Sólo Por Ti

Capítulo 3

Abby

Querida mamá:

Te extraño como no tienes una idea, mi padre sólo se encarga de regañarme y no puedo decir nada, llévame contigo por favor, quiero estar contigo, sé que allí me sentiría mejor que aquí.

Continúo leyendo la carta que le acabo de escribir a mi mamá. Cuando la termino de leer, comienzo a escribir un poco sobre cualquier cosa, lo primero que se me viene a la mente, es un bosque encantado en el que unos niños quedan atrapados, sí, es una gran idea.

Me aburro un poco de escribir y busco a Jaden ya que me dan ganas de jugar un juego de mesa.

— Jaden — lo llamo mientras lo busco.

— ¿Abby? ¿Me buscabas? — pregunta cuando lo encuentro.

— Sí, es que, me encuentro algo aburrida y estaba pensando en que, tal vez podríamos jugar un juego de mesa — propongo sonriendo.

— Claro que podemos ¿qué desearías jugar? — pregunta tan formal como siempre.

— Bueno, no lo sé, estaría completamente agradecida si tú eligieras el juego — le respondo.

— Por supuesto, no obstante, tendrá que esperar, su padre saldrá y requiere mi ayuda — explica por lo que yo bufo.

— No me parece necesario que lo ayudes, él es un adulto y tiene la suficiente capacidad para hacer sus cosas por su propia cuenta — me quejo cruzandome de brazos y frunciendo el ceño.

— Lo sé, pero para eso me contrataron, ahora, si me disculpas, iré a atender las necesidades de tu padre y regresaré en un santiamén — se despide dando por terminada nuestra charla.

No es justo que mi padre no pueda hacer por lo menos un maletín por si solo, siempre necesita que alguien lo atienda. Ser rico, no significa ser inútil.

Me siento en mi ventana otra vez pero ahora sólo miro hacia la calle ¿cuándo será el día en el que por fin podré liberarme de mi padre?, sé que no será al cumplir la mayoría de edad, él no me dejará en paz hasta que esté muerta. Aún no comprendo la razón por la cual no puedo salir de casa.

Mientras veo hacia la calle, diviso un puesto en dónde dice "Festival musical todo el mes", que lindo que hagan eso, hay algo que también me gustaría hacer, y eso es tocar el violín, lastima que a mi padre no le gusta, sólo quiere que toque la guitarra, ¿por una vez en la vida podría estar de acuerdo conmigo?, o por lo menos apoyarme.

— Abby — entra mi padre.

— ¿Qué ocurre padre? — pregunto levantándome de mi asiento.

— Joseph me llevará a una reunión de negocios, te quedarás con el personal, nos vemos más tarde — avisa.

— Nos vemos luego padre — lo despido también.

— Ah, por cierto, deja de estar en tú ventana, sólo vas a conseguir que te den más ganas de salir — sugiere.

Me resisto de rodar los ojos hasta que se va y lo hago. Si cree que va a poder alejarme de mi único lugar de paz, entonces está muy equivocado, él me puede prohibir salir, me puede prohibir hablar con las personas, pero no me puede prohibir el estar en mi ventana.

— Abby — llama Jaden tocando la puerta que mi padre dejó abierta.

— Puedes ingresar — respondo sentada sin siquiera mirar a la puerta.

— Ya me desocupé, y elegí un juego — avisa mostrándome el juego, scrable, por supuesto que iba a escoger ese.

— Gracias — agradezco aún sentanda en mi lugar esbozando una leve sonrisa.

— ¿Hay algo que desearías contarme? — pregunta Jaden sentándose al lado.

— Mi padre, sabes que siempre es mi padre — suspiro cansada.

— ¿Qué hizo tu padre que te disgustó? — pregunta amable.

— Me dijo que me alejara de mi ventana porque eso sólo me daría más ganas de salir.

— Bueno... Míralo por este lado y te ruego que no te enfades conmigo — pide — si tú te mantienes mirando la calle, a la gente, más ganas de salir te provocará — explica cuidadoso por lo que yo abro la boca anonadada.

No puedo creer que esté de acuerdo con mi padre, mi ventana es el contacto más cercano que tengo con el exterior.

— Mi padre y tú están muy equivocados, eso no es cierto y ahora te ruego que te retires — pido molesta mientras agarro un libro que comienzo a leer.

Lo esperaba de mi padre, pero Jaden me sorprendió, no puedo creerlo.