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El sonido del teléfono comenzo a retumbar por las cuatro paredes de la habitación. Alarmando a Joaquin. 

––Emilio, teléfono–– Dice Joaquín.––¡Emilio!–– grita mientras busca en los cajones.––¡Emilio! ¡Teléfono!––

––Si...¿Qué?–– Dice Emilio medio dormido.

––¿Dónde está el teléfono?–– Pregunta Joaquín buscando entre todas sus cosas.

––Mochila, a un lado–– Dice con los ojos cerrados.

Joaquín sale de la cama, no sin antes caerse, toma su mochila y saca el teléfono.

––¡Si! ¿Hola? ¿Hola? ¡Mauricio! ¡Mau tesoro! ¿Estás ahí? ¿Hola? ¿Hola?, No puede ser, ¡La señal es horrible Mau! ¡Dame un minuto!––

––¡Mi amor! ¡Deja dormir!–– Grita molesto Emilio.

––Aguarda un segundo, Mau, solo un segundo–– Joaquín toma una de las batas que estaban colgadas en la puerta y sale del cuarto. Baja apresurado por las escaleras hasta llegar al piso de abajo. ––Mau lamento que sientas que te presione para ir a ver a Oprah, pero claro que quiero que seas feliz, ¡Si! ¡Si, Mau!–– Joaquín sale de la casa, mientras se pone unas botas que se encuentra a fuera.–– Mauricio todo estará bien puedo llamarlo y cancelar....¡Tienes razón Mauricio! Claro que te escucho....si...si me encanta escucharte Mauricio––

La llamada de Joaquín fue interrumpida al escuchar unos ladridos de un cachorro, Joaquín recordó no a ver cerrado la puerta y al ver al pequeño cachorro blanco en el patio confirmo que no habia cerrado la puerta de la casa.

––¡Sentado! ¡Sentado!–– Le dice Joaquín al cachorro–– ¡No! ¡No, Mau! no te digo a ti, solo que siento que sería un gran error cancelar porque Mau, por muchos años me has inspirado con tus hermosas palabras y notas––

Un sonido proveniente de arriba, hizo voltear a Joaquín a ver el cielo y vio una águila. Vio al cachorro y se dio cuenta que el cachorro comenzo a ladrarle al águila. El águila comenzo a volar, Joaquín corrió para tomar al cachorro, pero no lo logro. El águila lo toma en sus garras y vuela con el cachorro.

––¡Necesito que esperes un segundo Mau! ¡Solo un segundo!–– Joaquín comenzo a correr detrás del águila.––¡No te lo lleves!–– Le lanzo el celular. Logrando darle al águila, el cual soltó al cachorro, Joaquín rápidamente atrapo al perro y corrió por su celular–– ¡Mau! ¡Mau! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Es que solté el teléfono! ¡No quiero convencerte de nada!–– Comenzo a correr hacia la casa, mientras miraba que el águila volvía–– ¡Solo quiero que tengas un legado! ¡Un legado que le puedas presentar al mundo! ¡Tengo que irme!––

Joaquín se cubrió con su mano, sosteniendo el teléfono temporalmente, hasta que el águila lo tomo en sus garras.

––¡No! ¡No!–– Alzo al cachorro mostrándolo al cielo.––¿Lo quieres? ¡Tómalo! ¡Aquí esta! ¡Pero necesito el teléfono! ¡llévate el perro! ¡Cométemelo!–– Corría en circulos con el cachorro elevando en sus manos.

Las risas de las personas dentro de la casa no se sabía si acabarían pronto.

––Es muy lindo–– Dice la abuela de Emilio riendo.

––Demasiado–– Contesta la madre de Emilio.

––Buenos días–– Saluda Emilio.–– ¿Han visto a mi novio?––

––Si está jugando con Teo–– Emilio mira hacia afuera por la puerta y se allá con un Joaquín en pijama, con bata y unas botas, corriendo por el patio alzando al cachorro. ––¿Puedes traerlo? Tenemos un día planeado para el ––Dice la abuela.

Emilio asiente rápidamente, y sale de la casa casi corriendo, hasta llegar a Joaquín.

––¿Ahora que haces?–– Le pregunta Emilio al estar lo suficiente cercas de Joaquín.

––Tu abuela hablaba enserio, el águila vino se llevó a Teo, lo golpee con mi teléfono, soltó a Teo, después nos persiguió y ahora tiene mi teléfono––

––¿De cuál fumas? ¿Y porque no compartes?–– Dice riendo Emilio.

––Hablo enserio, tiene mi teléfono, y Mau llamara a ese número––

––Tranquilo, pediré otro teléfono, mismo número, y mañana iremos al pueblo a recogerlo––

––¿Enserio?–– Pregunta desanimado Joaquin. 

––Si––

––Esta bien...ahora tu...regresa a tu casa–– Baja a Teo de sus brazos, y el pobre cachorro entra corriendo a la casa.

––Lo traumaste...Bueno vete a arreglar––

––¿Para qué?–– Pregunta Joaquin. 

––Bueno saldrás con mi madre y mi abuela––

––No quiero––

––Lo más seguro es que te lleven de compras––

––¡Odio las compras!–– Miente. 

––Ese no es mi problema, iras––

––No voy a ir––

––Iras, ahora dame un abrazo para que no crean que discutimos––

––No quiero–– Emilio tiro del brazo de Joaquín, y lo pego contra su cuerpo, y lo abrazo inmediatamente.

––Awww que lindo abrazo ¿No?–– Pregunta Emilio. Joaquín enrolla sus brazos en el cuerpo de Emilio.

––Tal vez...––

––Eso es...––Emilio sonrió pues una idea se le habia cruzado en la cabeza, tallo con su mano la espalda de Joaquín y poco a poco fue bajándola a tocar su trasero, lo apretaba y manoseaba a su antojo, mientras que Joaquín solo se contenía a no saltar jadeos.

Joaquín estuvo a punto de querer unir sus labios con los de Emilio. Pero su cordura no se lo permitió.

––Vuelves a tocar mi trasero, y te castro, ¿Entendiste?–– Emilio dejo de jugar con el trasero de Joaquín.

––Si–– Emilio sabia de lo que era capaz Joaquín le daba miedo averiguar más a fondo si alguien lo provocaba a vengarse. Se separó del abrazo, y Joaquín con una mano comenzo a acariciar su mejilla.

––Que lindo prometido–– Discretamente Joaquín le dio una cachetada y se fue.

<CONTINUARA>

LA PROPUESTA [EMILIACO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora