CAPÍTULO 18

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¿Y Kian?

Han pasado ya dos años desde que me casé con Andrew, Carlos se ha mudado a Nueva York y me ha dejado su casa, no obtuve el trabajo del FBI y ahora trabajo en la misma cafetería en la que trabajó Carlos, Annie y yo hemos vuelto a vivir en nuestros respectivos cuartos en la antigua casa de Carlos con la diferencia de que ahora también vive con nosotros Andrew con quien me había casado hacía menos de seis meses estamos en abril y en el tiempo que ha pasado han sucedido muchas cosas, Carlos va a ser papá, Kian ha vuelto a ser mi amigo y junto con Annie salimos casi a diario, Kian se quedó con el trabajo del FBI, pero lo mejor de todo es que apesar de todo lo que ha pasado el seguirá siendo mi amigo incluso por eso hoy iremos por una nieve juntos. El día soleado presagia un día increíble por lo que voy directa a la habitación de Annie quien ya esta despierta solo que finge dormir, Andrew estaba de viaje por lo que la casa sería completamente de Annie y mía.
Me levanté de la cama dispuesta a tener un gran día, era mi día de descanso y pues haría todo lo que no he hecho durante la semana a punto estaba de emprzar a recoger la casa cuando el teléfono sonó, el identificador de llamadas solo ponía"número privado" no quien llamaba.
-Bueno ¿Quien habla?- pregunté con extrañeza porque por lo general no recibimos llamadas.
-Bueno ¿la señorita Allison?- preguntó la voz.
-Sí ella habla,¿Qué necesita?- por una extraña razón sentí miedo, un miedo que te atenaza el pecho y te provoca mucho dolor e incertidumbre, sentí mi pecho oprimir fuerte, la sangre correr por mis oídos y mi estómago cerrarse.
-Soy el agente Allan Parker, tengo que entregarle una informacion acerca del agente Kian, él nos ha dejado este número de contacto...- la sangre zumbaba en mis oídos-por lo que le pedimos que pase a recoger las cosas del agente-¿Qué había dicho antes?.
-Perdón ¿podría repetirme lo que ha dicho?- el terror se volvía inminente y me sentí enferma, yo debía de estar teniendo una pesadilla.
-Pase a recoger las cosas del agente, ha tenido un accidente durante una misión de reconocimiento y justo ahora se encuentra en el hospital-las lágrimas resbalaban por mis mejillas libremente-señorita lamento decirle esto pero es necesario que recoja las pertenencias hoy mismo, por lo que le daré la dirección a la que llevaré las cosas-un sollozo se escapó de mi boca e inmediatamente la tape con la mano que no tenía el teléfono y el hombre suspiró-¿Quiere que mejor las lleve directo a su residencia?- como estúpida asenti-¿Sigue allí señorita?-
-Sí-contesté con un hilo de voz-Le daré mi dirección...-las siguientes palabras salieron de mi boca casi de manera automática, el hombre mencionó una hora y después se despidió diciendo que lamentaba lo que había sucedido, también dijo que me traería una hoja con el nombre del hospital donde estaba Kian. Seguí escuchando el sonido del teléfono aún después de que el hombre colgara, una nube de irrealidad se apoderó de todo y yo me sentía increíblemente débil.
-Mami-escuché su vocecita y rápidamente me seque las lágrimas-¿Qué sucede?- se acercó corriendo-No llores mami por favor-dijo y me abrazó con su pijama rosa mientras acariciaba mi cabello, no sabía como decirle que Kian a quien quería tanto como si fuera su padre estaba en el hospital...
-Vamos a desayunar, cariño-dije secándome las lágrimas y sorbiendo por la nariz.
-¿El tío Kian vendrá a desayunar como siempre?-dijo saltándose de mi abrazo y sonriendo, se me partió el corazón y los ojos nuevamente se me llenaron de lágrimas.
-No cariño, hoy él tenía algo que hacer...-
-Mami-me interrumpió-¿Qué pasó con el tío Kian?-
-El tío Kian tuvo un accidente-al principio Annie me miró con un rostro de incredulidad digno de un Oscar pero después rompió a llorar. Las siguientes horas o minutos estuvimos abrazadas, yo podía sentir los temblores de su cuerpo a causa del llanto y dolieron tanto que yo también rompí a llorar.
El resto del día pasó como en una película a la que apenas has puesto atención y la recuerdas. Cuando el timbre de la casa sonó Annie se había quedado dormida de tanto llorar, me levanté como un robot automatizado, cuando llegué a la puerta por la mirilla vi a un hombre de tez clara y alto con una caja de cartón que se veía pesada.
-¿Quién es?- pregunté igual sin ganas.
-Soy el agente Parker-suspiró y miró al cielo- traje las cosas de Kian- abrí casi inmediatamente y tuve que levantar un poco la mirada e hice un movimiento de cabeza para que entrara- Gracias, sé que esto es duro pero tiene que revisar que estén todas sus cosas-
-Aún no se ha muerto- fue todo lo que dije antes de cerrar la puerta y quutarle la caja de las manos, él simplemente asintió.
-Ammm voy a anotar la dirección del hospital y la habitación aquí en ésta agenda y me voy a retirar ¿Está bien?- su mirada oscura se fijó en mi- arrancaré la hoja y la dejaré aquí para que no se te vaya a perder-yo solo murmuré un sí y él se retiró; llevé la caja a la sala y quité la tapa, lo primero que había era una foto de Annie, Kian y yo en el parque, era una selfie  que había quedado con un dedo en una esquina, recuerdo ese día, nos la pasamos tan bien...
-Kian gracias por traernos- dije, nos había llevado al parque para pasar el rato juntos ya que era la primera vez que Andrew había salido de viaje durante varios días y Annie había estado triste hasta que llegó Kian diciendo que nos tenía una sorpresa.
-No es nada, recuerda que me duele en el alma ver a Annie triste-dijo mirando a Annie correr a subirse a la resbaladilla una vez más, se veía preciosa con sus pantalones de mezclilla y su playerita morada del Joker-¿Quieres que ya comamos?- dijo al tiempo que empezaba a jalarme a una sombra de un árbol, de una mochila sacó un mantel verde con rojo y beige.
-Bueno pero que esto parece de película-me reí-pero si tengo hambre, ¿qué trajiste para comer?- sonrió.
-De todo pero primero voy por Annie-lo vi levantarse del mantel e ir tras Annie hasta que la atrapó haciéndola reir. Cuando llegaron al mantel de nuevo Kian me miró y comenzó a sacar comida, había traido ensalada y pan para sándwiches junto con una rosca de nuez y agua de sandía- Y he aquí servido el menú-dijo con un ademán-Pero primero quiero un recuerdo de nosotros en mi oficina, tomemonos una foto- Annie asintió y se acercó a mi al tiempo que Kian sacaba y preparaba su celular-A la de tres todos dicen wisky...-
-Mejor digamos caca de borrego-dijo Annie sacandonos una carcajada a Kian y a mi.
La foto se había llenado con mis lágrimas, abracé la foto y me quedé así un rato manteniendo el recuerdo en mi memoria. Tenía que ir a verlo ahora.
Media hora después de que decidí esto me encontraba aquí en la sala de espera sabiendo que lo han metido a quirófano. La sensación de impotencia solo se hizo más fuerte, necesitaba a Andrew.
-Bueno-contestó molesto
-Andrew necesito que vuelvas le han disparado a Kian y yo no estoy bien ¿podrías venir?- terminé la frase a punto de echarme a llorar una vez más.
-No puedo estoy ocupado-fue toda su respuesta antes de colgar, la rabia me invadió, su trabajo era más importante para él.
-Mami, ¿qué dijo papi?-lq vocecita de Annie me hizo reaccionar.
-Él-me agache para estar a su altura-no va a poder venir, tiene algo que hacer-
-¿Más importante que yo?- bien eso no me lo esperaba.
-No cariño es porque...-
-Familiares del paciente Kian Henderson- dijo un médico que llevaba aún puesto el traje de quirófano.
-Somos nosotras- dije levantando en brazos a Annie.
-Bien, la cirugía ha ido bien pero el paciente cayó en coma- el doctor tocó mi hombro- Sea fuerte señora Henderson, aún puede despertar-
-¿Cuando puedo pasar a verlo?- no me importaba que él creyera que yo era la esposa de Kian, yo solo quería verlo a él.
-En unas horas cuando lo trasladen a una habitación distinta. Por ahora me retiro- me soltó el hombro y se fue por el pasillo que había venido. Annie me miró con sus ojos bañados en lágrimas.
-Kian se va a despertar ¿Verdad?- con sus manos comenzó a limpiarse los ojos y empezó a sorber por la nariz.
-Claro que sí, nena, tienr que hacerlo-
Las horas pasaron y Annie la pasó dormida hasta que sucedió lo inesperado...
Llegó Carlos.

EL AMOR DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora