Entre en la oficina y todo estaba alborotado,había gente que corría otros caminaban, un niño estaba gritando en los brazos de una mujer golpeada y otro hombre estaba siendo llevado a una celda en evidente estado de ebriedad, la gente se movía, y yo me desesperada, no sabia a donde ir ni a donde mirar.
- Señorita, le pasa algo?.- una mujer se acerco a mi, ojos avellana y piel morena, mucho mas alta que yo.
- Yo...no se....había un hombre y yo corrí...- me estaba hiperventile y mis ojos se inundaron de lagrimas, varias imágenes vinieron a mi, un hombre, cuchillos, cables, látigos.
- Cálmese, todo va a estar bien.- me abrigo con su brazo y me llevo con ella hacia una oficina, me senté en la mesa detrás del escritorio y me recosté.
- Mire se que esta algo agitada pero tiene que tranquilizarse.- tomo mi mano a través del mostrador, lo que me hizo sentir protegida.- Voy a tener que llenar una forma.- no le entrndi ni una palabara asi que me lo explico...eran preguntas.
- Cual es tu nombre?.- se que es algo básico pero yo no lo sabia, no sabia de donde venia, ni porque estaba ahí.
- Nose.- logre decir la verdad pero me costo en lo mas profundo de mi ser, era vergonzoso.
- Espera.- movió su sitio y busco entre unos cajones, después de rebuscar un poco subió un portafolio amarillo, llenos de lo que parecían anuncios comenzo a buscar entre ellos removiendo varias paginas sueltas, sus ojos estaban atentos en el papel y yo la miraba con ojos expectantes.
- Aquí esta...esta eres tu.- me da un anuncio, era una chica, con cabello oscuro, estaba sonriendo, leí lo que decía abajo.
Rose Davis
Edad: 16 años
Estatura: 1,60
Si la ven llamar al 992785682 - 4454786 su familia estará esperando su llamando.
- Esa soy yo?.- a decir verdad no tenia ni la mas mínima idea de como me veía.
- Si.- me paso un espejo y me vi, luego voltee a ver a la chica de la foto, éramos parecidas solo que yo estaba mas delgada y tenia moretones y cortadas en la cara. Ella era mas bonita que yo.
- Rose voy a llamar a tu familia, tu espera aquí.- yo asentí, escuchar que alguien me llamar por mi nombre era extraño, casi nuevo.
Me quede examinado la foto, y luego viendo mi cara, pero me dio ganas de ir al baño, era mas una leve punzada en mi zona intima,me pare instintivamente y camine por los pasillo, había un letrero que decía donde estaba el baño, camine hacia ahí y abrí la puerta.
Para mi suerte no habia nadie mas que la señora de mantenimiento, entre en uno de los cubiculos, evitando todo contacto visual con ella.
Baje mis bragas y sentí un ardor excepcional en la parte interior de mis muslos pero lo ignore, me senté y comencé a mear pero cada vez que una gota de agua salía de mi interior sentía un ardor que me quemaba por dentro, cada vez se intensificaba mas hasta que comencé a gritar, el dolo me invadía desde lo mas
Profundo de mi ser, me tire en el poso del cubículo y comencé a llorar y a gritar por ayuda...que carajos estaba pasando conmigo
La policía entro en mi cubículo, la misma que me dijo quien era, sus ojos estaban llenos de preocupación y mis ojos estaban llenos de dolor.
- Donde te duele?.- me pregunto cuando recupere la cordura lo suficiente como para reaccionar de mi estado de dolor.
- Ahí.- le apunte a mi intimidad y ella me miro algo sorprendida, se volteo al cubiculo, miro dentro del water y salio corriendo,yo imite su accion y me quee helada, sangra, subi mi polo de pijama y vi un leve chorro de sangre bajar por mi pierna, me dolia...me dolia a morir.
- Que pasa?!.- le dije preocupada temblando.
- Espero que no sea nada malo.- la señora me miro mi acaricio mi cabeza, mis ojos se llenaron de lagrimas a lo desconocido.
Después de unos minutos de incertidumbre, vinieron dos enfermeros que traían una camilla, yo me pare y mire a la policía detrás de ellos, ella tenia el celular pegado a su oído, parecía estar discutiendo. Los enfermeros me pusieron en la camilla y salieron del edificio hasta una ambulancia que estaba estacionada en la puerta.
Seguía sin entender nada pero no tenia ganas de decirle nada a nadie, sabia que con ellos iba a estar segura, siempre y cuando hacia lo que me dijeran.
***
Amanecí en una habitación blanca, habían maquinas a mi alrededor y estaba sola, como siempre sola.
Me senté en la cama y note que en mi brazo había una aguja, me la intente mover pero dolía mucho. Mire hacia la ventana, amplia que dejaba entrar la luz natural a la habitación.
- Rose?.- la puerta se cierra detrás de un joven, cabello marron y ojos azules...me recordaban al mar, su piel era blanca como la mía...
- Que es esto?.- le dije señalando a mi brazo, di una breve mirada a la maquina que tenia mis latidos y me enderece para mirar al chico que estaba en mi puerta.
- Es para darte la cantidad de agua que tu cuerpo a perdido, un método de hidratación.- un doctor algo mayor cierra la puerta mira mal al joven y se acerca a mi. Me acomodo en mi asiento y miro al doctor.
- Rose, antes que nada te quería explicar que has sufrido una perdida de memoria debido a un golpe en la cabeza, por lo tanto no te acuerdas de nada, amenos que no sea parte del secuestro.
Como sabían todo esto?
- Estuviste despierta y te preguntamos algunas cosas que nos hicieron de mucha ayuda para la policías y darnos cuenta de cuan grave había sido tu perdida.
- Que me paso?...porque me dolía?.- no tenia que explicarle donde, porque el ya lo entendía.
El suspiro y se acomodo los lentes, miro al joven de la puerta y se volteo a mi, sus ojos se cristalizaron y me presto mucha atención a mi.
- Durante tu secuestro fuiste expuesta a distintas clases de torturas, físicas, psicológicas, verbales y...- trago fuertemente, haciendo un sonido que ensordecía mis sensibles oídos.
Que me querrá decir.
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Holaaa
Se que no es un capitulo muy bonito, pero es lo mejor que tengo. Sorry por eso pero me pareció una maldad publicarlo en San Valentin...sip, este era el capitulo de San Valentin así que intente alejarlo de esa fecha lo mas que pude.
Sorry
L@s quiere
Oreo
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Amor = Odio
Hayran Kurgu-Rose, sabemos lo que paso con tu hermano pero no te desquites de tu odio a él con nosotras.-Clary me dijo mientras se paraba, yo caí de rodillas al piso y cubrí mi cara con mis manos, las lagrimas comenzaron a salir.
