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UN DÍA ANTES DE LA BODA...

Faltaba solamente un día para la boda de Aristeo y de Lita. Todo ya estaba listo, el salón estaba decorado, la iglesia llena de flores, la novia feliz con su vestido blanco colgado frente a su espejo, quería verlo e imaginarse usando ese vestido mientras caminaba escuchando la marcha nupcial hasta llegar al lado de Aristeo.
Un solo día faltaba para que todo eso que estaba imaginado se hiciera realidad.

Selina había quedado de enviar un delicado velo de encaje, fue algo que se les ocurrió de último momento, así que su entrega sería el día de la boda.

Todo estaba listo, todo excepto el novio.

Aristeo había dado su palabra de casarse con Lita pero aún así se sentía culpable, sentía que de alguna manera le era infiel a su futura esposa.
Caminaba de un lado a otro de su habitación, sin poder sacar de su cabeza la culpa que sentía.
Tomó su celular y llamó a Travis, pero para su mala suerte su teléfono estaba fuera de servicio.
Salió de su departamento y subió a su auto, quería despejar su mente y olvidarse por un momento de su boda, quería olvidarse de Selina y centrar sus pensamientos solamente en Lita, su futura esposa.

Condujo su auto por las afueras de la ciudad, quería tranquilidad.
Los relámpagos alumbraban el cielo y y los truenos se escuchaban a cierta distancia, la lluvia estaba por llegar para volver su entorno más melancólico.
La lluvia empezó a caer, pronto conducir más lejos sería arriesgado, dio la vuelta y
regresó al centro de la ciudad.
No supo como pero fue a parar justo enfrente de la boutique de Selina.

El establecimiento ya estaba cerrado por lo que Aristeo permaneció dentro de su auto observando la fachada del establecimiento, mientras la lluvia comenzaba a caer .
Después de un tiempo, alguien salió de la boutique, la lluvia impidió el avance de esa persona, por lo que intentó refugiarse en una esquina sin atreverse a salir.
Aristeo miró con cuidado la silueta de esa figura lo volvía loco, a pesar del paso de los años ella seguía teniendo esa figura que lo hizo perderse ese día en el bar.
Selina estiró su mano y dejo que la lluvia la empapara, sonrió y salió sin importar que la lluvia rápidamente empapara su ropa, Aristeo vio como Selina comenzaba a caminar bajo la lluvia, se veía tan linda con su pelo mojado cayendo por su rostro. Abrió la puerta de su auto y corrió a alcanzarla, no importaba la lluvia lo importante era estar al lado de Selina, esa sería la última noche que tendría para caminar a su lado, lo único que esperaba era que ella le permitiera esa caminata bajo la lluvia.
Se apresuró a llegar al lado de Selina, tomo su sacó y sin avisar cubrió con el a Selina, la sorpresa se reflejo en el rostro de la chica levanto la vista para ver a la persona que la estaba cubriendo de la lluvia.
Sus ojos se abrieron de la sorpresa, la sonrisa que Aristeo tenía era aún más hermosa de lo que recordaba, la lluvia seguía cayendo haciendo esa escena más romántica.

— No deberías hacer esto — dijo Aristeo sin dejar de mirar a Selina.

— ¿Hacer que? — respondió Selina sin querer apartar la vista de él, su sonrisa era hermosa.

— Caminar sola bajo la lluvia.

— Voy…voy a mi casa — dijo Selina, se sentía nerviosa de tener a Aristeo tan cerca, no era la primera vez pero aún así ella se emocionaba por eso.

— Yo…yo voy contigo — dijo Aristeo — es peligroso caminar así, bajo la lluvia, ¿Puedo llevarte si quieres?

Selina negó con la cabeza, quería caminar y despejar un poco su mente.

— No te molestes, solamente quiero caminar un poco — dijo Selina con una ligera sonrisa — Tú deberías estar en tu casa, tu boda es mañana.

Aristeo la miró con tristeza, ella tenía razón. — Lo sé, pero lo único que quiero es caminar bajo la lluvia, dicen que es relajante.

— Si, lo es, además también es una forma de  pescar un resfriado, ¿Lo sabías verdad?

LA CHICA DE LAS MEDIAS NEGRAS(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora