𝘼𝙥𝙤𝙘𝙖𝙡𝙮𝙥𝙨𝙚 ; [𝘈𝘭𝘦𝘴𝘴𝘪𝘰 𝘚𝘤𝘢𝘭𝘻𝘰𝘵𝘵𝘰]

𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝖙𝖍𝖎𝖗𝖙𝖞-𝖊𝖎𝖌𝖍𝖙

Narrador omnisciente

Sábado en la mañana, Scarlett se despertó porque le tocaron la puerta de su habitación

—¿Quién es?— preguntó la castaña media dormida

—dice mamá que bajes a desayunar— habló Dasha al otro lado de la puerta

Se levantó de la cama y fue a su baño, hizo sus necesidades y salió de su habitación para desayunar

—buenos días— saludó mientras bajaba las escaleras

—buenos días hija, siéntate, ya está el desayuno— hablo el señor Clifford desde la cocina

Scarlett se sentó y espero a los demás para desayunar

—buenos días— saludó austin sentándose al lado de la castaña

No tardaron mucho en sentarse los demás y empezar a desayunar

—¿Tienen planes el día de hoy?— preguntó la señora Clifford mirando a sus hijos

—les quería pedir permiso para salir con una amiga de la universidad, se llama carol, nos vamos a ver en el centro comercial a las tres— habló primero Dasha

—claro, solo ten cuídate y diviértete— dijo el señor Clifford con una sonrisa

—espero no se les haya olvidado que hace cinco días les pedí permiso para hacer una pijamada aquí con cuatro amigos de la escuela— habló esta vez el menor de la casa, Austin

—oh, cierto, ¿A qué hora llegarán tus amigos?— preguntó la señora Clifford

—a las cinco— contestó austin y tomó un trago de jugo de naranja

—okey, ¿Y tú, Scarlett?— preguntó la señora Clifford mirando a la castaña

—¿Yo? no, no tengo planes— contestó con simplicidad

—puedes invitar a alguna amiga, así como austin, para que no te aburras— comento el señor Clifford

—oh, no, así estoy bien, haré mi tarea y tal vez limpie mi habitación, está hecha un desastre— dijo la castaña en un tono neutral

—vaya, que aburrido— exclamó Austin y Scarlett le dió un leve golpe en el hombro

—puedes invitar a tu amigo de la vez pasada, Lucas, ¿Verdad?— Scarlett pensó por unos segundos antes de hablar

—bueno, tal vez, si le dan permiso, puede que venga y me ayude con mi tarea o a limpiar mi habitación— dijo sin darle mucha importancia

—a un amigo no se le invita a hacer esas cosas, se le invita a ver una película, comer, divertirse, no a eso— comentó Dasha riendo

—bueno, ya veremos qué hacemos, ni siquiera le he dicho que pida permiso para que venga— luego de eso, cambiaron el tema y terminaron el desayuno

Lavaron los platos y la castaña fue a su habitación, cerró su puerta y fue a su baño, se quitó su pijama y se dió una ducha, salió y fue a su clóset a vestirse