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No podía conciliar el sueño, y estar moviéndose de un lado para otro sobre esa cama, no le estaba ayudando en nada. Se puso boca arriba de manera frustrada, estaba cansada, pero dormir significaba ver otra vez aquella escena tan terrorífica para una pequeña.

-Maldición-susurro sentándose sobre la cama.

No había mucha luz que entrara por sus ventanas, el cielo estaba cubierto por numerosas nubes. Tal vez no era buena idea, pero daría un pequeño paseo. Se levanto y se quitó el camisón para ponerse un pantalón y una blusa blanca, no quería ser encontrada con un camisón blanco rondando por ahí.

El silencio de la noche era relajante, los pequeños sonidos de los animales hacían una melodía tranquilizadora. Lastima que había sido interrumpida por gritos de dos chicos.

-¡Isabel!

Dannete se detuvo al escuchar los pasos acercarse hacia ella, y con agilidad brinco la pequeña barda del pasillo, cayendo sobre el pasto, agachando su cuerpo para no ser vista.

-¿Cómo es posible que no nos tome en cuenta?-decía la chica bastante frustrada.

-No podemos dejarlo ir solo-ahora era un chico el que hablaba-. Los tres debemos hacerlo juntos.

¿Hacer qué? Se cuestionaba la rubia.

-Vamos, no podemos dejarlo así-continúo diciendo el chico.

Se escucharon sus pasos alejarse con rapidez. Dannete miro el cielo, vaya que se habían metido en un gran problema, suspiro triste, tal vez debería matarlos esa misma noche.

Los siguió hasta el tejado del edificio, en ningún momento captaron su presencia. Pero eso no era de sorprenderse, la chica era de las mejores soldados. Se quedo detrás del muro que dividía el interior del exterior.

-¡No es lo mismo! ¡Este cielo y el cielo de ese lugar, no es lo mismo! – gritaba la chica con bastantes ganas - ¡Mira!

La chica pudo ver como la luz de la luna comenzaba a iluminar todo, con cuidado asomo la cabeza. Los tres chicos estaban sentados en la orilla, mirando el cielo.

-Es verdad, este cielo es inmenso-apoyo Farlan-, no tiene nada que ver con el submundo.

Los ojos azules de la rubia se posaron sobre el estrellado cielo, era bonito, sí.

-¡Los tres debemos salir al mismo tiempo!-seguía diciendo Isabel.

-Levi, confía en nosotros-Farlan.

Hubo un pequeño silencio, pero después de apreciar una sonrisa por parte del azabache, este afirmo, y dijo que confiaba en ellos. Dannete regreso su mirada al interior, su pensamiento lógico era salir y darles la cara, para descubrir sus verdaderas intenciones. Pero su instinto, sabía que tenían un propósito, uno del cual habían aceptado con tanta facilidad a la Legión de Reconocimiento, sin saber lo que les esperaba. Sentía pena por ellos, eran demasiado ingenuos.

Despego su espalda de la pared, y sin mirar atrás, se comenzó alejar en silencio. Esos chicos, apenas conocerían el verdadero infierno.

***

Al final no durmió nada, otra vez, estaba en el comedor con una taza de té caliente en sus manos. Mirando el liquido en su interior, esperando a que entraran sus camaradas. Después de unos minutos, comenzaron a llegar, muchos la saludaban, Dannete simplemente asentía con la cabeza.

Después de media hora, todo el comedor estaba lleno, con la rubia estaba Erwin, Hanji, Flagon y otros capitanes. Pero en la mesa de enfrente se encontraban esos tres.

AFERRATE A MÍ [LEVI ACKERMAN X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora