Un retrato nunca elaborado. (Editando)

~Capítulo 15~

Las palabras retumbaron en su cabeza, como cuando gritas y escuchas el eco de las palabras que cada vez se alejan más y más, ¿Accidente? ¿Coma?, Dejo caer el teléfono de sus manos, sin importarle que fuerte que se pegara, tenía la mirada perdida, se dejó caer contra la pared, para luego escurrirse lentamente hasta llegar al piso, no puso evitar acomodar su cuerpo en posición fetal, no sabía que pensar, tenía la mente vuelta nada, muchos pensamientos llegar le llegaron a la cabeza, problemas que tendría, ahora solo se tenía a sí mismo, como si su actual soledad no fuera suficiente, antes aceptaba que su soledad era falsa, pero ahora, solo tenía una cosa clara: jamás se había encontrado tan cerca a ella como lo estaba en ese momento.

¿Qué se supondría que haría ahora? ¿Sus estudios? ¿Quién cuidara la casa? ¿De que vivirá ahora? Obviamente no estaba preparado para dar el gran paso de una clara independencia. Pasaron alrededor de 3 minutos en los cuales Adam aún se encontraba en el suelo, para fueron como la mismísima eternidad, ya ni le importaba el ruido del teléfono descolgado, cerro sus ojos por un momento, debía aclarar sus pensamientos.

-Te llamas Adam, tu madre murió de cáncer, vives solo con tu padre, se te dificulta hacer amistades, tienes diecisiete años de edad, tu padre... Tu padre se sufrió un accidente dejándolo en estado de coma, ¿tu vida? No tienes ni idea que será de ella. - Dijo en su mente, mientras apretada con más fuerza los parpados, solo para sentir como sus lágrimas bajaban con más fuerza.

Abrió los ojos lentamente, recordó lo que el médico le había dicho: "Ven de inmediato", era tarde, y el hospital se encontraba a unos 7 minutos a pie desde su casa, 4 y medio si corría y el tenia por seguro que correría, y así fue, tomo todo lo necesario y salió prontamente de por la gran y vieja puerta de madera blanca, corría, corría muy rápido, sentía como las lágrimas salían por sus ojos para luego ser expulsadas de su casa por el viento, nunca había corrido a esa velocidad, cruzo las calles como un loco, solo quería llegar, quería ver a su padre, no para de repetirse a sí mismo que todo iba a estar bien, pero él sabía que no sería así, de seguro ya toda su familia estaría en el hospital exaltada y rezando por la salud de su padre, pero para su sorpresa, no era así.

Al llegar al hospital, empujo bruscamente las dos enormes puertas de cristal, corrió al mostrador. - Vengo aquí para saber cómo se encuentra mi padre, me dijeron que sufrió un accidente, se llama Andrés, por favor dígame como se encuentra. - Dijo con la voz ahogada, mientras tomada grandes cantidades de aire.

-Deme un segundo. - Contesto la señorita de la recepción, en ese instante, comenzó a teclear en el ordenador enfrente de ella a una velocidad inimaginable, luego de unos instantes miro al chico. - Puedes sentarte por ahora cálmate, respira y toma un vaso de agua, ya viene el médico para hablar con tigo, pero necesito que llenes este formulario. - Dijo mientras le extendía un bolígrafo y una hoja con casillas que se suponía que él debía llenar con información personal de él y su padre. - ¿Ya le han avisado a algún otro familiar? - Pregunto Adam ya un poco más calmado. - No señor, Lo haremos hoy (si, ya eran más de las 12 de la mañana) cuando tengamos todos los exámenes y diagnósticos listos, le avisamos a usted porque según la información que nos dieron, usted es el familiar más cercano. - Respondió la señorita.

Pasaron algunos minutos, Adam termino de llenar el formulario y se lo entrego devuelta a la señorita junto con el esfero, en ese instante apareció el doctor, - ¿Eres Adam? - Pregunto el hombre que portaba una bata blanca, - Si señor. - Contesto el chico. - Vale, esto que te diré no va a ser fácil, y lo entiendo, pero quiero que por favor tomes esto con calma, sé que te costara. - Dijo mientras miraba fijamente los ojos llorosos de Adam. - Tu padre sufrió un gran accidente, este lo dejo en un estado de coma, aún no sabemos magnitud de su coma, los resultados nos los darán mañana, así que mañana junto con toda tu familia se los diremos, aparentemente el accidente fue causado por un conductor en estado de embriagues. -

Adam no lograba entender, ¿Por qué justamente a su padre? La única persona cercana que le quedaba, ahora deberá enfrentar la vida cara a cara, una vida de soledad, una vida de decepciones, una vida... verdadera.

-Tu padre muestra fuertes heridas en el cráneo, costillas y columna, pero como dije antes, solo sabremos qué tan peligrosas pueden llegar a ser con los resultados que llegan hoy en la tarde, ahora escúchame muy bien, necesito que vayas a tu casa, te calmes, duermas bien, y esperes nuestro llamado para que vengas mañana para oír los resultados, te recetare unos calmantes para cuando te sientas exaltado, ¿Vale? - Dijo el doctor, Adam no podía hacer más que asentir con la cabeza.

Durante su camino de vuelta a casa, camino a paso lento, duro más el trayecto del hospital a su casa, pero logro llegar a eso de las 3 y media, ni estaba consiente cuanto duro en el hospital, al llegar a su casa, apenas fue capaz de abrir la puerta, arrastraba los pies con la mirada perdida, con gran esfuerzo logro subir las escaleras, solo para llegar a su habitación y tirarse en la cama, cayendo en un profundo sueño.

Durante toda la noche no pudo dormir bien, no paraba de sudar mientras dormía y de despertarse repentinamente, se tomó un par de pastillas que le había recetado el médico, para ese tipo de ataques, no se paró de la cama en todo el día, solo un par de veces para ir baño, y ya.

Adam pudo percibir el sonido del teléfono sonar por toda la casa, bajo corriendo a contestar, seguramente era el doctor, tomo el teléfono con fuerza y se lo llevo a la cara con brusquedad.

­- ¿Hola? - Contesto el chico rápidamente, - Buenas tardes, ¿El señor Adam? - Dijo una señorita del otro lado. - SI, si señora ¿Qué ocurre? - Necesitamos que venga de inmediato al hospital, tenemos el resultados de los exámenes del su padre. - Declaro la señorita. - Iré enseguida. - Articulo Adam solo para colgar y salir corriendo por la misma puerta blanca de siempre.