COMIENZO

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JNARA 

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JNARA 

—¿Pero que vas a hacer papa? —cuestiono, golpeando la puerta. Se escuchan ruidos por toda la casa, botellas que impactan contra algo.

—¡Responde papá! —grito para que me escuche, pero no hay respuesta alguna.

Golpeo la puerta con los puños hasta el punto que se hacen rojos. Me desespero al tratar de saber que trama, voy a la ventana, no podría salir estoy en el segundo piso, ¿Qué hago? Llamar a Valerie seria molestarla, ya es muy tarde. Vuelvo a la puerta de nuevo intentando abrirla, pero nada.

De pronto los ruidos se pierden, solo escucho pasos acercarse.

—¿Papá?

—Jnara, no soy un buen padre y no lo seré, tú necesitas a alguien que te de un ejemplo mejor que el mío —habla al otro lado de la puerta.

—Lo que sea que estés intentando hacer no lo hagas, por favor papá —, las lagrimas me nublan la vista mientras tengo la frente pegada a puerta.

El olor a algo quemado se hace presente, reacciono al instante, estoy preocupada por papá, mi intención no era que sucediera esto.

—Para, no lo hagas, solo te estas echando la culpa de algo que no lo es —, trato de hacerlo reaccionar.

El olor se siente cada vez más, el calor se intensifica, el humo se esparce por toda mi habitación, no imagino el caos que esta en medio la sala.

—Es por tu bien hija, yo solo te traigo problemas, nada bueno puede venir de alguien como yo —lo escucho llorar a través de la puerta, siento que mi mundo se paraliza, ya no razono, no me importan las decisiones que tome la gente respecto a mí, si soy un desperdicio de persona, entonces es mejor acabar lo que empezaron hace meses.

Me deslizo hacia el suelo apoyando mi espalda contra la puerta, no controlo las lagrimas que se atreven a salir por si solas, el humo cada vez es más asfixiante, escucho toser a mi padre, el no se merece esto, todo es mi culpa. Ahora me doy cuenta que la que siempre fue la culpable era yo, como decían todos.

—Lo acepto. Ya basta de sufrir, ya basta de tratar de vencer a la corriente, voy a dejar que me lleve, no pienso luchar, si se tiene que acabar hoy, esta bien, esta bien si ya no puedo soportar más, esta bien si me rindo. —confieso, la cabeza me marea por el aire que respiro.

—Tu vas a estar bien hija, pronto vendrán por ti, no te preocupes. —responde, con voz cansada, lo escucho toser varias veces más, hasta que se detiene, ya no lo escucho.

Mi cuerpo esta sudando por todo el calor que hay, me siento cansada, mis parpados pesan.

—Quiero dormir papá

Poco a poco mi vista se nubla y se oscurece por completo, a lo lejos escucho sirenas de las patrullas, cada vez mas cerca, mas cerca y nada, oscuridad, siento que soy levantada de mi sitio, me hablan, pero no entiendo nada. Recuerdo lo feliz que era tan solo un año atrás, mi cumpleaños número diecisiete, solo una torta, los pocos amigos que tenia en ese entones, la sonrisa de mamá, los chistes de papá. Quisiera retroceder el tiempo y nunca despedirme de mamá, estar a su lado para consolarme, olvidar todo. Ser feliz.

D E T O N A N T EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora