¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-

*16*

¿Dónde estoy? miro hacia todo lados sin encontrar nada conocido, estaba en una esquina recostado con un dolor de cabeza, intento levantarme, pero una fuerte punzada en el estomago me devuelve al suelo, me llevo ambas manos a la boca aguantando la respiración al sentir el acido vomito subiendo por mi garganta. Me volví a recostar en la esquina para comenzar a inspeccionar la habitación.

Completamente negra sin ninguna ventana, una enorme cama destendida y alado mío una manta roja que al verla me desata el estomago.

Hago fuerza para evitar vomitar y dé repente la puerta se abre haciendo un chillido que resuena en toda la habitación. Lo veo y me sorprendo, mis ojos se abren al ver pasar a un Kim que se mantenía frente de mi.

_Veo que despertaste al fin -dice el muchacho frente a mi ofreciéndome ayuda para levantarme.

_Eres Jin ¿Cierto? -pregunto intentando hacer memoria de los nombres que el pelinegro había dicho la vez que lo presento.

_ V -su mirada cambio por completo al responder de mala gana

_Lo siento, soy malo con los nombres ¿Dónde esta Jeon? -pregunto dándole la mano para intentar levantarme.

Con su agarre me pongo de pie y al intentar enderezarme un fuerte dolor se apodero de mi y me obligo a agacharme, el muchacho a mi lado me mira arqueando una ceja y tras darme unas palmadas en la espalda me toma del brazo haciéndome caminar.

Caminamos lentamente y al salir de la habitación nos encontramos frente a una puerta, no estaba seguro de que hacer hasta que la abrió y veo que es el baño

_Veo que no tomas mucho -dice soltando su agarre- es mejor que vomites, sino vas a estar así todo el día.

Me sorprendo al escuchar eso, pero con tal de zafarme del dolor que tenia entro al baño y cierro la puerta, me dirijo al retrete y me arrodillo frente a el, cierro los ojos y comienzo hacer fuerza para intentar vomitar, pero sin éxito. Leves hilos de baba caían de mi boca hasta el agua.

Soltando suspiro me llevo dos dedos a la boca y empiezo a profundizar hasta mi garganta.

Saco rápidamente los dedos de mi boca y el vomito comienza a salir dándome ardor en toda la garganta, mi estomago se retorcía mientras que todo lo que había tomado la noche anterior salía de mi, mis ojos lagrimeaban mientras dejaba salir todo.

Me paro de mi lugar y tras echar agua para que se fuera todo me miro frente al espejo, ojeras en mis ojos, mis pelos despeinado y una cara de zombie de mala pinta. me lavo la cara e intento arreglar los pelos, cuando termine abrí la puerta y ahí estaba el muchacho con su celular esperándome.

Se sorprende al verme casi como nuevo tras salir, haciéndome una seña con la cabeza ambos comenzamos a caminar por los oscuros pasillos, subimos por un ascensor y aquel frio lugar se convirtió en una casa muy bien decorada.

Ahora caminábamos por pasillos con un tapiz celestes hasta una enorme habitación, el muchacho lo abre entramos en esa enorme sala, dos sillones enfrentados y una mesa baja en el medio de ambos

_¿Quieres un té? -El muchacho se adentro en la habitación y se sentó en uno sillón.

_Ahora si me vendría bien -respondo sentándome justo frente a el.

Tras escuchar mi respuesta con maestría el que estaba frente a mi toma una pequeña tetera negra que estaba sobre la mesa y tras echar ciertas cosas en el agua hirviendo sirve dos tasas de té. Me pasa un pequeño plato con una tasa con un liquido verde dentro de ella, lo acepto y le pego un pequeño trago al liquido amargo.

_Puedes endulzarlo con azúcar, crema, miel. Ahí tienes de todo -dice tomando dos cubitos de endulzante que echo en su taza y se acomodo en su sillón.