Capítulo 7: Noticia

1.8K 199 10
                                    

Allison

—No vivirás más en esta pocilga —dije, cuando entré al horrible departamento de Alex.

—No es tan malo.

—Huele a basurero... aunque aquí adentro es bastante acogedor.

No era el departamento de Alex el que me molestaba en realidad, era el lugar y su ubicación. El edificio era antiguo y el barrio no era del todo seguro, pero dentro del apartamento de Alex, la cosa mejoraba bastante.

Era un espacio reducido, no media más que dos veces mi sala de estar. La cocina era estrecha, con apenas un mesón, la estufa, unos muebles para guardar platos y comida, y una mesa de desayuno. La sala no tenía mucho: un sofá, mesa de centro y un mueble que tenía la pequeña pantalla plana encima.

Eso era todo lo que podía ver desde ahí.

—¿Qué pasa si fallamos? —preguntó Alex, comenzado a desenrollar su bufanda. Yo ladeé la cabeza sin comprender—. Si tu abuelo muere antes del año...

—En ese caso, las cosas que estén a tu nombre serán tuyas... y tendrás que ayudarme dándome aunque sea una miga de pan.

—¿Entonces me darás todo lo que pida?

—Mientras sea comprable, sí. Podrás vivir mejor que un narcotraficante.

Me di cuenta de que esa comparación lo había hecho sentir algo incómodo. Sí que era una persona correcta y con valores.

—Entonces si yo quisiera un departamento nuevo...

—Tengo uno —me adelanté—. Mi madre es dueña de cinco edificios en la ciudad, todos cuestan más de lo que ganarás en cinco años de trabajo, pero no me costara nada conseguirlo.

—No necesito algo tan caro.

—No era una pregunta... —miré a mi alrededor algo incomoda por las pocas cosas que habían en el lugar—. Te sacaré de aquí en unos meses... así no será tan sospechoso.

—Tranquila, no tengo apuro.

—Bien, mándame tus horarios de trabajos y enviaré un chófer para que te lleve y traiga del trabajo todos los días y te daré su número cuando lo necesites para otra cosa. No te sientas mal de llamarlo, le pago por eso.

Él asintió.

—Nos vemos.

—Adiós.

Salí lo más rápido que pude de ahí o solo me darían más ganas de sacar a ese pobre tonto de esa pocilga.

Todo lo que Alexander me pidiera lo compraría con mi dinero del trabajo y la herencia que tenía guardada de mi padre, la cual no era tanta en realidad.

Mi padre había dejado la mísera herencia repartida en sus tres hijos y esposa, pero lo que había sido de mi mamá, y poco de lo nuestro, lo habíamos usado para internarla en el mejor hospital psiquiátrico del país.

Lo que me había quedado después del asunto con mi mamá, fue, en gran parte, para mis estudios y lo que me quedaba no era demasiado.

En realidad, si me quedaba sin la herencia del abuelo, no quedaría completamente en la calle, pues con el dinero de mi padre podría vivir como un ciudadano promedio durante unos cuantos años en los que podría planear una forma de ganar dinero sin hacer lo que sabía hacer.

El problema principal era: ¿Cómo me acostumbraría a una vida austera después de vivir en una mansión de cuarenta habitaciones y tener personas que hacían todo por mí?

¿Matrimonio? [Compromisos #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora