Apagué mi alarma y fui a mi baño, tome una ducha y fui a mi clóset para vestirme
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Agarre mi mochila junto con mi celular y bajé a la cocina, saludé a mis hermanos y me hice un té con pan y mermelada
—mamá y papá irán a recogerlos hoy a la escuela— dijo Dasha mientras tenía la mirada en su celular
—perfecto— exclamé con una sonrisa
Terminamos nuestro desayuno y nos lavamos los dientes, agarramos nuestras mochilas y nos subimos al auto para ir a la escuela. En menos de veinte minutos llegamos, nos despedimos empezamos a caminar, entramos y Austin se fue a su salón y yo camine hacia mi casillero
—hey— me asusté un poco al escuchar la voz de Diego de la nada —perdón, no debí llegar así— dijo algo apenado
—no te preocupes, soy muy asustadiza, no es tu culpa— le sonreí con amabilidad y él sonrió tímidamente —iré a mi casillero, ¿Me quieres esperar?— pregunté y él asintió con la cabeza
Llegamos y él también abrió su casillero, dejamos algunas cosas y fuimos a la primera clase, la cuál era español. Nos sentamos y mientras esperábamos a la maestra empezamos a platicar
—me gusta tu ropa— habló Diego y sonreí
—gracias— él me sonrió y en medio de nosotros pasó Alessio
—vaya, que grosero— exclamó Diego
—si, pero bueno— dije
—¿No le vas a hablar? Sé que ayer hablamos de esto pero creo que sería buena idea que hablaras con él para arreglar las cosas— al escuchar eso suspiré
—debería hacerlo, eso es lo más inteligente que podría hacer, así estaríamos mejor, pero me da mucha pena hablarle, siempre esta del lado de Laneya, y siempre ignora lo que quiero decirle, como te dije ayer, es como si él tuviera la razón siempre— dije algo desanimada
—tienes razón, hay que dejar que las cosas fluyan, ¿Verdad?— asentí con la cabeza y me dió palmadas en la cabeza, yo reí
—mi turno— habló Joey sonriendo, seguido de eso me dió palmadas en la cabeza y reímos, luego de eso se fue con Alessio
—él me agrada— comentó Diego
—¿Quieres hablarle?— pregunté y noté cómo Diego me miró nervioso