Aun estaba asimilando las palabras de Sebastián, así que me quedaba dos semanas para estar con él, ¿y que haría cuando no estuviera a mi lado?
-Oye yo...
-No, no tienes que decir nada, es lo que debes hacer.
-No quiero que te vayas de verdad.
-Oye, me trajiste por alguna razón, y es cambiarme para que te devuelvan a tu padre y lo acepto.
-No entraba en mis planes que pasara nada entre nosotros.
-¿Y crees que en los míos si?
-No, claro que no.
-Mira creo que es mejor que me vaya a mi cuarto.
Me levante para irme pero él se puso delante mía lo mire a los ojos, tenía que salir de aquí, no podía estar con él sabiendo que pronto lo dejaría de ver.
-No, no te vayas, por favor.
-Es lo mejor, en realidad nunca tuve que permitir que me besaras, y menos que nos acostáramos, porque ahora mismo no puedo controlar mis emociones, y eso me esta afectando.
-¿De qué hablas?
-De nada, come lo que he cocinado, yo tengo que irme.
-Mateo.
No le escuche y salí, corrí todo lo que pude y salí al jardín, que por cierto hacía calurosa, camine y me senté entre los arboles para que nadie me viera llorar, no sabía cuanto hacía que no lloraba, en realidad si lo recordaba, pero de eso hacía algunos años, y ahora estaba otra vez de a misma manera, llorando por alguien que no puede estar conmigo, ¿Porqué no aprendes maldita sea?
-¿De verdad crees que es lo correcto?
Era la voz de Karel, pero no lo veía, suspire.
-No tengo tiempo para tus tonterías.
-No son tonterías, aunque te alejes de él, seguirás amándolo.
-No es problema tuyo.
-No, no lo es pero como te dije no quiero ver a mi hermano sufrir y esto lo hará sufrir.
Vi que aparecía, vestía ropa de pijama y la luna se reflejaba en sus ojos, que lo hacían aun más bonitos.
-No puedo seguir estando con él como si fuéramos pareja, porque no lo somos, tu padres nunca permitirá que estemos juntos.
-Eso es verdad, cuando se entere de que esta enamorado de un ser de luz, explotara, la verdad espero estar presente para ver eso.
-No es momento de gracias.
-Sabes como soy.
Me levante del suelo para estar a su altura, vi que se acercaba y limpiaba mis lágrimas.
-Oye, ¿Porqué no disfrutas de estas dos semanas en vez de pasarlas como alma en pena?
-¿De que me serviría?
-De nada, pero al menos los dos seríais felices y así lo ayudarías a ser mejor persona de lo que ya lo es, ¿no?
Suspire, ¿y si tenía razón? ¿Y si era mejor pasar el tiempo con él y llevarme ese recuerdo en mi mente para siempre?
Entre en el cuarto,odo estaba oscuro y no se oía nada, entre en la habitación, lo vi tumbado en la cama, por su movimiento no estaba durmiendo, pero ¿habría notado que estaba ahí?
-¿Porque vuelves?
Sí, lo había notado, no dije nada, es que no sabía que decir así que me senté en el filo de la cama, y hable sin mirarlo.