—¡Atrápenlo!
En la manada de Tigres de Bengala se desarrollan muchas tradiciones y eventos, muchos de ellos son rituales pero los que más se destacan por el nivel de competitividad son los físicos, aquellos que ponen a prueba la condición atlética de los alfas y la habilidad e ingenio de los betas en la manada.
El pequeño había participado sólo una vez y fue cuando tenía cuatro años, quería probarle a su papi en ese entonces que no era una bolita de pelos miedosa, él solito podía subir la rampla y pasar cada uno de los obstáculos que había en el campo traviesa para los cachorros. Su valentía duro hasta que uno de los transmutados niños arañó su patita izquierda por accidente, haciendo que perdiera el equilibrio en el tronco que trepaban, el golpe no fue muy fuerte pero ocasionó un miedo irracional en el pequeño tigre que lo hacía paralizarse cada vez que debía separarse una distancia considerable del piso.
Su papá YoonGi dijo que es miedo a las alturas, pero JungKook sabía que era más que eso, era su naturaleza Hámster manifestándose a través del pánico y leves temblores que inundaban su pequeña anatomía, imposibilitando que moviera un músculo cuando se enfrenta a situaciones estresantes.
Pero hoy era un día diferente.
La noche anterior había escuchado a su papi y al señor Conejo charlar en la sala, vio como el rubio se atrevía a tocar a su progenitor a pesar de todos los temblores que invadían su cuerpo y el gesto torcido en contrariedad en su rostro, él quería ser así de valiente, quería poder pararse de su asiento, inflar su pechito y mejillas llenas de dulce de girasol y responder la pregunta que la maestra había hecho sin tartamudear.
—¡No lo dejen escapar!
—¡Atrápalo Hyu!
El problema es que tomo la inspiración en un mal momento, y de manera incorrecta. Canalizó toda su valentía en un niño dos veces más grande que el, y si le preguntan el chiquillo se lo buscó, JungKook solo estaba sentado en su habitual mesita apartada de todo el ruido cuando el cachorro de Tigre se acercó exigiendo su almuerzo, pero era el Bibimbap especial de su Nani, él no se lo iba a entregar fácilmente a nadie. Así que se atrevió a inflar sus mofletes regordetes e infló su pechito con un poco de dudosa determinación, pero el pequeño tigre no se intimidó solo se burlo de la tierna imagen que daba el mestizo y en cuanto se acercó a tomar la lonchera ajena por la fuerza, JungKook mordió su manita con sus prominentes dientes en crecimiento.
Ahora estaba corriendo por su pequeña y casi efímera vida por los pasillos de la escuela que se encuentra vacía por la hora de recreo. Todos los cachorros están en el gran comedor por lo que no podría obtener ayuda de nadie por más que chillara. Siente su corazón latir en sus oídos mientras gira en el final del pasillo que da hacia la biblioteca, tiene que buscar lugares amplios y espaciosos, con múltiples opciones para esconderse, su cabecita asustada solo puede pensar en ese lugar mientras huye de Hyu y dos de sus más fieles secuaces, quienes no dudaran en sujetarlo mientras el Líder de esa terrible pandilla de amigos le saca la vida a golpes.
—¡Se metió a la biblioteca!
—¡No tienes salida fenómeno!
El cachorro esperaba que sus perseguidores estuvieran equivocados. Por favor Diosa Luna, no quiero morir, rogó en su interior. Se escabulló entre la sección de fantasía y cuentos infantiles, habían enciclopedias antiguas de su manada que eran casi de su mismo tamaño así que rodó varios libros hasta hacerse un espacio que no fuera fácil de descubrir. JungKook era pequeño, su segunda casta le otorgó la complexión ideal para ocultarse en espacios pequeños y minúsculos, era una verdadera lástima que no pudiera transmutar, estaba estrictamente prohibido hacerlo en la escuela de lo contrario esos rufianes no podrían encontrarlo nunca si cambiaba a su Hámster interior.
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Conquering The Omega - YoonMin {OMEGAVERSE}
Hayran KurguYoonGi no podía creer que, ese hombre con el que debía hacer negocios, fuera su omega. Así como jamás pensó tener que rogar por la atención de alguien...y menos a un omega que parecía inmune a sus atributos. ¿Era feo? Claro que no. Pero Park JiMin t...