Narrador omnisciente
Ha pasado una semana desde la última vez que se vieron, Alessio salió de viaje con sus padres y su hermana a visitar a su familia, así que no tuvieron tiempo de verse.
Era lunes en la noche, Scarlett estaba en su habitación, jugando en su celular. De pronto empezó a escuchar como golpeaban la puerta de su ventana, al abrirla se encontró con nada más y nada menos que Alessio
-¿Qué haces aquí?- preguntó la castaña confundida y sorprendida a la vez
-¿Cómo estás, Scarlett?- preguntó con una sonrisa de oreja a oreja
-bien, pero, ¿Qué haces aquí?- preguntó con una pequeña sonrisa
-quise darte una sorpresa- contestó el contrario con la misma sonrisa de antes -¿Puedo pasar?- la castaña asintió y se metió por la ventana
-perdón por el desastre que tengo- hablo la castaña algo apenada
-no importa- luego de decir eso, se acostó en la cama de la chica
-¿Cómo te fue en tu viaje?- preguntó la chica sentándose al lado del castaño
-bien, fui con mi familia, hicimos una reunión familiar, salí a visitar la ciudad, lo normal, me la pasé bien- contestó el chico con una pequeña sonrisa
-me alegro- dijo la castaña con una pequeña sonrisa de lado
-haré una fiesta, el sábado, ¿Quieres ir?- preguntó mirando a la chica con una sonrisa
-no sé si pueda, mis padres regresan justo ese día así que no lo sé, luego te digo, ¿Si?- el chico asintió y se quedaron unos segundos en silencio
-te ves muy linda- la castaña al escuchar eso se ruborizo
-oh, gracias, tu también te ves... Bien- el castaño rió al escuchar el cumplido que recibió de la contraria -¿Qué es gracioso?-
-eres graciosa cuando te pones nerviosa- la castaña agarró una almohada y le pegó al contrario -hey, eso dolió- exclamó mirando a la chica y rieron
-¿Te vas a quedar aquí mucho tiempo? Ya se está haciendo tarde- dijo la castaña mirando al contrario
-¿Puedo dormir aquí?- preguntó el castaño con una sonrisa
-no, no puedes, si me descubren, me matan- contestó la chica nerviosa
-no haré ruido, soy muy... Silencioso- dijo el chico sonriendo
-no traes pijama- dijo la castaña
-¿Si hubiera traído pijama me hubieras dejado dormir contigo?- preguntó con un brillo en sus ojos
-no, no y no, solo... ¿A qué hora te vas?- la castaña estaba muy nerviosa
Estar con él la hacía ponerse muy nerviosa, ella no sabía porque, tal vez era porque no se habían visto en mucho tiempo, o eso era lo que pensaba
-de igual forma, no uso pijama- la castaña al escuchar eso no pudo evitar imaginar a Alessio sin camisa, ya lo había visto antes, pero de alguna manera, ahora era distinto -¿Por qué estás roja?- preguntó el chico riéndose
-ummm, tengo fiebre- contestó la chica nerviosa
-¿Estás caliente?- pregunto Alessio alzando sus cejas y la castaña le pegó con la almohada -auch-
-no digas cosas de doble sentido, Scalzotto- la chica rodó los ojos y el contrario rió
Se quedaron unos segundos en silencio