Narra Alessio
—adiós Mía—
Caminé hasta llegar a mi casillero, deje algunos cuadernos para que mi mochila no pesara tanto
—¿Por qué no contestas mis mensajes?— cerré mi casillero y me encontré a laneya, en su tono de voz y su rostro pude notar que no estaba contenta
—mi celular se quedó sin batería— contesté sin tomarle mucha importancia
—no te creo— dijo ella con los brazos cruzados
empecé a caminar hacia el salón que nos tocaba, ella me siguió
—no necesito que me creas—
—bueno, leelos ahorita— insistió y suspiré
—¿No me puedes decir?— pregunté y alguien tropezo en mi brazo
—disculpa— conozco esa voz
—¿Scarlett?— pregunté, ella no escucho, porque siguió caminando con su nuevo amigo
—¿Me puedes prestar atención de una vez por todas?— por un momento olvide que estaba con laneya
—¿Podemos hablar de esto luego? estamos en la escuela, no es el momento— dije mientras entrábamos al salón de italiano
—como sea— nos sentamos y esperamos a la maestra
tres mesas adelante de mi estaba Scarlett y Diego, conversando animadamente
se llevan tan bien, es injusto, solo llevan una semana de conocerse, no se pueden llevar así de bien.
probablemente Scarlett solo es amiga de ese chico porque no quiere estar conmigo, de seguro ni siquiera le cae bien y solo está con él porque es su única opción
¿Y si van al baile juntos? ¿Se besaran? ¿Se enamorarán? ¿Se olvidará de mi? ¿Por qué me preocupa si se olvida de mi? ridículo
—hey— alguien pasó una mano por mi vista, al mirar hacia un lado vi a joey —ni siquiera parpadeabas— dijo y rió
—estaba pensando— contesté de lo más normal posible
—¿En Scarlett? no la dejas de mirar— comentó Lizzy, laneya la miró con desaprobación —digo... ¿En qué pensabas?— preguntó con una pequeña sonrisa
—en la obra de teatro— no pude decir más porque la maestra llegó y la clase empezó
y como siempre, pude entender todo sin ningún problema.
terminó la clase y caminamos hacia el salón en donde nos tocaba historia, entramos y nos sentamos, el maestro ya estaba ahí así que no hubo tiempo para conversar.
un poco aburrida la clase, no es de mis materias favoritas, es interesante pero no lo suficiente como para tenerme enganchado o prestando atención.
la clase terminó y siguió filosofía.
—tengo hambre— comentó joey
—yo también— agregó lizzy
—¿No desayunaron?— pregunté riendo
—a veces el desayuno no es suficiente— contestó joey y reí
—bueno, solo falta una hora para el descanso— dije sonriendo
—buenos días alumnos— el maestro llegó
la clase transcurrió de la misma manera que las otras, lenta y un poco aburrida, no es que no me guste filosofía, en realidad se me hace bastante interesante, es solo que mi mente está en otras cosas.