¿Matrimonio? [Compromisos #1]

Capítulo 32: Se Acabó (Final)

Mi madre se veía muy feliz por mí, aun cuando no podría ir a la boda. Ella sabía que no estaba lo suficientemente cuerda como para salir del hospital y después de tanto tiempo ahí, ella tampoco sentía las ganas de salir.

Antes de ir a la casa para arreglarme para el día que debía ser el más importante de mi vida, según las películas tontas, decidí hacerle una visita, así que estaba ahí, junto a ella, mirando por la ventana de siempre.

—Mamá, ¿te puedo hacer una pregunta?

—Claro.

—Si estuvieras lastimando a alguien por tu propia conveniencia y ahora tuvieras la oportunidad de dejarlo ser feliz... después de mucho tiempo y estando a punto de lograr tu objetivo, ¿lo dejarías?

Mi mamá pareció pensar la pregunta.

—¿Sabes, Ally? Aunque en este tiempo yo he estado muy... muy olvidadiza, aun puedo recordar toda mi historia con tu padre —se quedó en silencio un momento—. Después de casarnos, el comenzó a... agh... comenzó a trabajar mucho en la empresa y yo no me sentía bien, me sentía muy sola. Nos habíamos casado hacía dos meses y parecíamos un matrimonio anciano —soltó una risa—. Él se dio cuenta de cómo me estaba lastimando y, ¿sabes qué hizo?

—¿Qué hizo?

—Le dijo a tu abuelo que renunciaría y buscaría trabajo en L'oreal.

Ambas reímos. No había otra cosa que molestara más al abuelo que la traición en la familia. Decirle que se iría a trabajar con la competencia, era como prenderle fuego.

—Pero eso no pasó —dije. Mi padre jamás había salido de Athena.

—No, porque tu abuelo le ofreció un puesto más abajo, en donde no tendría tanto trabajo, pero seguía molesto... Ese día me di cuenta de lo mucho que tu padre me...

—¿Amaba?

—Sí, amaba... Era capaz de renunciar a la empresa familiar, arriesgándose a que tu abuelo lo dejara en la calle, solo por hacerme feliz a mí.

Noté que los ojos de mi madre se cristalizaron.

—L-lo extraño mucho, Ally... El d-día en que su vida terminó, también lo hizo al mía.

Su voz salió llena de dolor, el mismo dolor que tenía guardado desde que él había muerto. Nada había cambiado, mi madre lo seguía extrañando de la misma forma en que lo hacía al principio y lo seguía amando de la misma forma en la que lo hacía cuando comenzaron a salir.

—Él era el amor de mi vida y jamás encontré a alguien igual... Ni siquiera sus grandes errores o defectos me hicieron amarlo menos.

—Lo sé, mami.

No sabía a qué se refería con "grandes errores", pero imaginaba que no eran tan terribles si no habían cambiado el amor de mi madre por él.

Me acerqué a ella y la abracé.

Quizás yo no amaba a Alex como mi madre amaba a mi padre, pero lo había llegado a apreciar y me atrevía a decir que a querer. En ese momento supe lo que debía hacer, gracias a mi madre.

[...]

Alexander

Estaba muy nervioso por distintas razones.

La primera, era la boda en sí y la segunda, era llegar al vuelo a tiempo.

El vuelo era en la tarde, en casi seis horas, pero los trámites antes de subir al avión eran bastantes y no tenía idea de cuál era el plan de Ally para lograrlo a tiempo.