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Domingo, 5 de abril del 2015.

Hey, Harry.

Todo comenzó malditamente mal. Yo lo presentí.

Cuando estábamos recostados en esa cómoda cama y la señora Morgan gritó tu nombre con una voz neutral y no cantarina como suele hacerlo, me preocupé.

Bajamos tomados de la mano. Caminé detrás de ti siguiendo tus pasos hasta que te detuviste en medio del pasillo, petrificado. Tu agarre se intensifico.

Una mujer sentada en la sala con una sonrisa te miraba a la cara. Sinceramente ella es hermosa: tienes tus ojos verdes y tu sonrisa.

“Cariño, tanto tiempo” dijo con la voz cantarina. Palmeó el sillón para que te sentaras, pero no te moviste de tu sitio.

“¿Qué haces aquí?” preguntaste después de unos minutos.

“Vine por ti. Con Rubén hemos estado agregando unos detalles a nuestra casa para que te mudes con nosotros” las palabras salían de la boca de tu madre con una rapidez que no logré pensar con claridad.

“¿De qué mierda estás hablando? No sé si sabias pero hace un tiempo estuve a punto de morir y tú no apareciste por el maldito hospital y ahora vienes como si nada. Estas loca” apreté nuestras manos unidas para darte confianza. “Lo que más me da risa es que piensas que me voy a ir contigo y tu patético novio, dime, ¿es el chico aquel con el que te acostaste engañando a papá?”

“Harry no me hables así y mucho menos hables de Rubén de esa manera. Respétame que soy tu madre”

“Tu respétame a mí que soy tu hijo. Aunque pensándolo bien ni te acordabas de mí, por lo que me contó la Sra. Morgan cuando estaba en el hospital y te llamó sólo le dijiste que saldría de -eso- y que no te necesitaba en el hospital. Lamento que papá se haya transformado por alguien como tú. No vales la pena.”

“¡No te atrevas a hablar de mi así, Harry!” mencionó con la ira en su mirada poniendo se dé pie. Se acercó hasta ti quedando frente a frente. Levanto la palma de su mano y entonces reaccioné. Te solté y la detuve en el aire.

“Nunca, escúcheme bien. Nunca intenté lastimarlo delante de mí porque no lo permitiré” dije mirándola a los ojos. Le mostré toda la furia que tenía acumulada. La solté y retrocedió un paso.

“Vaya, tu novio daría todo por ti. Así era tu padre” dijo dándose la vuelta para volverse a sentar. “Verás hijo, cuando hay -amor-, o muchas demostraciones al principio de la relación al final se acaba. Dejé a tu padre porque me hartó la rutina. Rubén en cambió es lo que necesito, me da vitalidad. A los dos nos gustaría que te mudaras con nosotros, comenzar una vida nueva lejos del golpeador de tu padre”

“¡Nunca en tu vida te vuelvas a expresar así de papá! Cuando estaban juntos no te hizo nada, si bien me golpeó sería mi problema si lo llamo así o no. No quiero que te metas con él, mucho daño le has hecho ya. Y no me voy a mudar contigo y jugar a la familia feliz, ¿quieres que nos llevemos como hermanos?, digo casi tengo su edad así nos crías a los dos como tus hijos.”

“No vuelvas a decir eso más, no estoy vieja. Yo aún soy joven y puedo disfrutar de la vida como joven.”

“Eres ridícula mamá, mejor lárgate a ser una…” No te dejé terminar y te besé. Te besé para evitarte arrepentimientos.

“Harry no digas algo de lo que te puedas arrepentir” mencioné en tus labios. Me miraste a los ojos y asentiste.

“Un gusto verte mamá” dijiste dándote vuelta para subir por las escaleras.

“Lo mejor es que te vayas Anne” dijo la Sra. Morgan que estaba parada observando todo.

“No puedo creer que estés corriéndome, Cam. Creí que éramos amigas” mencionó indignada.

“Bien lo has dicho. Éramos, lo dejamos de ser cuando preferiste a aquel muchacho antes que a tu hijo. Lo mejor es que no vuelvas por aquí”

“La acompaño a la puerta” dije caminando hasta la entrada. Escuché sus pasos detrás de mí.

“Oh cariño, me parece lindo que quieras cuidar y proteger a Harry de todo. Espero que no se aburra de ti” mencionó sonriéndome. Salió de la casa. “Por cierto, dile a mi hijo que cuando deje de ser tan estúpido me llame” No aguanté más y le cerré la puerta en la cara. Escuché como del otro lado de la puerta me llenaba de insultos.

La verdad es que tu mamá es una tonta, sin ofender. Pero su manera de ser delata que es una egoísta.

Sus palabras no me asustaron porque te conozco y sé cómo eres. Tú no me dejarías así por que sí. Tú no eres como tu madre y yo no soy como tu padre. No nos aburriremos de la rutina.

Te quiero mi hermoso rizado. Te apoyaré cuando me necesites.

Louis tu hermoso novio x

Hey, Harry. larry stylinson |auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora