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La noche caía y nosotros tras terminar de comer nos fuimos a el auto del pelinegro, el pálido nos acompañaba en la parte de atrás callado con su cara seria. El pelinegro conducía con maestría pero ahora en ves de llevarnos al edificio de siempre fuimos a un hotel muy elegante.

El pelinegro estaciono y los tres bajamos, el pálido y yo lo seguíamos. A la entrada del hotel nos abrieron la puerta y nos acercamos al recepcionistas.

_Señor Jeon -dijo el hombre entregándonos una llave- espero tenga una buena estadía.

El pelinegro asintió y todos entramos al elevador, fascinado miraba hacia todos lados. Era todo tan elegante y deslumbrante, nos frenamos en el ultimo y entramos en la habitación once que parecía no haber sido usada en un buen tiempo.

_Que asco de mantenimiento -dice el pálido tosiendo gracias al polvo- deberían mejorar su servicio a la habitación

_Es que -comenta el pelinegro entrando al dormitorio y luego a lo que claramente era un enorme armario- nadie puede entrar a esta habitación, solo yo.

Me sorprendo al escucharlo ¿Le hacían caso? ¿Realmente nadie mas entraba? me quedaba con la duda mientras me paseaba por el dormitorio mientras que el pelinegro buscaba algo y el pálido se quedaba en la puerta inspeccionando el lugar con la mirada. Me siento en la cama y el pelinegro en cuestión de segundos la llena de ropa, lo mirábamos confundido sin saber que era lo que pasaba por su cabeza.

_Ponte esto -dice el pelinegro pasándome prendas de ropa- Puedes vestirte en el armario, si no quieres que te veamos.

Yo asiento, y tomando la ropa me desvisto en el armario y comienzo a cambiarme hasta estar listo, salí de la habitación descalzo y el pelinegro al verme sonríe y vuelve a hurguetear en la pila de ropa.

_Ponte unas botas negras que hay ahí -comenta y yo asiento volviendo a entrar en el armario

Tras calzarme me miro al espejo, unas botas sin plataforma, un pantalones de jean azul oscuro ajustado que hacia resaltar mis piernas, una musculosa negra que llegaba hasta mi cintura y dejaba parte de mi pecho descubierto y para rematar una campera de cuero negra no muy pesada. Me veía bastante bien, me gustaba el estilo algo atrevido, salí del armario y los hombres en la habitación también se habían cambiado.

El pálido llevaba una remera blanca y una camisa de cuadros roja desabrochada y un jean claro.

El pelinegro llevaba un jean negro ajustado y una remera negra grande que llegaba hasta sus muslos.

Al estar listos los tras cerrar con llave la habitacion nos fuimos del edificio, nos subimos a el auto y Jungkook nos llevo a un restaurante. Nos sentamos los tres en la ventana y sin pedir nada nos quedamos esperando. Pasaron dos horas y el reloj marco las 00:00, estaba cansado de estar ahí y dé repente como si nada un muchacho alto se sienta en nuestra mesa.

Me sobre salto al verlo pero el pálido y el pelinegro hacían como si nada, aun viendo como las personas entraban en el local del afrente, un lugar con una fila enorme y un letrero de neón roza grande que decía MXM.

_Perfecto -dice el pelinegro rompiendo el hielo- esta ahí.

_¿Entonces cual es tu plan? -Pregunta el muchacho uniéndose a la conversación sin separar la vista de mi.

_Bien -dice el pelinegro tomando una servilleta y sacando una lapicera de su bolsillo - entre los cuatro entramos, por lo que sabemos deben haber como mínimo 4 guardias.

El pelinegro comienza a dibujar unos planos de el lugar por dentro marcando con unas equis donde se suponía que había guardias.

_Tu te vas a la barra que esta opuesta a la escalera - el muchacho entra mirando la servilleta- Jimin y yo creamos una distracción para la gente y Suga saca a los de seguridad, en resumen mientras distraemos las personas del local, Suga ingeniándosela saca a los guardias de la escalera y apenas dejen la escaleras tu entras y buscas lo que quieres.

¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora