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Min corrió por toda su habitación tratando de conseguir un atuendo informal en medio de un closet lleno de trajes Armani, Dior, Gucci y Calvin Klein.

Sabía de ante mano la sencillez del Omega, lo había observado en las fotografías que mantenía en un folder en el fondo del cajón de su escritorio. El alfa había mandado a investigar cada movimiento y antecedentes del pequeño Conejo cuando su empresa se mostró cómo una de las más capacitadas para sus negocios de expansión. Así que cómo primera impresión fuera del ámbito laboral, quería mostrar seguridad y simpleza.

—¿Señor Min? La camioneta está lista para partir.— Anunció el alfa de León que hacía de chofer y mano derecha del Tigre, entrando en la habitación y viendo el desastre de nervios que era el imponente alfa dentro de su vestidor.

—Iré en un momento, Félix.— Min gruñó una vez más al no ver un par de pantalones de mezclilla o una camiseta entre sus prendas. ¿Qué tan difícil era vestir informal? ¿Porqué tenía tantas camisas de lino y trajes de marca? No estaba seguro en qué momento dejó de utilizar tenis para cambiarlos por zapatos de charol. Él amaba los tenis.

—¿Félix, puedes llamar a Suran? Dile que se comunique con Lisa, necesito una renovación en mi closet,—Dictaminó tomando una camisa de lino blanca. La usaría sin el saco, era lo más que podía hacer.— dile que quiero camisetas, pantalones de mezclilla, tenis. De preferencia Converse, Vans. Pero quiero ropa casual en ella, ¿De acuerdo?

—Sí, Señor.— Respondió el alfa, abriendo la puerta para su jefe.— ¿Necesita algo más?

YoonGi se detuvo en su camino por las escaleras cuesta abajo, alzando su brazo y olisqueando.—¿Qué tal huelo?

El León se congeló en su sitio unos escalones más arriba, ¿Tenía que ser sincero o mantener la ética profesional?

Se decidió por la segunda opción.

—Luce bien, Señor, y su olor es excelente.

El alfa de Tigre sonrió complacido mostrando sus encías.

Para el chofer no pasó desapercibido lo relevante de ésta reunión para su jefe. Tal vez al fin consiguió quién domara a su bestia interior, pensó con esperanza. Y no pedía menos, su jefe merecía un omega que gobernara al furioso Tigre despiadado en negocios en el que se convertía, y el cual lo había aislado de las personas que realmente amaba.

Dios, por favor permite que éste sea ese omega, ya no soportamos su mal humor.

YoonGi subió a la camioneta Palisade casi silbando de júbilo. El alfa estaba ansioso y su Tigre arañaba su pecho con emoción. No debía dar todo por sentado aún, había leído en un artículo de periódico lo sensibles y complejos que podían llegar a ser los Omegas, más lo de su naturaleza, eran susceptibles a la luz solar así como a los ruidos fuertes, y al vivir en la cuidad de Seúl se imaginaba a JiMin viviendo con constantes taquicardias.

Eso lo hizo pensar en si debía llevarle un obsequio para parecer amigable y poder abrir un camino seguro con el Conejo.

—Félix, ¿Qué le regalaste a tu esposa en la primera cita?— Cuestionó, tecleando a su vez en el navegador 'Detalles para omegas en el primer encuentro'.

En el proceso de cortejo, se acostumbra a que sea el Alfa quién demuestre su interés y disponibilidad al Omega por medio de pequeños detalles significativos en la primera cita o encuentro, mientras que el Omega le da permiso al Alfa de continuar el proceso a través de un beso esquimal ligero.

YoonGi quería demostrar su interés a JiMin, quería otorgarle un detalle que demostrara confianza, pero ¿Qué?

—Oh, ese día estaba lloviendo, Señor, así que le obsequie mi paraguas como símbolo de mi preocupación por ella. —Narró Félix. YoonGi visualizó su ligera sonrisa a través del espejo retrovisor de la camioneta.— Luego fui hospitalizado por bronquitis, Señor.

Conquering The Omega - YoonMin {OMEGAVERSE}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora