Me levante aun con el cuerpo dolorido de ayer, Sebastián había sido duro y pasional, tanto que casi no podía moverme, me gire en la cama y lo vi dormido, el dolor me pego en el pecho, saber que hoy sería el último día o tal vez las últimas horas que vería su cara me hacía daño pero tenía que irme, no podía seguir aquí.
Baje a la cocina cuando me encontré a mi hermano y mi cuñado, ya que podía llamarlo así, según estaba viendo, dándose de comer recíprocamente mientras Lucas estaba en la isla de la cocina sentado, la verdad es que me encanto esa escena y no pude evitar reír, haciendo que los dos salieran de su nube y me miraran.
-Hermano.
-Buenos días, perdón por interrumpir vuestra escena.
-No tranquilo no pasa nada, ¿Quieres tortitas? Karel las ha echo para mí, pero te he dejado unas cuantas.
-Vaya cuñado, ¿ahora cocinas?
-Tengo que tener cuidado a mi bebe.
Me acerque a ellos, cuando lo note, los mire y abrí los ojos por la sorpresa.
-¿Habéis echo el pacto de sangre? -los dos me miraron y luego se miraron entre ellos -¿Verdad?
-¿De qué hablas?
-Puedo notarlo, ya no sois dos, ahora os noto como uno, y eso por eso, he estado leyendo sobre los pactos de sangre.
-Yo se lo pedí, él no tiene nada que ver.
-No, yo también acepte bebe.
-Sabes Karel que eso te convierte en...
-Su marido, sé lo que es un pacto de sangre, lo he estado escuchando toda mi vida, pero no me importa lo que dirá mi padre si es eso lo que te esta preocupando, no soy mi hermano, a mi no me da miedo, y no dejare que me separe de Lucas.
-Oye, tranquilo no voy a juzgaros, en realidad me alegro que os hayáis encontrado y unido, pero en algo llevas razón, tengo miedo a la reacción de tu padre y del nuestro la verdad, sois completamente diferentes, y no digo que sea algo malo, pero va a estallar una guerra entre los clanes cuando se enteren de lo que habéis echo.
-Hermano, yo...
-Lucas, no, no tienes que sentirte culpable por nada, mi destino no era ese, pero el tuyo si, tu destino era encontrar a Karel, y así debe ser, no te preocupes, yo estoy contigo, y defenderé vuestra relación.
Mi hermano se bajo y corrió hacia a mí para abrazarme, me reí, Karel se acerco y también me abrazo, cuando sentimos carraspear.
-Hugo.
-Bueno, es una imagen muy bonita la verdad, pero puedo preguntara que pasa.
-Me he unido a Lucas.
-Karel, no tienes porque contárselo a todo el mundo.
-No es todo el mundo, es mi hermano.
-Creo que no he tenido el placer, soy Hugo hermano de Karel.
-Lucas.
-Bueno, debes prometerme que no dejaras que te vuelva loco, a veces es insoportable.
-Hablo el menos indicado, ven aquí.
Empezaron a pelearse de manera sarcástica, mientras Lucas y yo reímos, en ese momento Sebastián entro y todos nos quedamos callados.
-Perdón por interrumpir, pero tenemos que irnos ya, es la hora.
Lo mire y el me miro, pero no dije nada, porque habíamos acabado con esta loca historia que se había formado entre nosotros.
La reunión sería en lo alto de la colina ya que la casa estaba perdida en un bosque que no conocía, al llegar todos salimos de los coches, se podía ver la ciudad aunque no se oía nada, solo el silencio, vi a lo lejos que venían varios coches, cuando se pararon a varios metros de nosotros vi salir a varias personas con la cara tapada, tal vez eran su guardia personal, y del último coche, vi salir al que era mi padre, ¿Cómo lo supe? Porque era él, pero con algo más de barba, dios, era mi padre.
-Ese es papa, eres su vivo retrato hermano.
-Oye, ¿Le vamos a decir que te has apañado marido y encima es un ser oscuro?
-Mejor que no, su genio es algo malo ya que tiene sangre compartida.
-Pero me vas a tener que contar todo lo que ha pasado en estas dos semanas.
-Sí.
Aquel hombre se quedo parado mientras nos miraba, mi hermano estiro de mí para que nos acercáramos, Karel y Sebastián nos siguieron de cerca, cuando Lucas paro.
-Hola papa.
-Pequeño, no vuelvas hacer lo que has echo, podrías haber muerto.
-Vamos papa, me han tratado genial, además sé cuidarme solo, tú me enseñaste.
Mi padre guio su vista a mí, trague saliva no sabía que decir.
-Hola Mateo.
-Hola.
-Sé que tendrás muchas preguntas pero te las resolveré cuando estemos en casa, pero tenemos que irnos.
-¿Donde esta mi padre?
Vi que Sebastián se ponía a mi lado, note su tensión y eso empezaba afectarme, apreté la mano que Lucas aun no había soltado, me miro con preocupación, note acercarse a Karel.
-¿Estás bien Mateo?
-Sí.
Mi padre no se había percatado porque miraba a Sebastián, su tensión era notable.
-Tu padre está en el coche, solo quiero decirte que hemos pactado que no atacara a los UNIDOS, y si lo hace lo matare yo mismo.
-No lo hará.
-Ya, eso nunca lo sabes, tu padre no es persona de palabra y lo sabes, pero espero que esto lo cumpla, puedo preguntar porque quieres volver a traerlo a tu vida, sabes que es mala persona, y que casi te mata.
Aquello me alerto, mire a Sebastián que no se atrevía a mirarme.
-Se refiere a lo de Sara.
-No me refiero al día que capturaron a su padre, sé que se echa la culpa pero no la tiene, su padre quiso matar a Lucas, pero Sebastián se puso en medio porque no quería que hicieran daño a un niño pequeño, a su padre no le importo, y ataco, Sebastián protegió a mi pequeño, soltando gas oscuro que ataco a su padre dejándolo débil, los seres de luz lo capturaron y yo les pedí que me lo dieran a mí para tenerlo, pero al final tuve que usar la fuerza con ellos para quitárselo, deje que Sebastián se fuera, solo era un niño asustado.
-¿Eso es cierto?
-Lo es, aunque no diga nada, y tampoco fue casualidad que te encontrará, desde el primer momento sabían que eras mi hijo, su padre consiguió no se como llegar la información a Sebastián, así que empezaron a buscarte, tenerte era el único modo de que yo cediera a liberar a ese maldito desgraciado.
-¿Cómo sabía su padre que yo era tu hijo?
-Porque yo pertenecí a la guardia real de su padre, pero quiso matarme cuando se entero de que las dos sangre recorrían por mis venas, en ese tiempo tu eres un bebe, y tu madre era un ser de luz que murió bajo las manos de su padre, te quito de mis manos y no volví saber de ti, después de eso me aleje y empecé a buscar a más como yo, somos especies en peligro debido a nuestro poder, luego seres oscuros y de luz se unieron a los UNIDOS, formando la gran familia que somos ahora, y no debería estar contado todo esto, no aquí, pero ya sabes que paso, no pude encontrarte hasta ahora, has vuelto a mi vida, y no dejare que nadie te arrebate de mí hijo.
Aquello me dejo parado sin mover ningún músculo, Sebastián no me miraba, ¿Y que se supone que debía hacer yo ahora?