Capítulo 17

7 1 0
                                    

Abby:

Adam me mira con una sonrisa mientras saca su celular del bolsillo trasero de su pantalón y yo sigo sin entender nada. Se coloca el celular en la oreja y llama a quién sabe quién.

— Grace — ¿Grace? ¿Será su novia? — Necesito tu ayuda... Tengo una amiga y no tiene dónde quedarse... — la chica le dice unas cuantas cosas al teléfono antes de cortar.

La verdad no sé qué pasa, supongo que la llamó para que yo me quede en casa de la tal Grace.

— ¿Quién era al teléfono? — pregunto cuando veo que no me dice nada.

— Una amiga, su nombre es Grace — una amiga... — le pedí que te quedaras en su casa y aceptó, así que vámonos ahora.

— ¿Ya mismo? — inquiero apuntando hacia abajo con mi dedo índice.

— Sí, ahora mismo — contesta imitando mi gesto de manera burlona — Sólo una cosa más.

— ¿Qué más tienes para informarme? — pregunto cuando no dice nada.

— No preguntes por qué, por favor no lo hagas, pero ella me conoce como Christian, así que si ella menciona ese nombre, se refiere a mí y cuando ella esté, tienes que decirme así — me explica dejándome confundida.

— ¿Por qué la engañaste?

Sé que dijo que no preguntara, pero no puedo simplemente evadir el hecho de que le dio un nombre falso.

— Tengo mis razones, no hagas más preguntas, sólo hazme caso ¿está bien?

No queriendo llenarlo más de preguntas, asiento confundida sin decir nada, ¿cuáles serán sus "razones"?

* **

Grace llegó después de diez minutos y ahora mismo estamos en su carro dirigiendonos hacia su casa.

— Abby, ¿cierto? — habla Grace luego de que Adam se va a lo que asiento — soy Grace, amiga de Chris, trabajo en el bar en el que toca los fines de semana — me cuenta —... ¿Cómo se conocen ustedes dos?

Me quedo completamente paralizada ante su pregunta, no sé qué tanto puedo decir.

— Somos excelentes amigos, nos conocemos desde la infancia— miento.

Personalmente, no me gusta mentir, odio la idea de decir mentiras. Todas las mentiras en algún momento se descubren y, la verdad, no me apetece meterme en un problema.

Pero si lo pensamos de otra forma, si le dijera la verdad tal vez me metería en un problema también. Conclusión, Abby, no vuelvas a escaparte con un completo y lindo extraño.

— Oh, eso es muy lindo, ¿crecieron juntos? — pregunta.

No sé qué tanto sepa ella de él. ¿Sabrá que creció en un horfanatorio? o le habrá mentido con eso también... O tal vez él me mintió a mí, ¿y si su nombre en realidad es Christian y no Adam...? No, no lo creo por que su amigo le dijo Adam, o tal vez también le miente a él. Ay Abby, ¿en qué te metiste?

— No, nos conocimos en la escuela — vuelvo a mentir.

El silencio nos vuelve a envolver por lo que me siento aliviada de que las preguntas hayan acabado.

— Siento si te estoy llenando de preguntas, pero... — y aquí vamos de nuevo — ¿escapaste de tu casa?

Mi cuerpo entero se tensa de repente, ¿cómo lo supo? ¿Qué hago? ¿digo la verdad?, no, eso no.

— ¿Qué te hace pensar eso? — pregunto sonriendo nerviosamente.

Uno de los tantos problemas que tengo, es que tengo risa nerviosa, odio tener esto, pero simplemente no puedo evitarlo, cada vez que me encuentro en una situación tensa o rara, lo único que puedo hacer es reír o sonreír muy nerviosamente al punto de parecer una loca.

— Bueno... Considerando que eres claramente menor de edad, que lo único que cargas es un cuaderno y que tu ropa no parece de una persona sin hogar, pues supongo que escapaste — explica.

No lo voy a negar, fue un muy buen análisis y está completamente en lo correcto, pero, otra vez, no sé qué tanto puedo decir.

Me demoro un rato pensando una buena excusa de por qué estoy aquí sólo cargando un cuaderno, pero al no encontrar ninguna excusa creíble, decido decir la verdad.

— Pues... La verdad es que sí — digo sin más — sí me escapé, pero te rogaría no preguntar la razón de mi decisión.

— No preguntaré por qué, pero quiero que sepas que cualquier amiga de Chris, es mi amiga también y te ayudaré en lo que necesites — me apoya colocando su mano en mi hombro.

La verdad creí que Grace no me iba a gustar, no he conocido a tanta gente en mi vida y la verdad es que siempre me costó hacer amigos, pero ella me cae bien y la verdad que sus palabras en serio me hacen sentir bien.

— Muchas gracias Grace, aprecio mucho tu apoyo y tus palabras — le agradezco sincera a lo que ella responde con una amplia sonrisa.

Todo lo que resta del viaje, vamos en silencio, pero no es incomodo puesto que la música de la radio ambienta un poco el pequeño espacio, incluso escucho a Grace tararear un par de canciones que pasan. Por mi parte me reduzco a contener mis ganas de gritar mientras canto debido a la vergüenza tan grande que tengo.

***

Llegamos a su casa, más bien a su departamento. Me quedo sorprendida por el hecho de que es un pequeño departamento, no me malinterpreten, no estoy despreciando su departamento ni mucho menos, es sólo que creí que tendría una casa más grande teniendo en cuenta que Adam dio a entender que la casa en la que vive, se la dio su jefe.

— Bienvenida a mi humilde morada — exclama Grace sonriendo e invitándome a pasar extendiendo su brazo.

Entro al apartamento y la verdad es que es muy bonito. Lo primero que veo es un sillón de color gris y al frente un televisor bastante grande, detrás de la pequeña sala, hay una mesa de comedor que, al parecer su diseño original es para terraza. Al rededor de ésta hay seis sillas blancas de plástico. Y yendo hacia el lado derecho está la pequeña cocina. En definitiva un lugar muy acogedor.

— Es un muy lindo departamento — sonrío.

— Gracias — sonríe — ven — me invita haciendo un gesto con su mano para que la acompañe — te mostraré tu cuarto.

Grace me muestra dos cuartos diferentes que están al fondo, me explica que puedo elegir cualquiera de los dos y que también puedo dormir en la sala si así lo prefiero ya que el sofá es un sofá-cama y en el televisor de la sala puedo ver Netflix. Opto por quedarme en uno de los cuartos e instalarme ahí.

— Aprecio mucho todo lo que estás haciendo por mí — le agradezco.

— No es problema. Más bien, más tarde vamos a ir a comprarte algo de ropa, por el momento puedes tomar la ropa que está en mi closet con toda libertad — explica.

En serio no sé cómo agradecer a Grace por hacer todo ésto por mí, pero no puedo evitar pensar en Adam y el por qué de las mentiras.

Sólo Por Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora