Alexander
Los meses habían pasado muy rápido. No me había dado cuenta en que momento habíamos llegado a principios de julio, pero lo habíamos hecho.
Estar de vacaciones se sentía genial, en especial cuando ya no debías levantarte a las seis de la mañana para lidiar con treinta niños en un espacio reducido.
Solía pasar que un poco antes de las vacaciones de verano, los niños no se concentraban en las clases, en parte, por las ansias de la llegada de las vacaciones y, por otra parte, por las condenadas altas temperaturas.
En las horas de la tarde, el momento de mayor calor, los niños parecían atontados, como si se les hubieran asado las neuronas y yo los comprendía, no era muy agradable pararme en frente con la mejor disposición a hacer clases cuando hacían treinta grados Celsius.
En ese tiempo Miranda se había vuelto una gran amiga mía y, para ese entonces, la veía casi tan seguido como a Ally.
Ellas aún no se conocían, pero sabían la una de la otra.
¿Si le había dicho a Miranda que Ally y yo no teníamos una relación real? No, claro que no. Ella creía que yo estaba enamorado de Ally y por lo mismo jamás se la había presentado, pues no creía poder fingir estar tan enamorado de ella.
Si bien, en ese momento, Ally yo estábamos bien, nuestra relación parecía una amistad... una amistad algo dispareja, claro.
Ese día había invitado a Miranda a cenar a mi departamento, pues ella no creía que yo supiera cocinar como le había dicho.
Había metido la lasaña al horno cuando el citófono sonó.
Fui hasta la puerta principal y apreté el botón para contestar.
-La señorita Miranda está acá, ¿la dejó pasar? -preguntó el conserje.
-Sí, por favor.
Unos segundos después, alguien tocó la puerta. Cuando abrí, Miranda estaba ahí y llevaba algo entre sus manos.
-¿Qué es eso? -pregunté.
-Un postre que hice -dijo, pasando-. No juzgues si esta no tan bueno... es la primera vez que lo hago -informó, avergonzada.
-Tranquila, prometo no burlarme.
En ese momento, noté que Miranda miraba el departamento asombrada.
-Es enorme... ¿Cómo pudiste conseguir algo así con tu sueldo?
-Bueno, mi suegra es la dueña del lugar.
Algo que Miranda aún no sabía era que mi novia Allison, era nada más ni nada menos que Allison Roche y al parecer, tampoco le había salido nada en Internet al respecto.
Había preferido omitirle algunos datos de Ally a Miranda y viceversa. Ally no sabía que Miranda aún iba a la universidad, aunque ya había pasado al último año de su carrera como tal, ya que luego haría un magister.
De todas maneras, Miranda no parecía tan menor que yo y no tendría porque, la diferencia era de tan solo cinco años.
-Que suerte la tuya... ¿tu novia es millonaria?
-No, no tan así -mentí.
Antes de cenar hablamos un poco sobre nuestro día y lo que habíamos hecho y luego serví la comida.
Miranda se veía particularmente bien ese día. Yo sabía que ella era muy bonita, si es que no era la chica más bonita que había conocido. Quizás, en mi cabeza, exageraba un poco su belleza debido a la cautivadora personalidad que tenía.
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¿Matrimonio? [Compromisos #1]
ChickLitLibro 1 de la bilogía 'Compromisos'. Allison es una joven irresponsable, inmadura y sin interés de encontrar el amor. El abuelo de Allison es el dueño y presidente de una gran empresa de cosméticos y al ver que su nieta no esta cumpliendo con su tr...