Capítulo VI: ¿Me puedes vender algo?

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Tal vez ahora si estaba ignorando a Rose, no le había dicho a Rachel lo del beso, no me sentía con la capacidad de poder pararme frente a Rachel y decirle que Rose me había besado, por eso ese día cuando volví al apartamento no me molesté en detenerme mucho rato frente a mi amiga, sabía que ella tenía formas de hacerme hablar y tal vez ahora no solo estaba ignorando a Rose sino que también estaba ignorando a Rachel, así que no me sorprendió cuando la vi entrar a la cafetería evidentemente molesta por estar evitándola desde hace un par de días.

- ¿Se puede saber porque me estas ignorando? - preguntó deteniéndose frente a la barra y yo negué con la cabeza.

- No le presiones tanto que te va terminar gritan...

- No te metas en esto pelirroja - ¿Realmente Rachel había hecho callar a Rose? yo me quede mirando a Rachel como preguntándome si realmente había escuchado bien o como - Christina Müller me estas ignorando y me vas a decir porque - La miré y luego miré a Rose que estaba sentada en la barra tecleando en su portátil.

- El otro día me encontré con Peter - mentí y balbucee para volver a mi trabajo de limpiar la barra, en este momento no solo tenía la mirada de Rachel sobre mi sino que Rose también me estaba mirando.

- Y no me lo dijiste - no pude evitar soltar un suspiro para girarme y fingir que hacía algo en las maquinas de café, en este momento sabía que la barra no era suficiente para detener a Rachel, ella a veces era un poco explosiva - Soy tu amiga, yo te cuento todo ¿Por que no me dijiste que te encontraste con Peter? ¿Por eso me has estado ignorando?.

- Porque sabía que te ibas a poner así ¿Vale? Te alteras y la verdad es que de momento no tengo el animo de lidiar contigo cuando te pones de esa manera - Se formo un silencio incomodo, realmente incomodo, un escalofrió recorrió mi espada, Rachel le dio un par de golpes a la mesada con los nudillos indicando que se iba y yo solo me quede esperando la cantidad de tiempo suficiente para que ella saliera de la cafetería y así poder volver a mi trabajo normal

- No sabía que...

- ¿Tu también? - solté exasperada esta vez miré a Rose, ella se levantó del taburete y acercó su rostro a mi lo que más le permitió la situación o mejor dicho lo más que le permitió la barra que nos separaba.

- Vuelve a hablarme en ese tono Christina Müller y créeme que un beso no va a ser suficiente para perdonarte - susurró sería, imponente y dominante, podía sentir su mano sosteniendo mi cuello con firmeza a pesar de que ella no estaba ni cerca de tocarme en ningún aspecto posible.

- ¿Si? Te reto - Ella me fulminó con la mirada y no sabría decir si era porque estaba considerablemente cerca de mi rostro o porque de pronto la estaba mirando a los ojos, pero cual sea la situación aun así lograba ponerme los pelos de punta, quizá no era tan buena idea desafiarla después de todo.

- Vale, así nos vamos - ella volvió al trabajo sin decir nada más.

No me dirigió la palabra en lo que quedó de mi jornada laboral, en lo personal, no le di mucha importancia pues estaba más concentrada en reunir el valor para cuando llegara al apartamento, si Rachel estaba ahí entonces tendríamos una conversación pendiente sobre mi muy queridísimo ex (Nótese el sarcasmo) y el porque no le había dicho que me lo "había encontrado" hace un par de días casi como si no fuera una mentira blanca y que la verdad era que no le quería decir que Rose me había besado, porque ese era el verdadero asunto, a Peter no lo había visto más desde que el día que Rose le había amenazado con dispararle.

En un momento me quede mirando a la pelirroja mientras que ella trabajaba, después de hablarme mientras que yo trabajaba no le hacía mal hacerse cargo de su trabajo y dejar de mirarme tanto pero si lo seguía haciendo por los siguientes días creo que me terminaría acostumbrando a que me mirara y no estoy del todo segura si eso era una cosa buena o como.

Tus Labios Junto a los MíosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora