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— Te lo dije — su típica frase de Leyla —¡Ah! Pero tú no entiendes ves un buen trasero y se te alborota la hormona, espero que está vez entiendas, no todo es lo que parece.

Selina se encontraba tirada en un sillón, una botella de tequila estaba sobre la mesita ya casi vacía. Compartía ese departamento con su amiga Leyla, entre las dos se hacían compañía y se daban uno que otro consejo, aunque no siempre lo seguían.

— Ya se que me lo dijiste, pero estaba enamorada — contestó Selina.

— Otra de esas, te juro que ya no te voy a creer cuando me digas eso nuevamente — contestó Leyla, era fácil para Selina enamorarse.

— ¿Decirte que? Explícate por qué estoy media borracha y no entiendo.

— Quiero decir que no te vuelvo a creer cuando me digas que estás enamorada.

— Yo no tengo la culpa Leyla, conozco hombres divinos, y pues sucede.

— A ver dime ¿Qué pasó con Cristofer?

— El era casado.

— Jacob.

— Era gay.

— Oliver.

— Tenía mamitis me abandonó por su mamá.

— Adrien.

— Me abandonó, por otra un día antes de la cena de compromiso.

— Y ahora William.

— Se acostó con mi prima.

— ¿Y que tenían todos eso hombres en común? Claro aparte de ser divinos.

— Bonitos traseros, bonitas sonrisas, abdomen marcado, que eran arrogantes, presumidos y eran metrosexuales.

— Exacto, Selina tu siempre buscas al hombre perfecto y lamento decirte que de esos no hay, siempre tendrán un defecto y antes de decir que estás enamorada encárgate de buscarlo para que después no termines tomando toda nuestra reserva de tequila.

— Salud — dijo Selina.

Leyla solo sacudió la cabeza era imposible hablar con su amiga cuando estaba sobria, pero, lo era mucho más cuando se encontraba ebria, sabía perfectamente que su discurso iba a ir a parar al rincón del olvido, pero así era su amiga, y no la cambiaría por ninguna otra.

Al día siguiente Selina se encontraba devastada, más que nada por la cruda moral, tenía un horrible dolor de cabeza y las náuseas eran horribles. Recordó lo ocurrido el día anterior se sentía triste por la traición de William, pero en el fondo sabía que su amiga Leyla tenía razón, ella solo se fijaba en el físico y nunca se tomaba el tiempo en conocerlos de verdad.

Su celular comenzó a sonar, lo levantó del buró e hizo una mueca de disgusto al ver el nombre de la persona en la pantalla: su tía Ana.

— Aló.

— Eres una desgraciada como pudiste hacerle eso a mí Yaneth.

Disculpa tía pero ¿De qué me está hablando?

No te hagas la que no sabes, subiste a tus redes sociales una fotografía de tu novio desnudo y en su torso dice que te fue infiel con mi hija, el que tú seas una zorra no quiere decir que mi hija lo sea.

— Y dígame algo tía ¿Ya habló con Yaneth?

Claro que hable con ella, está demás decir que lo niega todo ella es inocente, yo le enseñé muy buenos valores cosa que veo que a tí tus padres no te enseñaron.

LA CHICA DE LAS MEDIAS NEGRAS(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora