CAPÍTULO 5

54 7 4
                                    

Día de campo.

Ha pasado una semana desde aquél beso con Carlos, los días habían transcurrido con rapidez entre las primeras palabras de Annie sus carreras por toda la casa en pañales ocuparon mi mente haciendo imposible que pensara en ese beso, después todo volvió a ser igual, Carlos iba a trabajar mientras yo cuidaba a Annie.

-¡Carlos se te hace tarde!- grité mientras cuidaba que Annie no fuera a parar al piso.

-Carajo. Als olvidé decirte que pedí el día libre para ir con ustedes- dijo bajando las escaleras tallandose un ojo únicamente con su pantalón de pijama-había olvidado que dormía únicamente con pantalón.-desde el otro lado de la cocina se oyó la risa de Annie que nos miraba fijamente.

-Discúlpame, no era mi intención despertarte...- su voz me interrumpió.

-No te preocupes está bien así podremos salir temprano- dijo Carlos mientras cargaba a Annie en brazos.

Serví café para Carlos y para mi, para Annie serví una avena sabor fresas con crema y una leche con chocolate.

-A ¿donde vamos a ir?- pregunté concentrada en mover el contenido de las tazas, estaba tan concentrada en no tirar el contenido que no escuché a Carlos bajar a Annie y mucho menos escuchar cuando entró a la cocina y se situó detrás de mí.

-A la playa- dijo prácticamente sobre mi cuello haciéndome dar un bote antes de voltear para encontrarme atrapada entre sus brazos y la encimera, poco a poco hasta que tuve que colocar las manos sobre su pecho desnudo y torneado, estaba cálido al tacto, mis mejillas ardían y casi podría apostar a que mis mejillas parecían dos manzanas rojas maduras-Te ves tan hermosa sonrojada- dijo besando la comisura de mis labios mientras tomaba su taza de café sonriendo de medio lado y dejándome impresionada clavada al suelo...

£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥£€¥

Media hora después estaba poniendole su bañador morado con flores rosas y lilas a Annie, y sobre el bañador un pareo rosa pálido. Yo en cambio llevaba un bikini azul agua con u short de mezclilla combinado con una playera blanca que dejaba entre ver mi vientre desnudo.

-¿Listas?-preguntó Carlos entrando con una bermuda color arena y una playera tipo polo roja.

-Listas. ¿Recuerdas dónde puse el salvavidas de Annie de hora de aventura?- Pregunté con Annie en brazos.

-Ya lo he puesto en el auto con todo lo que vamos a ocupar- dijo el mirándome mientras volvía junto a Annie y la cargaba-Se ven hermosas- murmuró acercándose a mí lentamente...

-¿Ya nos vamos?- pregunté poniendo una mano en su pecho para marcar algo de distancia.

-Emmmm... Pues sí- dijo saliendo como de un trance.
Media hora después

Annie se encontraba haciendo castillitos de arena a unos metros de nosotros, se veía tan tierna.

-Alis no te he agradecido por quedarte conmigo y con Annie, no sabes cuanto te lo agradezco...- lo interrumpí antes de que siguiera.

-Carlos tu no tienes nada que agradecer, eres mi mejor amigo y en parte lo hice por mí también- dije cerrando los ojos para que el sol me diera un poco de color ( agradezco tanto que no me ponga igual que un camarón cuando me expongo mucho al sol) estaba tumbada en la toalla cuando sentí que Carlos me tapaba el sol. Abrí los ojos para encontrarme con unos hermosos ojos oscuros y así de improviso como llegó me besó, pero el beso se rompió en el momento que escuchamos el llanto de Annie y descubrí que lo que acababa de hacer fue lo más estúpido me levanté de golpe quitándome de encima a Carlos. Corrí hasta donde vi a Annie con su palita para arena aún en su manita.

-¡Maldita seas chiquilla! Has arruinado mi comida- dijo la mujer tomando a Annie del brazo fuertemente.

-¡Oiga!¡Cálmese y deje a mi hija en paz!- grite hecha una furia corriendo a donde estaba la mujer engendro del diablo y mi preciosa Annie a quien cargué en cuanto estuve a su lado.

-¿Esa mocosa es tu hija?-

-Si- contesté acariciando a Annie.

-Pues bien, es hora de que me paguen la comida que echó a perder tu chiquilla-

-¿Pagar?- solté una carcajada sarcástica-Creo que mi hija ya pagó suficiente por su comida y además no sé cómo quieres...-

-¡¿Sara?!- escuché la voz de Carlos que se encontraba parado detrás de la mujer quien palideció al instante en que oyó su voz de Carlos, poco a poco se volteó para enfrentarse a Carlos.

-Hola Carlos-dijo sonriendo. Esto no podía ponerse peor-Si tu estás aquí...-hizo una pausa- entonces ¿esa niña es mi pequeña Samy?- preguntó mirando en nuestra dirección.

-Ella no se llama Samantha, se llama Annie y no es tu hija- dijo Carlos acercándose a nosotras acariciando la espalda de Annie que se encontraba con la cabeza escondida en el hueco de mi hombro.

-Pero yo te dije que quería que se llamara Samy y si es mi hija- se estaba acercando a mí así que me acerqué más a Carlos dejando a Sara con la mano que iba a tocar a Annie estirada.

-Tu no tienes derecho de elegir su nombre, Allison es su madre, ella ha estado con ella desde la primera vez que se enfermó hasta cuando me dijo papá, cuando dio sus primeros pasos y tu no, tu preferiste largarte y no hacerte responsable-.

A unos metros de nosotros se encontraba un joven rubio de ojos azules todo mojado y en bermudas, en realidad era un tío bastante bueno, despegue la vista de él y la clavé en el piso.

-Hola buenas tardes- dijo una voz profunda que supuse sería del rubio- Cariño ¿porque has tardado tanto?- volvió a decir él rodeando por la cintura a Sara.

-Hola- dije mostrando una sonrisa enorme- Soy Allison la madre adoptiva por así decirlo de la hija de Sara- en su rostro se instaló una mueca de sorpresa e incredulidad.

-Sara.¿tienes o tuviste una hija y nunca me dijiste?- preguntó él rubio- Perdón soy Andrew Reyes el prometido de Sara desde hace dos años-carajo, esto si podía ser peor.-¿Puedo cargar a Annie?- preguntó asombrado al ver el intenso azul de los ojos de Annie, dudando de hacerlo o no miré a Carlos quien simplemente asintió así que le entregué a Annie al rubio.

Carlos se había alejado un poco y en cuanto Annie estuvo un brazos de Andrew me di cuenta de que el parecido era increíble lo que quería decir que Carlos no era el papá de Annie.

EL AMOR DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora