

Doblo a la izquierda para encontrarme con el vecindario que comparten Matt y Harry.

Localizo su casa, pintada de un color crema opaco, el césped algo seco y con hojas amontonadas. Las ventanas cerradas y tapadas con cortinas no se pueden oír ni ver nada.

Sin fijarme de que un rizado se acerca sin fijarse, me estrello contra él. Siento su cuerpo golpearse contra el mío de una forma casi violenta.

Agradezco a mis buenos reflejos, tiro la skate y atrapo a Harry tomándolo de los brazos antes de que caiga sobre su trasero en la acera. Él agarra mi playera entre sus puños como acto reflejo. Me alejo un poco para que se estabilice.

Siento mi respiración acelerada por la cercanía de Harry. Trago saliva intentando no parecer nervioso, no quiero que me descubra. Aún no es el momento.

– ¿Estás bien? –pregunto aun agarrando su antebrazo.

–Sí, no te preocupes. Estoy bien –dice levantando la mirada viéndome a los ojos.

No sé cuánto tiempo nos quedamos así pero creo que es una eternidad. Recorro cada parte de su iris descubriendo su color verdadero. Es de un verde precioso difuminándose entre colores más claros. Sus pestañas castañas y rizadas se mueven cada que parpadean llamando mi atención.

Estoy a punto de suspirar pero me controlo y aparto la mirada.

–No quería golpearte, lo lamento. Fue un accidente –digo recogiendo su mochila. La sacudo del polvo y se la entrego. – ¿Vas a la pista? –pregunto.

–Sí, voy a entrenar, ¿te sirvieron las clases? –pregunta refiriéndose a ayer.

Rasco mi nuca suspirando de emoción. Efectivamente ayer fue uno de mis mejores días.

–Demasiado, uhm, Harry… me gustaría agradecerte por las clases. Quiero invitarte a comer ¿te gustaría? –pregunto con nervios. Llevo mis manos a mi espalda cruzando los dedos rogándole al cielo para que acepte.

–No creo poder –inconscientemente hago un puchero. –Bueno, podría ahorita si tienes tiempo –contesta mirando hacia su casa.

Asentí rápidamente levantando nuestras skates. Me subí a la mía y le di indicaciones para que me siguiera. Conozco un lugar que sé que le encantará.

 

La pequeña campana que yace encima de la puerta suena cuando paso debajo de ella. Camino a paso rápido hasta la caja donde Alice ahora trabaja ocupando ese puesto.

–Hey Tommo que gusto verte –me saluda sonriente.

–Lo mismo digo Al. Quiero ordenar una pizza mediana con todos los ingredientes –hago el pedido. La rubia rápidamente anota todo en la computadora, pago lo debido y me entrega mi recibo.

Espero pacientemente la pizza mientras miro atreves de la ventana a Harry esperando por mi recargado en un árbol cuidando de mi skate. El viento hace de las suyas revoloteando sus rizos que se mueven en ondas.

El suéter que suele usar ahora arremangado de los brazos con sus jeans rotos y viejos converse ya forman parte de mi vida. No verlos diario en Harry sería extraño.

Su pose tranquila admirando cada detalle del lugar me llama la atención.

Disfruto de su imagen hasta que Alice atrae mi atención entregándome mi pedido. Le agradezco y salgo del local para encontrarme con Harry quien me sonríe ilusionado admirando la caja cuadrada de mis manos. Cruzamos la calle llegando hasta el otro lado donde un parque infantil está situado.

Nos sentamos en unos columpios lo más alejados de los gritos de los pequeños.

–No sé cuál es tu ingrediente favorito así que traje de todos –digo abriendo la caja.

El rostro de Harry se ilumina mirando ilusionado la pizza. Aspira el aroma.

Le ofrezco la caja y dudoso toma una rebanada. Se la lleva a la boca dándole una gran mordida. Diversos sonidos de placer se escapan de sus labios. Sonrió orgulloso de mi mismo por hacerlo pasar este momento.

 

– ¿Cuál es tu color favorito? –pregunto rompiendo el silencio. Trago el pedazo de pizza esperando su respuesta.

–Azul, ¿y el tuyo? –responde tomando un trago de su refresco.

–Verde.

 

La caja de pizza ahora vacía en una esquina mientras reposamos en los columpios en silencio. Mis pensamientos llenando mi cabeza con miles de ideas para decirle la verdad y confesarme. Todos los escenarios en mi mente son perfectos.

–Muchas gracias Louis. Hace tiempo que no comía así y fue genial. Fue muy amable de tu parte –agradeció mirándome a los ojos. Me derretí por dentro. Quite la mirada para poder concentrarme y hablar.

–No hay nada que agradecer Harry, además tú me ayudaste ayer. Te lo debía.

La luz del sol cada vez más tenue, poco a poco escondiéndose por el horizonte. Sin darme cuenta el tiempo avanzó muy rápido.

– ¿Te gustaría seguir entrenando conmigo y ser parte de mi equipo para el concurso? –preguntó.

Me mordí la lengua de emoción. ¡Harry Styles quiere que este en su equipo!

En cualquier momento me pondría a gritar muchos agradecimientos, revelarle la identidad de “T” o desmayarme. Optaba por la última.

– ¿Estás hablando enserio? Tyler es muy bueno, él debe de formar parte –respondí sacudiendo mi cabello. Harry giró su cuerpo hacia mí.

–Louis tienes potencial y quiero que estés en mi equipo. Así que tienes dos segundos para decidir…uno...-

–Si quiero –respondo interrumpiendo su conteo.

Sonrió como maniático mostrando mis dientes. Harry me sonríe de vuelta.

No creo aguantar mucho tiempo.

Después de acompañar a Harry hasta su casa me regreso hasta la pista en busca de Matt que se ríe a carcajadas tomándose un refresco. Por extraño que parezca puede hacer las dos cosas sin ahogarse.

Rápidamente escribo la nota para que se la entregue esta noche.

–No la leas –susurro en su oído cuando le coloque la nota en la mochila. Y sin más me di la media vuelta sintiéndome feliz por lo del día de hoy.

 

“Sábado, 21 de febrero del 2015.

Hey, Harry!

Hoy no has venido y te extrañé.

Quise verte entrenar pero quizás tuviste cosas más importantes que hacer. Te comprendo.

Quiero contarte que mi vida está increíble. Hoy definitivamente fue mi día.

Me siento tan feliz, emocionado, dichoso, contento, enamorado. De todo.

Suspiro la mayor parte del día y eso es increíble.

Espero que mañana vengas porque ya quiero verte. Por cierto te mande la nota con Matt.

CON MUCHÍSIMO CARIÑO.

T. x”

Hey, Harry. larry stylinson |auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora