Como entrenar a tu dragón

6. Cremallerus espantosus

(Narra Helena)

Mi hermano había empezado con buen pie las clases. Eso me tranquilizaba. Tenía el mal presentimiento de que no le gustase...

Bueno hay que ir a descansar, que mañana le voy a enseñar a dominar la mente del Cremallerus Espantosus y va a ser difícil pues es el monstruo de dos cabezas. Me acuerdo cuando yo empecé a practicar esos pasos, que horror el dragón me mordió en el brazo derecho. Yothi, al verme gritar de dolor vino hacia mi y me curó con lo que él llama “agua sagrada”.

~ Al amanecer...~

- ¿Helena? Umm, tu dragón está haciendo ruidos muy raros – En ese momento se escuchó un gruñido parecido al de una oveja.

- AsaltaNubes, ¿te encuentras bien? - El dragón volvió a soltar un gruñido.

- Diría que está balando ¿no?

- ¡Oh, AsaltaNubes! Te volviste a tomar una oveja. ¡Escúpela! - El dragón abrió la boca de mala gana y una oveja llena de “baba” salió de la boca.

- Puaj – dijo Hippo – Bueno Helena, ¿empezamos las clases ya?

- Valla, parece que nuestro invitado se ha levantado con ganas de diversión jaja... Sígueme.

Hippo y Helena caminaron hacia el bosque donde se encontraba el Cremallerus Espantosus.

- Bien Hippo antes de nada me gustaría avisarte de que el dragón que vamos a trabajar hoy no es como los anteriores, es más, como decirlo, siniestro.

- Helena, quieres hacer el favor de no asustarme más – replicó mi hermano enfadado – ya estoy lo bastante muerto de miedo para que vengas tú y lo empeores.

- Vale, vale, no digo más pero después no te asustes ¿eh?

Mi hermano empezó a gruñir y a perseguirme por el bosque, ah, así eramos antes, dos hermanos que no paraban de pelearse y tener disgustos. En ese instante oí un “¡Pum!” y me giré para atrás y vi a mi hermano en el suelo partiéndose de risa. Yo también comencé a reír. Nos podríamos haber pasado horas y horas riéndonos pero yo recordé que teníamos que ir a por el dragón.

- Vamos Hippo que el Cremallerus Espantosus nos está esperando.

Salimos del bosque y escuchamos un rugido y nos quedamos quietos.

- Hippo estás ante el dragón de dos cabezas.

Un enorme dragón color verde botella salió de su escondite. Tenía unos alargados cuellos junto con dos cabezas.

- Bien empecemos. Tienes que intentar captar su atención, que se acerque a ti, ¿comprendido?

- S...si...

- Hippo no va pasar nada, venga inténtalo.

Hippo sacó su espada y comenzó a moverla de un lado para otro haciendo que el dragón lo mirase (con las dos cabezas) y empezase a caminar hacia él.

- Muy bien, muy bien, ahora pon tu mano ante su frente pero no dejes de mover la espada.

Hippo lo hizo y el dragón se acercó lentamente hacia él.

- Hippo, lo has conseguido – me acerqué a él y lo abracé.