~Capítulo 6~

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Adam se levantó bastante apurado de nuevo, esta vez se percató de llevar su capota con él, al estar vestido y con sus materiales listos, bajo corriendo abriendo rápidamente la puerta y cerrándola con un fuerte golpe, camino con su capota puesta hasta llegar a las enormes entradas de su instituto.

Al entrar noto a Jane mientras caminaba con sus amigas, la vio fijamente, la chica noto como el la observaba así que ella cruzo miradas con el mientras lo fulminaba con la mirada, Adam vio como Cristina lo observaba mientras sonreía, el no pudo evitar mirar hacia otro lugar, él no lograba entender a Cristina, sacudió su cabeza rápidamente y se dirigió a su sala, al entrar observo como Ana hacia sus garabatos en su libreta.

Adam quería ir a preguntarle sobre el retrato de Jane que ella dijo que haría, pero vio que estaba ocupada en sus propios asuntos así que decidió preguntarle al inicio del descanso.

El chico podía notar como durante toda la clase Cristina lo miraba entre ojo, en verdad que el no sabía que le pasaba a aquella chica.

― ¿No será que...? ― Se preguntó a sí mismo ― ¡NOO! , eso no puede estar pasando ― murmuro sorprendido.

Era imposible que él le gustara a Cristina. ¿Un chico tan patético y tímido como él? Era imposible que una chica como Cristina se fijara en él, o bueno... eso creía el, decidió ignorarla y prestar atención a lo que el profesor explicaba.

Al sonar el timbre alisto sus cosas y rápidamente se dirigió a donde se sentaba Ana, la chica al notar que el la observaba no pudo evitar sentirse incomoda.

― ¿Y bien? ¿Cómo vas con el retrato? ― Pregunto Adam interesado.

Ana al notar la pregunta que el chico le había dicho se intimido, no sabía que responder, ella ni le quería hacer el retrato puesto que el no la recordaría a ella, sino a Jane.

― Esto... Pues... Veras...Es complicado hacer un retrato, y más con las proporciones de esa chica ― Dijo Ana sacando una excusa rápida.

― Lo se... su cara es perfecta ― Comento Adam rápidamente mientras observaba a Jane que se alejaba rápidamente del salón.

Ana al notar dicho comentario no pudo evitar soltar un pequeño grito, notaba como sus lágrimas empezaban a fluir, sería terrible si el chico la notara llorando ante ese comentario, decidió tomar sus cosas con rapidez y salir corriendo sin decir una palabra.

Adam quedo estupefacto ante la reacción de la chica, era peor a como reacciono en la biblioteca, el chico al notar como Ana se alejaba, no tenía ni palabras que describieran su reacción.

― ¿Pero qué...? ― murmuro Adam.

Decidió no prestarle mucha atención, pero dentro de su mente no podía evitar pensar en eso, intentaba olvidarlo pero simplemente no lo conseguía, Se paró rápidamente y fue directo a buscar a su amigo.

Dane estaba en el pasillo como casi siempre en los descansos, al ver a Adam noto como el chico caminada con los hombros encogidos y su capota puesta, soltó un suspiro y camino hacia él.

― Algún dio voy a deshacerme de todas tus capotas, me están empezando a irritar, si no pasaras todo el día escondido bajo ella de pronto no te sentirías así ― Dijo Dane.

― Lo se... pero simplemente no puedo ― Contesto Adam.

Claro que no podía, su capota para él representaba seguridad. Para Dane era sencillo decir que podría vivir sin ellas, pero él sabía que no.

Dane suspiro, acto seguido ambos chicos se dirigieron al patio. Dane noto como Ana estaba sentada en un lugar del patio alejada lo suficiente para que nadie notara que estaba ahí, la chica lloraba y se secaba sus lágrimas con las mangas de su saco, seguramente no quería llamar la atención de nadie, Dane no pudo evitar sentir pena por ella, respiro profundamente y soltó un gran suspiro.

Al sentarse Adam noto la cara de preocupación de Dane.

― ¿Qué ocurre? ―Pregunto Adam con curiosidad.

Dane miro a su amigo, esperando que él ya lo supiera, pero Adam era demasiado despistado como notar el estado de Ana.

― Nada... ― Contesto.

― Bueh... Cambiando de tema, ¿Cómo estas con respecto a la cita del viernes? ― Pregunto Adam con entusiasmo.

― Genial y algo nervioso debo admitir ― Contesto Dane ― ¿Y tú como vas con Jane? ―

Adam no pudo evitar soltar un suspiro.

― Terrible, me detesta por lo de su cabello, pero eh logrado conocer más a una de sus amigas ― Contesto Adam,

― ¿En serio? ¿Y quién es? ― Pregunto interesado Dane.

― Cristina ―

― ¿En serio? Podría jurar que le gustas a esa chica ―

Adam el escuchar el comentario de su amigo no pudo evitar sorprenderse, ¡Era imposible que él le gustara a Cristina!

― Soy bastante torpe y poco interesante como para gustarle ― Se dijo a si mismo Adam.

Dane al notar la cara de sorprendido que traía su amigo, no pudo evitar reírse.

― Es imposible que seas tan despistado, peor bueno ya te darás cuenta ― Dane fue interrumpido por el timbre y ambos se dirigieron a sus respectivas salas.

El timbre que marcaba el final de la jornada había sonado, Adam decidió ir a hablar con Ana por lo de la mañana, se levantó, tomo sus cosas y se dirigió hacia su puesto

― ¡Oye Ana! ― Grito el chico mientras se acercaba a ella.

Ana al ver que quien la llamaba era Adam tomo sus cosas y salió corriendo fuera del salón, Adam al notar de nuevo otra de las inesperada reacciones por parte de la chica decidió seguirla, noto como corría por el pasillo bastante transitado pero él no le prestó atención a las demás personas, y salió corriendo detrás de la chica, Adam se estrelló can varios otros estudiantes, pero no me importaba, solo quería hablar con Ana, pero al ver que la chica ya había logrado salir del edificio decidió darse por vencido, al notar que estaba afuera, se puso su capota y salió hacia su casa, durante el trayecto lo para de evitar en Cristina y Ana, por una parte no entendía el comportamiento de Cristina y por la otra no comprendía el por qué Ana reaccionaba de esa manera tan extraña.

Al llegar a la puerta de su casa, empezó a buscar en los bolsillos de sus pantalones para sacar al llaves, el chico al darse cuenta que solo traía el móvil decidió buscar en su maleta, seguramente las puso ahí al salir del instituto, abrió su maleta y reviso, tampoco estaban, intento pensar donde podrían estar. ¡Pero claro! ¡Las había olvidado en el piso de la cocina al salir apurado en la mañana!

Timbro varias veces pero nadie respondía, seguramente su padre seguía en el trabajo, saco su móvil del bolsillo y le marco, dio un gran suspiro ya que su padre aun le faltaban algunas horas de trabajo, decidió marcarle a Dane para ver si podría ir a su casa, pero nada... el móvil de Dane lo mandaba a buzón, intento pensar en algún lugar para poder ir y no quedarse afuera toda la tarde, solo un lugar le vino a la mente, la biblioteca

Al llegar a la biblioteca entro por las enormes puertas, Adam ya sabía dónde quedaba la zona de lectura así que al entrar le sonrió a la recepcionista la cual se la devolvió, cruzo los grandes pasillos llenos de libros y al llegar a la zona noto como solo una persona estaba ahí.

Era Ana.

Un retrato nunca elaborado. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora