Capítulo V: No quiero pasar la noche sola

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— Hey — Estaba trabajando y como se comenzaba a hacer costumbre en las ultimas dos semanas Rose me venía a hablar, se sentaba en la barra con su portátil mientras fingía trabajar, se pedía un expresso que sinceramente no tocaba hasta que mi turno terminaba con la única intención de que no la sacaran de la cafetería y me comenzaba a hablar mientras limpiaba la barra, preparaba algun café o lavaba tazas y platos. Rose llevaba dos semanas haciendo eso, prácticamente se sabía los horarios de mis turnos de memoria o los tenía anotados en alguna parte y llegaba como una hora después de que comenzara mi turno fingiendo que era pura coincidencia o costumbre como si no me diera cuenta — ¿Me das tu número de móvil? — La quede mirando y ella quedó esperando una respuesta.

— Yo... no suelo coger el móvil si te soy sincera, seria lo mismo que no lo tuvieras — Le comenté y ella me miró.

— Vale ¿Me lo das? Emma insiste en que te lo pida — Odiaba cuando utilizaba de excusa a su sobrina, era mi punto bajo así que tome una servilleta y le anote el número de mi móvil.

— No abuses, ni de tu sobrina ni del hecho que tienes mi número de móvil — Rose solo asintió con la cabeza

— Hola mi vida — Como siempre que llegaba Rachel anunciándose, Rose se enfocaba en trabajar e ignoraba a la chica de una manera olímpica, mi amiga daba la vuelta a la barra para saludarme con un beso en la mejilla mientras se servía algo de la nevera, una gaseosa o lo que fuera, mi jefe ya conocía a Rachel y ella se había ganado a mi jefe de una manera inexplicable — No voy a llegar en la noche, mi madre quiere que me quede con ella hoy aprovechando que no está mi padre — comentó mientras sacaba una lata de la nevera.

— ¿No trabajas hoy? — pregunté y ella negó con la cabeza casi como si estuviera preguntando algo que yo ya sabía.

— La arquitecta esta de vacaciones y no puedo trabajar como ayudante de arquitecta sin una arquitecta a la que ayudar — Rachel me miró y luego miró a Rose — Hola Rose ¿Cerveza? — le ofreció, le iba a decir que no, no había que se adivina para saber eso y ella negó con la cabeza —Vale a eso venía, te llamó mañana para ver a que hora vuelvo — Rachel me dio un beso en la mejilla a modo de despida para irse finalmente de la cafetería.

— Ustedes son una pareja bastante extraña — dijo finalmente Rose y yo me reí al escuchar la parte en la que se suponía que éramos pareja — ¿Por que te ríes? es verdad, creo que nunca había visto a una pareja así — negué con la cabeza.

— No somos pareja, solos vivimos juntas — por algun motivo Rose se relajó un poco al escuchar eso y luego asintió con la cabeza.

No comentó nada más mientras que trabajaba en su portátil, si me preguntáis aun no sé en que se supone que trabajaba Rose, solo sabía que requería un portátil y que podía trabajar desde la cafetería. Rose me daba miradas rápidas de vez en cuando mientras trabajaba y al parecer no se iba a ir hasta que yo terminara mi turno y ella se asegurara que me fuera de la cafetería, por algun motivo ella tenía esa manía de asegurarse que me fuera de la cafetería.

— Oye ¿Qué vas a hacer hoy en la noche? — le pregunté, después de todo Rachel no estaría en el apartamento hoy, quizá no sería mala idea.

— Dormir posiblemente ¿Por que? ¿Me vas a invitar a alguna parte? — Dios su sonrisa tenía algo que me hizo dejar de hacer lo que estaba haciendo.

— ¿Quieres ir... a mi apartamento? Rachel no va a estar y no quiero pasar la noche sola — pregunté y ella levanto una ceja como intentando analizar si mi ofrecimiento era en serio o no — Si tienes que cuidar de Emma entonces no es necesario, lo entendería completamente...

— Emma esta con su padre esta semana pero si puedo pasar la noche contigo si es esa la pregunta — Ella me sonrió y yo la quedé mirando.

— ¿En serio? No estas obligada si no quieres...

Tus Labios Junto a los MíosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora