CAPÍTULO 8

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El mar de oscuridad

Despertaba a ratos pero no podía abrir los ojos era como pelear contra una oscuridad que me invadía y me impedía llegar a ver a Annie y a Carlos; aunque en esos ratos de breve conciencia capte conversaciones que estando despierta no hubiese escuchado, la que más me llamó la atención fue una entre el doctor y Carlos:

-Doctor entonces ella va a despertar ¿verdad?-en la voz de Carlos se oía el miedo y la desesperación.

-Queremos creer que está en esta especie de coma...-coma... yo estaba en coma... ¿Cuántos días llevaba allí?, no pude seguir el hilo de la conversación hasta un rato después.-Su esposa es muy fuerte señor Carlos y usted debe proteger a su hija- dijo el doctor

-Estooo- hizo una pausa suspiró y dijo- ella no es mi esposa y Annie no es nuestra hija biológica y además cuando la madre de Annie se metió a la casa y...-volvió a hacer una pausa y escuché que ahogaba un sollozo-a Annie se la ha llevado su verdadero padre porque Sara se llevó la hoja original de adopción y perdimos el juicio aunque ahora Sara está en un centro de rehabilitación y luego tendrá que pagar su fianza...- me bloquee y en consecuencia el mar de oscuridad me volvió a sumergir en sus profundidades y esta vez lo agradecí, agradecí estar en coma y no haber pasado por el problema de empacar las cosas de Annie de verla llorar, agradecí estar casi muerta...

Volví a despertar mucho después, había alguien llamándome.

-Alis vuelve conmigo te necesito, me estoy hundiendo sin ti y sin Annie- lo escuché llorar y sentí sus lágrimas caer en mi mano- Dios...-susurró-Alis por favor ya no puedo yo...- no supe que iba a decir después la oscuridad me llevó lejos de Carlos incluso dejé de sentir su mano pero está vez no dejaría de luchar...

Desperté muchísimo tiempo después...

En cuanto abrí los ojos de lo primero que me percaté fue de que Carlos estaba sentado en un sillón muy cerca de mi; su rostro por lo general reluciente de alegría se encontraba apagado, tenía barba y unas horribles manchas negras bajo los ojos, estaba más delgado y distante, verlo así me recordó a la primera vez que lo vi en el baño de chicos con una soga al cuello y las muñecas marcadas con profundos cortes...

-Carlos-mi voz sonaba rasposa y dolía hablar y apesar de eso conseguí que despegara su vista de la nada y me mirará, en su rostro cenizo y demacrado se dibujó una sonrisa radiante- me puedes dar un poco de agua y decirme cuantos días llevo aquí- la sonrisa de Carlos decayó un poco pero aún así me acercó un vaso con agua para después llamar a una enfermera y decir con tono solemne-Llevas dos meses y medio aquí- sus palabras retumbaron en mi cabeza como harían en un abismo o cueva...

Y ahora estoy aquí en casa de Carlos otra vez una semana después de que desperté y mi voz aún sigue sin parecer mía, tengo problemas para dormir y hoy que he vuelto a estar en casa de Carlos las enormes ganas de llorar me pueden y me derrumbo, en la puerta aún sigue colgado el cartel de BIENVENIDOS que adorne junto con Annie, en las paredes aún estan sus garabatos y en la pared de la sala aún se puede ver una familia de tres personas mal dibujada que me mostró el día de la familia. Y entonces lo vi en uno de los sillones se encontraba aún su peluche favorito del gato Chesaire, casi podía apostar a que no estaba durmiendo bien por no tener a su gato y menudo alboroto debía estar causando; vagamente sabía que Carlos también miraba al gato, fue entonces cuando hice una promesa que cumpliría a cualquier precio:Recuperar a Annie

EL AMOR DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora