EL AMOR DE MI VIDA

CAPÍTULO 20

Recuerdos

Por fin es fin de semana, he estado esperando por este día desde el lunes que dejé a Annie en su escuela, Kian tuvo una misión hace poco por lo que hoy está de descanso, la semana se había hecho ya interminable y justo ahora que camino a casa es que me doy cuenta que me siento terriblemente aburrida, agotada y frustrada por no reunir el dinero suficiente para iniciar mi negocio, no he salido a ningún lado por la tarde y Andrew está de viaje en Kansas por lo tanto no había hecho nada. Cuando llego a la casa escucho risas, me extrañaría pero Kian dijo que él iría por Annie a su escuela, me quedo mirando por la ventana a Kian y a Annie en la cocina, no sé qué estarán haciendo, pero puedo verlos de espaldas en la barra desayunadora, hablan y ríen, me encanta verlos así, regreso a la puerta y entro, Annie dice "mamá" y corre hacia mí, extemdiendo los brazos, aún así de agotada como estoy la tomo en mis brazos aspirando su aroma.
-¿Cómo te ha ido pequeña?- pregunto estrenando su pequeño cuerpecito.
-Bien, la maestra ha dicho que mi dibujo era el mejor- dijo separándose un poco de mí para poder mirarme.

-A sí, ¿que has dibujado?-pregunto mirando sus ojos, sus pequeños rizos rubios y sus labios.
-A ti- dijo ella tomando un mechón de cabello que estaba fuera de coleta que llevaba, un sentimiento de felicidad y cariño me embargó por lo que la estreché más contra mi pecho, Kian se detuvo en la puerta de la cocina luciendo su sonrisa capaz de iluminar toda la ciudad, llevaba puesta una playera de cuello "uve" color rojo vino y un pantalón de mezclilla oscura, cruzó sus brazos y nos observó-mami-susurró Annie por lo que volví a mirarla- también he dibujado al tío Kian y a papá y la maestra quiere que vayas a verla por lo que expliqué del dibujo-Annie se veía avergonzada y temerosa a la vez, por lo que le sonreí, me acerqué a su mejilla y la besé.
-No te preocupes cariño, ¿cuándo tengo que ir?- le dije mientras acariciaba sus rulos.

-El lunes-su vocecita estaba ahora cargada de alivio,-el tío Kian y yo hemos hecho lasaña-
-¿En serio? ¡Qué delicia! -miré a Kian y le di un último beso a Annie-¿cariño puedes ir a poner la mesa por favor? -ella asintió y se fue, Kian la miró irse y luego yo lo miré a él, me dedicó una de sus sonrisas deslumbrantes y me abrazó.
-¿Cómo te fue?- preguntó al tiempo que se separaba de mi, no quería que separara aun por lo que lo volví a atraer hacia mi y lo abracé, amaba la sensación de seguridad que me brindaban sus brazos a mi alrededor, Kian pasó su mano de arriba hacia abajo por mi espalda-¿Qué sucede? Me estas asustando Als-
-Nada, simplemente quería que me abrazaras más tiempo- murmuré contra su pecho, entonces el separó mi rostro de su cuerpo.
-Repítelo que no te he oido nada-dijo con una sonrisa.
-No ha pasado nada, solo quería que me abrazaras más-
-Ay Als yo también te quiero- me volvió a abrazar y besó mi cabeza-vamos a comer-me liberó pero no soltó mi mano, dejé mi bolsa en el perchero y mis llaves en la mesa.
Cuando llegamos a la cocina Annie ya se había servido un pedazo enorme y tenía la cara llena de la salsa de la lasaña.
-¡Dios mío! Annie te serviste demasiado- dijo Kian medio riendo por lo que había hecho Annie.
-Es que se tardaron mucho y yo tenía hambre- Juan y yo reímos ante la ocurrencia de Annie, fue en ese momento que sentí que realmente tenía una familia, que aquella niña que había llegado más bien como un problema para un amigo se había convertido en mi razón de levantarme a tiempo cada mañana; sonriendo miré a Kian y me recargue en su costado, él me miró y sonrió también. Adoraba estos momentos.
–Mami– dice Annie sacandome de mi ensoñacion–¿podemos ir con el tío Kian a su siguiente misión?–su pregunta me extraña y miro a Kian quién sonríe y se encoge de hombros para luego decir:
–Tengo que ir a Disneyland–me río de su ocurrencia y sé inmediatamente que se ha inventado es misión por el cumpleaños de Annie; nada podría ser mejor...