AFERRATE A MÍ [LEVI ACKERMAN X OC]

-8-

Dannete miraba las cruces de las tumbas de sus subordinados, la recién expedición había sido sido igual que las otras, no avanzaban mucho pero las perdidas seguían en aumento. La rubia no se sentía bien, tantas muertes por culpa de gentes idiotas.

Soltó un suspiro y se puso firmes, llevando su mano dominante al corazón. Para muchos ese saludo significaba que le entregarían su corazón al Rey, pero la realidad es que ella lo tomaba de otra manera, significaba demostrar que eres capaz de realizar lo que sea por la gente de amas. Ella lo lograría, llevaría esta a gente a su libertad, e iría personalmente a romperle la cara a su estúpido hermano mayor. 

Después de unos segundos giro sobre sus talones, justo en la orilla del bosque recargado de un árbol estaba el pelinegro cruzado de brazos, y a su lado estaba Tersa, los dos únicos sobrevivientes de su escuadrón. Levi mantenía la misma expresión indiferente de siempre, mientras que Tersa se notaba retraída, ni en sus peores pesadillas se había imaginado en algo como aquello. 

-¿Seguirán a mi lado?

-¿Qué pregunta estúpida es esa?-pregunto el azabache molesto-, eso es más que obvio. 

Dannete sonrió de lado, una pequeña sonrisa en la que le agradecía el muchacho, pronto paso sus orbes azules a Tersa, la chica se había llevado sus manos a su cabello ondulado. 

-No tienes por qué continuar aquí-continuo diciendo la rubia, Tersa levanto la mirada para verle. El sol hacia que el cabello de la capitana pareciera finos hilos brillantes, y sus ojos azules era del azul más hermoso que había podido ver en toda su vida. 

Lauren, Malein y Gregori habían muerto por no escuchar correctamente a su capitana, y por intentar impresionarla, había ido directamente a ser devorados por lo titanes. Lo que estaba ahí enterrado a unos metros de ellos, era apenas unos restos de ellos. 

Levi miraba de reojo a su compañera, sabía que estaba aterrada a la idea de volver a salir. Tal vez lo mejor para todos es que se quedara dentro de las murallas. 

-¡Me quedaré!-grito la chica con decisión mientras le levantaba. Era un poco más alta que Dannete, incluso que Levi.

-¿Segura?-la rubia también tenía esperanza a que se cambiara a la policía militar. 

-¡La seguiré al mismo infierno si es necesario!

Tanto Dannete y Levi se sorprendieron a las palabras tan bruscas de la muchacha. La capitana no tuvo más remedio que demostrar una sonrisa retorcida llena de orgullo. 

-Bien, en ese caso es mejor que entrenes mucho más, aun estas muy verde. 

La chica asintió, ella estaría al lado de su capitana hasta el día que Dios se lo permitiera. 

***

Los días pasaban, estaban en espera de los nuevos reclutas que mandaría Pixie. Pero eso tardaría unas cuentas semanas, ahora todos estaban enfocados en entrenar, cultivar y alguno que otro proceso político o administrativo. 

Justo ese día era el día libre de Dannete y sus dos subordinados. Tersa se había vuelto un poco más centrada, ya no jugueteaba tanto como antes y tampoco tonteaba por Levi, seguía demostrando que el chico era de su agrado, pero al menos él ya se sentía atosigado. 

-¿Irás a algún lugar en especial?-pregunto el chico a su capitana. 

-Quiero caminar, eso es todo...¿Tu qué harás?

-No tengo nada en especial que hacer. 

Dannete sonrió un poco ¿Quieres ir conmigo?...podemos pasar a una tienda de hierbas, ahí tienen variedades de té.

-Me agrada la idea. 

Dannete invito a Tersa, pero esta se negó al sentir el aura del azabache. Ya lo estaba pensando desde hace algunos días, pero Levi nunca se ha demostraba incomodo con la rubia, y siempre la escuchaba con atención a cualquier cosa que dijera. Además, Dannete lo miraba incluso en las expediciones, siempre estaba al pendiente de él. Tal vez se gustaban pero ninguno era capaz de externar su sentir, ella les ayudaría, pero su esperanza con Levi no iba a morir hasta que ella mismo lo viera besándose con otra mujer. 

***

-Distrito Shinganshina-dijo Dannete.

Levi paseaba su mirada por el pueblo, no era tan diferente a los demás. Pero la razón importante ahí era ¿Por qué ese sitio?....el no sabía que Dannete tenía planeado esa visita a propósito, de vez en cuando, tenía curiosidad por ver al tercer hijo de su padre. 

-Ven, vayamos por acá. 

-Supongo que tu lo conoces mucho mejor que yo, así que guíame. 

Dannete asintió con gusto, antes de comenzar adentrarse entre las calles, tomo la mano del azabache. Era cálida y por una loca razón, pensaba que encajaba perfecto con la suya. Ese pensamiento también lo tenía el chico, que acepto el agarre, aferrándose a la mano de la rubia. Seguramente parecerían una tonta pareja de enamorados, pero eso lo tenía sin cuidado. 

Avanzaron entre las calles, mirando y comprando algunas cuantas cosas que les hacia falta, como bolsitas de té de manzanilla, también una navaja, cosas de importancia. Terminaron en una pequeña loma llena de flores silvestres, mirando la imponente muralla que separaba aquel poblado del horror de los titanes. 

-¿Por qué este lugar?-pregunto el azabache mirando de reojo a la chica. 

Dannete sonrió triste, si le decía la verdad, seguramente la intentaría matar ahí mismo. Pero tampoco se sentía cómoda mintiendo, así que modifico un tanto la historia. 

-Aquí vive mi padre-respondió-, el biológico...con su nueva familia. 

Levi se sorprendió, el tema de su familia era muy poco concurrida. Era algo que la chica siempre intentaba evitar. 

-¿Lo vienes a ver?

-No, el no me interesa. Tampoco me interesa su esposa e hijo, simplemente que es curioso como puede seguir tan tranquilo por la vida, sin sentir ningún remordimiento. 

-Los abandonó ¿No?...a ti y a tu hermano. 

-Sí jaja así fue.

-¿En donde esta tu hermano?

-Si Dios quiere, ese maldito debería de estar muerto-la forma tan cruda de decirlo impresiono al chico, el odio de voz era más que obvio. 

Estaba por contestarle pero el ruido provocado por unos niños no se lo permitió. Eran tres mocosos, uno rubio de ojos azules, una niña pelinegra de ojos grises y por ultimo, una pequeño moreno de ojos verdes.

-¡Ya te dije que yo puedo!-gritaba el de orbes verdes. 

Pero la niña sin preguntarle ni nada había tomado gran parte de la leña que llevaba el chico en la espalda. Los niños se detuvieron al sentir la presión visual, y miraron hacia arriba, observando a la chica rubia que vestía con una falda larga negra con una blusa de manga larga de color beige. Mientras que el chico de al lado, unos pantalones verdes con una camisa café. 

-¿Quienes son ustedes?...no los hemos visto por aquí-grito Eren a la defensiva. 

-Metete en tus propios asuntos, mocoso-respondió Levi. 

-Somos de la Legión de Reconocimiento, es nuestro día libre-respondió Dannete con una suave sonrisa al final. 

Los niños quedaron asombrados, la Legión de Reconocimiento era la más genial de todas. 

-¡Increíble!-grito con una gran sonrisa el castaño. 

Dannete miraba con tranquilidad al niño, había crecido un poco de la ultima vez que lo había visto.

-Será mejor que se vayan niños, ya es algo tarde para que estén afuera de sus casas-indico la rubia. 

Los niños asintieron, se fueron alejando con rapidez mientras que miraban a los adultos de vez en cuando. 

Una suave brisa levanto el cabello de Dannete, Levi la miraba atento. Esa chica tenía mucha paciencia con los niños, seguro sería una buena madre.