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El pequeño Jungkook estaba relatando la vez que perdió uno de sus incisivos de leche, cuando su asistente y mano derecha entró en la oficina.

—El señor Min acaba de llegar junto a su equipo de seguridad, ¿quieres que le deje entrar? —El Conejito pasó una mano por sus desordenados rizos dorados y se enderezó en su asiento.

—Seguro, gracias Tae.

Taehyung sonrió suspicaz. Estaba claro para él que JiMin no había notado el gesto nervioso que hizo, pero podría asegurar que: A pesar de su boca expresar el poco interés en el Alfa, era su cuerpo y lobo quienes lo delataban.

"Y me dijo que no le gusta, eres un mal mentiroso Park".

Inmediatamente luego de salir Taehyung, entró Min YoonGi y unos cinco alfas vestidos de negro. A pesar de que el Tigre era de menor estatura que sus acompañantes, estaba implícitamente claro quién era el jefe. Y JiMin no se refería a la diferencia de color en sus trajes de oficina.

Por un momento el Conejito se sintió intimidado. Min era grande, fornido y derrochaba autoridad de cada parte de su cuerpo, y su cabello negro acentúa esos ojos felinos... JiMin se obligó a mantener la calma.

—Señor Park...

—¡P-Papá!—El cachorro corrió a los brazos de su padre, quien lo recibió gustoso al arrodillarse a su altura. YoonGi besó la frente de su hijo, se apartó un momento después tomándolo firme de los hombros.

—¿Se puede saber por qué saliste así del colegio?—Le riñe.— ¿Sabes lo preocupado que estuve y el trabajo que le diste a Félix?— El niño bajó la cabeza avergonzado de estar siendo reprendido delante del Omega bonito, así que hizo un puchero intentando convencer a su papá que estaba arrepentido, cuando no era así. Él no podría arrepentirse de conocer a JiMin.— No hagas eso. Hablaremos en casa sobre esto y tu castigo, ahora te irás con Félix y comerás todas las verduras que Solar preparó en tu plato.

El pequeño Jungkook asintió y corrió a recoger sus cosas del sofá.

JiMin se levantó e hizo una pequeña reverencia en saludo para los hombres. Su conejito tenía las orejas arriba, atento a cualquier movimiento.

—Lamento todo esto, yo...

YoonGi no pudo terminar su monólogo de disculpa cuando observó a su pequeño aferrarse a las piernas del Omega en un abrazo apretado de despedida. Jungkook tiró de la corbata de JiMin para que se inclinara y poder susurrarle al oído.

Una vez que terminó, salió de la oficina junto a los otros alfas; dejando a un Omega muy colorado y un YoonGi curioso.

—Independientemente lo que te haya dicho, lo lamento.— Habló rápido YoonGi.

—¿Qué? No, no, él no... ¿Por qué te disculpas?— El sonrojo de JiMin aumentó un poco.

—¿Estás bien? Estás sonrojado.

JiMin abrió los ojos como platos y le dio la espalda al Alfa.

Si antes estaba colorado, ahora en definitiva era un farol. Y no era para menos, el que Jungkook le haya dicho al oído "Adiós papi bonito" no lo había dejado muy bien mentalmente.

Él no era papá. Pero su conejito no se quejó de ese adjetivo.

—¡¿Qué cosas dices?! ¡Yo no estoy sonrojado!— replicó.

—¿Entonces por qué te escondes?— se burló YoonGi. Encontrando ternura en la actitud del rubio, atreviéndose a rodear lentamente el escritorio para verlo.

—¡No me escondo!

—¿Por qué gritas?

—¡TÚ ESTÁS GRITANDO!

Conquering The Omega - YoonMin {OMEGAVERSE}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora