결백 한 Innocent [Vkook]

Capitulo 20

La vida es linda, la sensación de estar vivo y libre era algo que siempre había anhelado, atado a una vida donde cada acción suya era un escándalo, no consiguió otra escapatoria que crear una realidad diferente, donde él era su propio limite..., por eso nací yo ¿No, Jungkook? Te traje libertad, la opción de divertirte y disfrutar un poco más la existencia, narrando tus homicidios como si fuesen una de aquellas novelas que pasaban noches de lluvia leyendo. Eras, no, éramos felices entonces ¿Por qué destruiste nuestra realidad?¿Por qué vendiste tu libertad por alguien más?¿Así quieres terminar?¿Siendo estos violentos tratos los últimos toques que va a recibir tu cuerpo?

  Atado a una silla frente a ventanas que, aunque no llegarás a mirar para afuera, sabias que hay gente del otro lado, gozando con tus últimas respiraciones, esperando ver como tu corazón se detenía y tu tibio cuerpo perdía aquella calidez hasta volverse frío, helado.
 
   Tu respiración tranquila a pesar de que querías llorar, ahogado con ese nudo en tu garganta que se intensificaba cada que pensabas en qué, si quedabas atado y luego de morir te volvias un fantasma, estabas condenado a ver como Taehyung elegía a alguien más para regalarle sus sonrisas, sus toques y bromas. Condenado a ver como tu hyung envejecia y te olvidaba, dejándote como un amargo amor que no funcionó, una traición que tomo la vida de uno o de ambos, por que Kim había muerto internamente.

—Tienes derecho a unas últimas palabras.—Hablo el hombre, quien acomodaba todo a un lado de Jungkook. Luciendo un rostro inexpresivo a pesar de que estaba por cometer homicidio.

Que triste se vuelve todo cuando estás al final del precipicio, saber que cada cosa que recibas será la última y ya luego perderás el poder de sentir, de ver y escuchar.

—Taehyung...—Hablo, siendo escuchados por las personas que se encontraban del otro lado.—...Sé que estas ahí...—Cuando el hombre iba a hablar, Jeon negó con su cabeza.— No me digan, déjenme creer que él esta allí, sentado, con las esquinas de sus ojos rojas al igual que la punta de su nariz de tanto llorar.

  Recobro el aire, volviendo a llenar sus pulmones de oxígeno para continuar hablando.

—Hice cosas malas, hyung, pero al final de cada noche, volvía queriendo saber si tu estabas ahí para mí, si aún me seguías amando y no se da una idea lo feliz que me hacía ser recibido con los brazos abiertos...—De reojo, observo como los dedos estaban en la parte interna del pliegue de su codo, tanteando para resaltar una de sus venas. Jeon paso saliva.—...Puede que le este hablando a la nada ahora mismo, tal vez esa silla que era para usted este vacía y ahora mismo apenas se esté despertando de aquel desmayo pero quiero que sepa que no me arrepiento de estar en esta silla, lo único de lo que me arrepiento es de no haberme quedado durmiendo con usted aquella noche en Namiseom, debí quedarme entre sus brazos un rato más

  El oficial golpeó dos veces la jeringa, viendo aquel líquido caer y acumularse en una parte en específico. La punta de la aguja brillo antes de posarse en la piel desnuda de nuestro protagonista.

— Estoy enamorado de usted, lo amo...—Confeso, dándose el permiso a si mismo de llorar, sintiendo las cálidas lagrimas pasearse por la palidez de su rostro hasta que caían en aquel traje naranja que le habían puesto cuando fue desnudado. —Te buscaré en la otra vida, Taehyung...—Sintió un pinchazo y, sabiendo que la vida estaba por irse, se apresuró a hablar.—Prometo no d-darle miedo y ser bueno... No se olvide de mi... —El líquido comenzó a deslizarse dentro de sus venas, llegando a su corazón y cerebro, produciendole un dolor difícil de explicar.

Suspiro para limpiar sus pulmones de aire y, con ello, se fue su consciencia. Su mirada entristecida pronto dejó de mostrar algún sentimiento, perdiendo su brillo y dejando unos ojos vacíos y oscuros. La parálisis respiratoria y el paro cardiaco habían echo lo suyo.

  Del otro lado, y sumido en una oscura aura de tristeza, se encontraba Kim, quién había escuchado cada palabra que su menor le había dedicado hasta su último momento.

  No resistió y se puso de pie a pesar de las estrictas normas de que no podía hacer aquello. Camino, no, corrió hacia el vidrio, observando horrorizado como el pecho de Jeon ya no daba señal de que el cuerpo respiraba. Aunque Jungkook se viera dormido, sabía que no era así

—...Mi niño...—Lo llamo, derramando lágrimas que no se molestaba en limpiar.— Te amo, Jungkook, te amo tanto que ahora duele.—Hablo entre sollozos, haciendo un esfuerzo para que pudiese entender lo que decía.— Estoy enamorado de ti...—Pego su frente al cristal, queriendo pasar al cuarto aunque fuese imposible, tan imposible como que Jungkook supiera lo que Taehyung acababa de confesar. 

Él ya se había ido
Y Taehyung había quedado aquí.

Palabras:884

Más cortito que los otros, lo siento, pero quería actualizar pronto antes de que termine el mes 👉👈

Gracias a todo aquel que siguió la novela hasta este punto ¡Y tranquilxs! No acaba aquí, así que espero que me sigas acompañando hasta el final.