CAPÍTULO 9

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Recuperando a Annie

Una semana después de que despertara, me encontraba en casa de Carlos preparado las cosas para el fallo a nuestro favor por la patria potestad de Annie cuando Carlos entró como un torbellino con una sonrisa... pero seguía sin ser una sonrisa que le llegara a los ojos pero feliz, me abrazó y se sentó a mi lado.

-Alis he conseguido una cita con una chica-dijo, estaba bastante emocionado, me gustaba verlo feliz pero aún así una punsada de algo parecido a los celos me atenazo el estómago, apesar de todo le devolví la sonrisa y le dije:

-Aún así la quiero conocer, no quiero que vuelvas a caer en manos de una como Sara-su sonrisa se ensancho.

-Ten por seguro que vas a conocerla-. Asenti y estaba a punto de seguir leyendo los papeles de Annie cuando sonó el timbre, me levanté inmediatamente y corrí a la puerta, la abrí y del otro lado había un agente de la CIA... ¿Qué había hecho para recibir una visita como esa?

-¿Allison Mckensi?- preguntó el tipo.

-Si soy yo-

-Su currículum quedó entre los seis nominados para obtener el puesto de médico forense que hay en la CIA-dijo mientras buscaba algo entre sus cosas para después entregarme un sobre amarillo con mi nombre enfrente- ahí está toda la información que usted pueda necesitar, la cita es el lunes siguiente a las 6:00 am, más vale que sea puntual. Hasta luego señorita suerte-fue todo lo que dijo y se fue. El próximo lunes tendría que estar allí y para entonces ya tendría a Annie de vuelta; volví a la sala con Carlos y le mostré el sobre de nominación, entonces una sonrisa verdadera surco su rostro... tenía que empezar a buscar un abogado para recuperar a Annie y esta vez sería un experto en el tema, yo tenía todas las de ganar esta vez. Encontré la tarjetita de presentación de un abogado especializado en casos familiares, lo llamé mientras Carlos preparaba la comida.

-¿Bueno?-una voz ronca me contestó al segundo timbrazo.

-Emmm... Buenas tardes soy Allison Mckensi y llamo para saber si usted puede ayudarme con un caso de patria potestad, es el segundo juicio, porque conseguí un fallo a favor.- hubo un silencio del otro lado.

-Bien, necesito hablar con usted en persona y necesito todos los papeles y el escrito del primer juicio-se oyó ruido del otro lado como de que buscaba algo-Nos vemos mañana a las nueve en punto-concluyó.

-Okey, muchas gracias allí estaré, ¿puedo llevar a alguien conmigo?-

-¿Está involucrado en el caso?-

-Si-

-Muy bien señorita claro que puede venir y por favor llámeme Clark-

-Bien Clark.-

Colgué sintiendo la esperanza volver a nacer en mi pecho.

-¿Con quien hablabas?-preguntó Carlos asomandose con todo y mandil desde la cocina.

-Con un abogado, he conseguido un fallo a nuestro favor para otro juicio-me levanté del sillón y caminé a la cocina atraída por el olor de la comida que preparaba Carlos, cuando llegué mi boca literalmente se hizo agua porque Carlos había preparado pasta a la boloñesa; le ayudé a poner la mesita de la cocina para empezar a servir y después comer, Carlos se veía bastante animado mientras que yo me sentía como un globo a punto de desinflarse, él se encontraba de pie frente a la estufa revolviendo la salsa para la pasta, me acerqué a él silenciosamente y lo abracé, dio un respingo a la vez que se volvía hacía mi.

-¿Qué sucede Allison?- preguntó a la vez que me acariciaba el cabello.

-Nada solo necesito un abrazo fuerte.-enterre mi cara en su pecho apretándome más contra él en respuesta el me abrazo más fuerte también y me besó la coronilla, soltó una mano del abrazo y me alzó la cara, no me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que Carlos me limpió las lágrimas que bajaban por mi rostro lo miré a los ojos y en ellos vi lo asustado que estaba, la tristeza que aún sentía y amor, me perdí en sus ojos y no lo vi agacharse, me mirada cayó en sus labios y haciendo acopio de toda mi fuerza los despegue para volver a verlo a los ojos entonces... me beso, un beso tierno y lento que no tardó en volverse desesperado y caliente que hizo que por la cercanía con Carlos sintiera a su amigo despertar y clavarse en mi vientre, mis manos viajaron hasta su cuello acariciendo todo a mi paso y él exigente me presionó más contra él arrancamdome un gemido que solo sirvió para que su lengua y la mia comenzaran una lucha entre ellas, él exploraba mi boca cada rincón, cada parte y yo no me quedé atrás cuando me agarró por el trasero y me levantó obligándome a enredar mis piernas al rededor de sus caderas sintiendo su erección contra mi centro, el contacto sobre la ropa aún era excitante, no sé en que momento llegamos a su habitación cuando sentí que me empujaba suavemente sobre la cama separándose de mi boca, me sacó la playera que llevaba y en ese momento todos mis sentidos se nublaron por la lujuria, Carlos comenzó a acariciarme los pechos por encima del sostén cuando el timbre rompió nuestra burbujita lujuriosa...

-No abras- dijo él ahora abrazandome susurrando palabras contra el hueco de mi cuello.

-Quien dijo que lo iba a hacer-dije mientras pasaba mis manos por su espalda ahora desnuda, se volvió a apoderar de mi boca y con su mano de mi pecho pero comenzaron a timbrar otra vez y esta vez más insistentes.

-¡Ah carajo! Tengo que ir sino nunca dejarán de timbrar-me safe de su abrazo y volví a ponerme mi playera bajé las escaleras mientras seguían molestando con el timbre.-Ya voy maldita sea- grité logrando que pararán de timbrar, cuando llegué a la entrada y abrí me encontré con una visita inesperada, del otro lado se hayaba... Andrew

EL AMOR DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora