Habían pasado cinco años desde el nacimiento de su bebé, Selina se había acostumbrado a su vida de mamá, al principio fué un poco difícil, se le dificultaba un poco el hecho de tener que ir a trabajar y hacerse cargo de su bebé al mismo tiempo, pero con la ayuda de Leyla había logrado salir adelante.— No te preocupes, yo lo cuido sabes perfectamente que me encanta cuidar a mi sobrino — decía Leyla mientras le sonreía al pequeño Ethan.
— Muchas gracias, te juro que no voy a tardar — decía Selina caminando hacia la puerta — solamente compro lo que necesito y me regreso inmediatamente.
— Anda no te preocupes, Ethan y yo nos divertiremos mucho.
Selina odiaba tener que dejar aunque fuera por un momento a su hijo, desde su nacimiento siempre había estado con el, la boutique tuvo que cambiarla de local, ya que el anterior les quedaba demasiado lejos de su nuevo departamento, pero aún así varias clientas que tenía antes aún frecuentaban su establecimiento, todos los días llevaba al pequeño Ethan con ella al trabajo, Leyla trabajaba con ella y entre ambas habían logrado sacar adelante ese negocio.
De Aristeo no había vuelto a saber nada, supo por un antiguo vecino que él había estado buscándola, no tenía el valor para enfrentarlo, además ella desde un principio decidió que su hijo iba a crecer sin un padre, y a pesar de los sentimientos que había desarrollado por Aristeo aún así no pensaba cambiar de opinión.
Al llegar a la farmacia vió una patrulla frente a ella, su corazón comenzó a latir violentamente, cada vez que se encontraba con alguna patrulla le sucedía lo mismo, sus manos comenzaban a sudar y el temor la invadía.
Comenzó a tranquilizarse al ver que de la patrulla bajaba un oficial completamente distinto a Aristeo.Entró a la farmacia y compro los que necesitaba, algunas médicinas, vitaminas para Ethan; pago en el mostrador y se dirigió a su auto, le urgía llegar a su casa, aunque fueran unos minutos comenzaba a extrañar a su hijo.
Al llegar a casa encontró a su hijo dormido, Leyla tenía el don de hacer dormir tranquilamente a su hijo, cosa que a ella se le dificultaba demasiado.
— ¿Cómo lo haces? — preguntó Selina al ver a su hijo dormir — ¿Cómo logras hacer que duerma tan pronto?
— Paciencia, con mucha paciencia — respondió Leyla.
— Justamente lo que necesito — dijo Selina — a mí me encanta ver a mi hijo correr y jugar, por lo que se me olvida que él es un niño que necesita tomar su siesta.
— ¿Creés que sería una buena mamá? — preguntó Leyla con una sonrisa.
Selina soltó una carcajada, cada cosa que se le ocurría a su amiga, pero eso era lo que hacía que sus días no cayeran en rutinas aburridas.
— Si, seguramente lo serías, deberías considerar mi método — dijo Selina mientras besaba la frente del pequeño Ethan.
Leyla la miró detenidamente, no quería perderse la reacción de su amiga por lo que iba a decir.
— Nunca lo haría, no soportaría el arrepentimiento de haber abandonado al hombre de mi vida solamente porque me siento autosuficiente.
Selina la miró un poco molesta, aunque no quisiera aceptarlo Leyla tenía razón.
— Nunca me he arrepentido de mi decisión — dijo intentando convencerse a sí misma — mi hijo me tiene a mi y no necesita un padre.
— Pero tu si necesitas un 'papi' que te consienta — dijo Leyla con una pícara sonrisa.
— Yo estoy bien sola — respondió Selina ya un poco enojada, odiaba cuando Leyla se ponía en plan de psicóloga.
— Intenta convencerte a tí sola — dijo Leyla caminando hacía su habitación — yo soy tu amiga de años y te conozco mejor de lo que te conoces a ti misma.
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LA CHICA DE LAS MEDIAS NEGRAS(Completa)
RomanceSelina ha tenido tantas decepciones amorosas, las infidelidades, mentiras, traiciones la han hecho desconfiar de cada hombre que se le acerca. Cansada de los hombres se le ocurrió una loca idea para tener un hijo. Su amiga Leyla a intentado convenc...