— Se encuentra en la habitación número quince — decía la recepcionista del hospital, Aristeo y Travis habían ido a cerciorarse de que la mujer a la que Travis había ayudado estuviera bien.Al llegar al hospital tuvieron que pedir informes ya que ninguno de los dos sabían en que habitación la podrían encontrar, al recibir la información que habían solicitado comenzaron a caminar en busca de la habitación número quince.
— No entiendo que sucede — decía Travis un poco enfadado, acababa de terminar su turno nocturno, se encontraba sin dormir, no había descansado y ni siquiera había tenido un desayuno decente, sólamente una simple taza de café, si las miradas mataran Aristeo hace mucho estaría convertido en cenizas.
— Eres un mal policía — dijo Aristeo con una sonrisa, sabía perfectamente que Travis se encontraba agotado, pero aún así tenía que enseñarle que su misión no consistía en dejar sola a la mujer, como buen policía debía asegurarse de que su familia acudiera a su lado.
— ¡Ayudé a traer a la mujer al hospital! Así que no puedo ser un mal hombre, cumplo con mi deber — se defendió Travis — además le avisé a su amiga, seguramente ella está en este momento a su lado.
— Deberías haber esperado hasta que ella llegara — decía Aristeo mientras de detenía frente a la puerta de la habitación número quince — más te vale que su amiga haya llegado.
— ¿Y si no? — preguntó Travis con los brazos cruzados, su amigo se había vuelto muy exigente en el trabajo, a veces llegaba a ser demasiado asfixiante.
— Si no...tendré que volver a mandarte a capacitación, como si fueras un novato — sonrió Aristeo.
— Ja, ja, ja — dijo Travis — muy gracioso, toca la puerta para poder ir a mi casa a dormir.
Aristeo tocó a la puerta, solamente se aseguraría de que la mujer y su bebé estuvieran saludables para poder ir a trabajar.
— Adelante — respondió alguien desde el otro lado de la puerta.
Aristeo giro la perilla y dió un paso hacía el interior de la habitación.
— Se puede — dijo asomándose al interior.
— Si, pasa — dijo una mujer que cargaba a un bebé recién nacido.
Aristeo y Travis entraron del todo a la habitación, la mujer que cargaba al bebé era muy joven y hermosa, su pelo negro y ondulado llegaba casi a su espalda baja, obviamente no era la mamá del bebé ya que se encontraba en un excelente estado de salud y la ropa que usaba no era la del hospital, Travis se adelantó y caminó directamente hacía ella, estaba seguro que ella era Leyla la amiga de la mujer histérica, pues a su ver ella era demasiado atractiva por lo que no pensaba perder el tiempo.
— ¿Leyla? — dijo extendiendo su mano para saludar, en su rostro se podía ver una coqueta sonrisa — Soy Travis.
Leyla lo miró un poco desconcertada pero aún así extendió su mano para corresponder el saludo, no entendía por qué ese hombre conocía su nombre, pero recordó la voz con la que había hablado en la noche, por lo que dedujo quien era el moreno que se encontraba frente a ella.
— ¿Fuiste tú quien me llamó para avisarme sobre mi amiga? — preguntó aunque ya sabía cuál sería la respuesta.
— Si fui yo, y lamento mucho el haberme ido sin cerciorarme de que tú vinieras pero el deber llama — dijo Travis sin borrar su sonrisa — Por eso estoy aquí, la verdad no podía estar tranquilo sin estar seguro de que ella y su bebé estuvieran bien.
Aristeo solo sacudió la cabeza, había llevado a Travis casi a rastras para asegurarse de que todo estaba bien, y ahora intentaba quedar bien con la mujer que tenía enfrente, se vió tentado en decirle a Leyla la verdad pero Travis era su amigo y los amigos se ayudaban en todo lo posible.
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LA CHICA DE LAS MEDIAS NEGRAS(Completa)
RomanceSelina ha tenido tantas decepciones amorosas, las infidelidades, mentiras, traiciones la han hecho desconfiar de cada hombre que se le acerca. Cansada de los hombres se le ocurrió una loca idea para tener un hijo. Su amiga Leyla a intentado convenc...