Zack Damon, un joven de 17 años, fue víctima de un accidente en un laboratorio junto a su mejor amigo, Jeremy. De ahora en adelante, ambos tendrán que aprender a controlar sus nuevos superpoderes.
¿Pero los usarán para hacer el bien, o para provocar...
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Ya había llegado a casa, y seguía sin creer que había obtenido superpoderes, sentí tanta adrenalina al lanzar ese rayo de energía, en serio quería ser un superhéroe y sin duda quería que Jeremy también lo fuera; hubiéramos sido el mejor equipo. Pero claro, mi papa jamás nos dejaría.
Al Jeremy y yo al haber destruido el laboratorio del colegio y haber causado gran cantidad de daños a la infraestructura del lugar, las clases se habían cancelado por un tiempo indefinido. Lo que significaba que teníamos tiempo de sobra para que mi papá nos enseñara a usar nuestras nuevas habilidades.
...
Jeremy entró al laboratorio de mi papá y al hacerlo se fijó en que yo estaba ahí, sentado esperando a que él llegara.
—Buenos días Zack.
—Buenos días.
—¿Dónde está tu papá? —me preguntó mi amigo mientras se sentaba en una silla que se encontraba al lado mío.
—Fue a ver unas cosas, dijo que ahora regresaba.
—Bien.
El sacó su celular del bolsillo de su pantalón y empezó a jugar con el para matar el tiempo. Yo también estaba viendo mi teléfono, decidí revisar hilos locos de twitter mientras esperábamos a mi papá.
—Oye Jeremy, ¿viste las fotos del colegio?
—¿Qué fotos?
—La cuenta de twitter de nuestro colegio subió unas imágenes mostrando el daño que hubo ahí, por la explosión —le decía a Jeremy mientras le mostraba las fotos desde mi celular.
—Guau... es terrible.
—Lo es.
—Oye, ¿tú te arrepientes de lo que hicimos? —me preguntó Jeremy.
—Pues... no lo sé realmente. Jodimos las clases de muchos alumnos, nuestros maestros ya no tendrán trabajo hasta que arreglen los daños causados... pero mira el lado positivo, seremos superhéroes.
—Tu papá había dicho que no estaba de acuerdo. —señaló ingenuamente Jeremy.
—Mi papá es alguien responsable e inteligente, y en muchas tiene siempre la razón... pero solo imagina: tu y yo salvando a las personas de los criminales y ladrones de Ciudad Kryesor.
—Supongo que los criminales deben ser detenidos, pero ese es trabajo de la policía, además, a menos que la cuidad este llena de supervillanos locos, no creo que se necesiten superhéroes, a parte, sería muy peligroso salir a combatir gente armada y peligrosa, aun somos menores de edad.
—No digas esas cosas... suenas como mi padre —me quejé.
—No significa que no tenga razón.
—Está bien... supongo.
En eso, mi papá entró a al lugar con algunos papeles en las manos y nos vio sentados a Jeremy y a mí.
