Omega

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Entrené por varios días enteros

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Entrené por varios días enteros. Así como Jeremy, yo también aprendí a usar los haces de energía para poder propulsarme y volar. También, junto con mi papá, estudiamos mi regeneración, qué tan veloz y efectiva era. Luego de estar haciendo pruebas por bastante tiempo, decimos tomar un descanso.

—¿Ya estas cansado?

—Sí, un poco —le respondí a mi papá.

—Bueno, descansemos un rato, aprovechemos para pensar en un plan.

—¿Plan?

—Sí, no podemos solo ir con Jeremy y hacer cualquier cosa, como hiciste la última vez. Tenemos que idear un plan para detenerlo, sin lastimarlo si es posible, claro —aclaró mi padre.

—Esta bien... supongo que la idea es, ir a su casa y confrontarlo ahí.

—¿Y que le dirás?

—No sé... intentaré convencerlo de que deje de hacer lo que esta haciendo, por más que necesite es dinero, está mal.

—¿Ese es todo tu plan?

—Sí, no sé qué más debo planear. En realidad, soy más de ir improvisando sobre la marcha.

Mientras mi papá suspiraba molesto, yo me ponía de pie.

—¿A dónde vas?

—A enfrentar a Jeremy ahora.

—¿Qué? ¿ahora? ¿seguro estás listo ya? —me cuestionó mi padre.

—Sí.

—Bien —suspiró mi papá— antes de que te vayas, te daré una cosa.

Mi papá se acercó a su escritorio y tomo un comunicador muy pequeño, el cual parecía un auricular, él me lo dio y dijo que me lo pusiera.

—Es para comunicarnos entre nosotros, si te encuentras en problemas o algo, solo habla.

—Bien.

Entonces, fui al baño que tenía mi padre en el laboratorio, y me coloqué mi traje de Omega. Salí de ahí ya vestido, me acerqué a la ventana y me fui volando del lugar propulsado con mi Energía Omega; me dirigí a la casa de Jeremy, para enfrentarlo allí.

Ya en el lugar, abrí la puerta y entré a la casa. Primero fui a la habitación de la mamá de Jeremy para ver si ella estaba ahí; me acerqué a la puerta del cuarto, la cual estaba medio abierta, y al asomar la cabeza, vi que en el lugar no había nadie.

—Ella empeoró hace unos días, tuve que internarla en el hospital de la ciudad. —Sonó la voz de Jeremy detrás de mí.

Rápido me di la vuelta, y vi a mi amigo detrás de mí, apoyado en la pared, con los brazos cruzados.

—Lo lamento... —le dije a Jeremy.

—Gracias... necesito el dinero ahora más que nunca, así que, si vienes a decirme que pare, será mejor que te vayas.

𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮: 𝘌𝘭 𝘖𝘳𝘪𝘨𝘦𝘯 𝘋𝘦 𝘜𝘯 𝘏𝘦𝘳𝘰𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora