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La alarma del cuarto comenzo a sonar, despertando a Emilio. Se levantó desesperado de la cama para apagar la alarma. Se estiro un poco y logro su propósito. Se volví a acostar, cerrando sus ojos nuevamente. Su cuerpo comenzo a sentir frio, no traía ropa puesta.

Eso era más que obvio, después de la noche tan hermosa que tuvo con Joaquín, ni ganas le dieron de pararse ya de esa cama. Sin abrir sus ojos sonrió recordando cada beso, cada gemido, cada latido junto que compartieron.

Volteo su cuerpo para buscar a Joaquín y despertarlo. La boda seria en tres horas, debían arreglarse y recibir a los invitados. Fue moviendo su cuerpo en busca de Joaquín, pero al sentir que ya habia llegado al otro extremo de la cama abrió sus ojos rápido y se levantó.

––¿Amor?–– Llamo a Joaquín, pensando que podría estar en el baño.

Pero no, Joaquín no estaba. Rápidamente se puso una camiseta limpia, un bóxer, y salió en busqueda de Joaquín. O eso intento, pues en cuanto la puerta fue abierta su abuela entro.

––¡Hasta que despiertas muchacho!–– Dijo mientras dejaba un esmoquin en la cama. ––Vete a bañar, tienes que ir a recibir a los invitados––

––¿Y Joaquín?–– Pregunto.

––No lo sé...Tu madre se lo llevo esta mañana, tal vez fueron a ver los últimos toques de la boda, no te preocupes, tu ve a bañarte, yo me encargo de buscar a Joaquín––

Emilio asintió una última vez, tomo una toalla y se metió al baño. Enjabono y limpio todo su cuerpo, mientras sentia como si las caricias de Joaquín siguieran en él. Al momento de salir de bañarse, limpio un poco el espejo, para poderse ver, pudo apreciar como su espalda estaba totalmente rasguñada, y tenía barrios chupetes en su cuello.

––Dios mío Joaquín, querías enserio marcar territorio–– Dijo así mismo.

Salió del baño, se hidrato su rostro, se cambió, peino su cabello. Cuando estuvo totalmente listo salió al patio donde se encontraban todos los invitados, comenzo a saludarlos, a darles las gracias de estar ahí con él. Pero por más que quería estar enfocado en sus invitados, su mente aún estaba en la noche anterior, deseando poder volver a estar a solas con Joaquín.

––¡Hola!–– Saludo Mauricio. Emilio sonrió al ver, desde que habia llegado se habían hecho muy buenos amigos como antes de ser novios o ex novios.

––Hola, ¿Si trajiste lo que te pedí?–– Pregunto ansioso.

––Sip, solo espero que nunca más me vuelvas a pedir algo un día antes de necesitarlo–– Reprocho.

––No sabía a quién mas pedírselo, y apenas te vi ayer pasando enfrente del café internet supe que que tu podías ayudarme––

––Si, si, aquí está el anillo–– Le entrega una caja de tercio pelo negra. Emilio sonríe y la abre, y ahí estaba el anillo. Joaquín ya le habia dado uno, ahora le tocaba a él.

––Gracias Mau, eres un excelente ex novio y amigo–– Ambos rieron.

––Bueno, entremos que tu boda está a punto de iniciar–– El corazón de Emilio comenzo a latir con fuerza.

Se iba a casar. Con Joaquín Bondoni, que fácilmente podría llegar a decir que estaba enamorado de él. Entro al enorme granero, todos estaban buscando sus lugares. Se miraban muy felices. Era un momento lindo.

Mauricio fue a su lugar indicado, y Emilio continuó hasta llegar al altar, encontrándose con Ramón. Cuando Joaquín lo viera se desmayaría, Joaquín le habia dicho que Ramón le habia bailado. Nunca comprendió bien a que se refería hasta esos instantes. Ramón tambien era stripper. Ahora entendía porque no lo dejaron ir con Joaquín esa vez, lo llevaron a una despedida de soltero.

LA PROPUESTA [EMILIACO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora