CAPÍTULO 11

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Recuperando a Annie 2
Allison
Salí de casa dando un portazo lo que Carlos había dicho me había hecho más daño del que quería admitir aunque aún no estaba segura porqué si nisiquiera novios somos así que simplemente lo que necesito es salir huir aunque sea unos minutos, por lo cual decidí ir a la cita que tenía con el abogado que me ayudaría a recuperar a Annie, primero llamaré a su despacho para saber si puede recibirme. Sabía que eso había sucedido la semana pasada pero aún me dolía y hasta ahora había logrado evitarlo bastante tiempo y esperaba seguir lograndolo, no tení ni las ganas ni los ánimos para hablar con él 
Llamada telefónica.
-Buenas tardes bufet Lancaster. Habla Zohar, ¿con qué puedo ayudarle?-
-Buenas tardes soy Allison Mckensi y quiero comunicarme con el abogado Lancaster-dije al reconocer la voz de la recepcionista.
-Un momento por favor-seguido de esa escueta frase escuché una melodía un poco aburrida.
-Buenas tardes señorita Mckensi que bueno que me llama porque el señor Reyes me ha llamado y está dispuesto a regresa  a  Annie con ustedes, claro que  con condiciones pero ya es algo y al parecer no quiere ir a juicio porque desde que Annie se mudó con él no ha estado bien de salud-Eso lo sabía de sobra había ido a mi casa hacía una semama-así que concrete una cita con él para mañana por lo que le sugiero estar aquí puntual con el padre de la niña-hizó una pausa y suspiró- si bien lo recuerdo señorita Mckensi recuperará a su hija sin ir a juicio y como no irá a juicio no le cobraré nada por las asesorías telefónicas, me alegra saber que tendrá a su hija de regreso-lo que acababa de decir era como si me dijieran: "Ha ganado la lotería sin jugar" por lo que lancé un chillido y sin importar lo enojada que pudiese estar con Carlos él merece saber lo que me acaban de comunicar y así como la idiota que soy retrocedi la calle que ya había avanzado y como alma que lleva el diablo.
Cuando estaba frente a la casa vi a Carlos hablar animadamente con una morena bastante guapa y como gas que se escapa se escapó mi alegría dando lugar a una tristeza enorme. Sé que es muy estúpido sentirme triste cuando él mismo me había dicho que lo que sucedió solo fue un calentón y que solo me veía como su amiga. Me di la vuelta y de nueva cuenta comencé a caminar, vagué por las calles como un alma en pena, sin ganas de hablar con nadie. Inconsientemente llegué a la playa, ver la playa surtió un efecto clamante en mi interior logrando que sin lugar a dudas fuera a una de las tiendas donde vendían trajes de baño.

La tienda era más grande de lo que se veía desde afuera, las paredes estaban tapizadas de modelos de trajes de baño muy variados pero yo no escogería uno de esos que todo el mundo trae puestos, yo buscaría en el área de diseños únicos, la tristeza que sentí con Carlos y la chica desencadenó una necesidad de cambiar de la que no era del todo consciente hasta que me enconté después en una pequeño spa llamado Change your look me anotè inmediatamente para todos los tratamientos, no tenía ganas de pensar, quería cambiar para olvidarme de todo lo que significaba ser yo.

Tres horas y media despúes

Salí con un color de cabello rojo oscuro y la piel un poco bronceada aúnque seguí exactamente igual en cuanto a el autoestima refiere por lo menos ahora sabía que me vería impresionante con el traje de baño que había comprado volví a casa para encontrarme con una escena poco alentadora: Carlos semi desnudo sobre la chica de la puerta...

-¡Oh dios Allison!- dijo levantándose y poniéndose colorado-No sabía que ibas a venir tan temprano discúlpame- la chica del sofá jaló una pequeña manta que tenía en el sofá.

-Creo que es horade que comience a buscar mi propia casa aquí vengo sobrando- dije saliendo de la sala para subir las escaleras a toda prisa e ir directa a mi habitación, gracias al cielo es insonorizada por lo que puse música a todo volúmen pensando: "Mañana será un mejor día".
Al día siguiente
Me levanté y como es rutina desde que volví del hospital salí a correr escuchando música la medicina del alma y del corazón aunque a veces seguía dudando en si realmente tenía uno o había desaparecido después de tantas roturas. Cuando volví a casa después de correr preparé café y omelets.
-¡Carlos!-grité desde la cocina, ayer por la tarde había estado tan cansada que no había podido fijarme si la amiguita de Carlos se había marchado-Despierta holgazan tenemos que ir con el abogado- continúe gritando-.
-Hola- me respondió la voz de una mujer en lugar de la voz de Carlos-creo que no nos hemos presentado correctamente-levantó una mano y la tendió hacía mi al tiempo que dijo-soy Alex-.estreché su mano y dije:
-Creo que tu ya sabes quien soy yo-inmediatamente solté su mano como si quemara-
-Oye te recuerdo eres la loca a la que molestaba en la escuela no es así chica suicida sabes ahora que tu mejor amigo está conmigo y tu rescatador ya no está veo que eres tan patética que ni siquiera pudiste andar con tu amigo pero pues lástima chica suicida porque ahora no hay quien te defienda en los baños de mujeres o quien despegue los post it de tus cosas, sabes tuviste a uno de los tipos más populares detrás de ti y no hiciste nada realmente eres estúpida-dijo burlándose tomando los omelets y cafés, realmente me había olvidado de ella y ahora ni siquiera apetito sentía ya así que simplemente subí a mi habitación y tomé una de las maletas que traje conmigo y mis cosas, empaque mi ropa y guardé en cajas todo lo que pude lo llevé abajo y llamé un taxi al tiempo que fui por una pañalera con ropita de Annie, biberones, pañales y su gato de Alicia en el país de las maravillas.
La cita era a las dos por lo que cuando llegó el taxista le pedí ayuda para subir mis cajas y maletas. Una vez todo dentro le entregué la dirección de un departamento amueblado que había visto en el periódico llegué hablé con el dueño y pague los tres meses de anticipo igual que el pago de alquiler, igual el taxista me ayudó a bajar todo del auto le pagué y se fue mientras que el dueño me ayudó a subirlas cosas al departamento.
Aún me quedaban veinte minutos antes de tener que pasar al bufet de abogados por Annie por lo que tomé de nueva cuenta la pañalera y salí para llegar a tiempo a la cita con el abogado.
Al llegar me dirigí inmediatamente al despacho del abogado Lancaster y la secretaria me permitió pasar diciendo:
-Señorita Mckensi que bueno que ya llegó porque su pequeña ya tiene tiempo llorando solo que no se escucha porque la oficina es insonorizada-y en efecto al abrir la puerta me encontré con Annie llorando en brazos de Andrew, no lo podía creer, en mi cabeza no cupo que Annie mi Annie estuviera terriblemente delgada y con unas horribles ojeras bajo sus ojos azules.
-¡OhDiosMio!-medio grité medio hablé.
-Buenos días señorita Mckensi-dijo el abogado sonriendome y levantándose para estrechar mi mano- Señorita Mckensi le agradecería que le diera algo a la pequeña para que guarde silencio en lo que nos ponemos de acuerdo sobre los términos y condiciones del acuerdo-asentí y tome a Annie en mis brazos y solo con eso su llanto se calmo un poco pero no fue hasta que le entregué su gatito de Alicia que se calmo, al poco tiempo comenzó a quedarse dormida pero escuché su barriguita gruñir y le ofrecí un Gerber de mango que devoró con rapidez y luego se durmió.
Vi en el rostro de Andrew la incredulidad ante eso y no me importó ahora Annie había vuelto a mus brazos.
-Bien primero los terminos y condiciones-dijo el abogado extrayendo un folio de su cajón-las condiciones del señor Andrew son: tendrá derecho a visitar a la niña tres veces por semana y un día deberá quedarse la menor con él. Tendrá derecho a elegir sobre la religión que se le impartirá además de la educación que recibirá, tendrá derecho a elegir en donde estudiará la niña.-indignante eso era, el muy idiota creía que yo no pondría condiciones pues muy mal porque ahora seguía yo.
-Ahora siguen mis condiciones, podría escribirlas licenciado Lancaster; son: 1era El señor Andrew tendrá que pagar una pensión de manutención en la que se incluya una parte para lo que necesite en la institución en la que la ponga. 2da No podrá ver a Annie hasta que se recupere totalmente pero deberá asistir a todas las citas con el médico y poner el 75% del total de todas las medicinas que requiera Annie. 3era yo estaré presente durante sus visitas. 4ta Deberá considerarme como la madre de Annie. Esas son todas.- no me había dado cuenta que mientras yo hablaba el abogado había escrito todas las condiciones en la computadora y justo ahora imprimía el documento.
-¿Está de acuerdo con las condiciones de la señorita Mckensi, señor Reyes?- preguntó el abogado mirando a Andrew; me acomode mejor y miré directamente a la cara a Andrew, su rostro reflejaba impresión y desición.
-Sí los acepto-su mirada se despegó de la mía y volvió su mirada hacía el abogado diciendo-pero tengo otra condición-dijo volviendo a mirarme a mí-está prohibido enamorarse del otro-esa era la condición más estúpida que había escuchado.
-Acepta esa última condición señorita Mckensi-dijo el abogado con un tono de aburrimiento increíble.
-Sí claro eso es sencillo-eso sería más fácil que hacer que Carlos se diera cuenta que me gustaba.
-Bien pues hagan el favor de firmar este documento,  en el cual se citan todas y cada una de las condiciones de cada uno, y apartir de ahora Annie pasa a ser hija de los dos, espero por amor a esta pequeñita dejen de pelear pero eso ya no es de mi incumbencia.- Firmé el documento y me dispuse a salir con Annie en mis brazos.
Al llegar a la planta baja la voz de Andrew me detuvo:
-Allison espera- Andrew venía corriendo hacía mi.-Vamos a comer juntos como familia ¿Quieres?-preguntó inseguro... Y ¿porque no?
-Claro- contesté con una sonrisa, aquí comenzó una parte de mi vida que sería increíble...
Ahora tenía una familia...

EL AMOR DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora