❀⃟- ̗̀ะ─ ─ ✧*̥˚ιиѕοмиιο

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୭ˊ˗Palabras: 797

୭ˊ˗Personaje: G

୭ˊ˗Advertencia: Confort, Romance, Fluff

Las horas pasaban, G seguía encerrado en aquella oficina esperando a que llegarás y le salvarás de aquella tortura

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Las horas pasaban, G seguía encerrado en aquella oficina esperando a que llegarás y le salvarás de aquella tortura. Eran millones de papeles los que poseía el chico frente al escritorio. Con una tenue luz revisaba aquellas hojas escritas con tinta, resultado de cada misión.

—¿Estás aún despierto? —Invadiste la habitación asomando un poco la cabeza por la puerta. Tu chico sonrió al verte, lo que tanto estaba esperando.

—Si, ando viendo los papeles de la última misión. —Pasaste sin ser invitada, no necesitabas la aprobación de G para entrar en su lugar de trabajo.

—¿No lo puedes hacer mañana? —preguntaste acercándote un poco al escritorio del hombre, querías que tu novio fuese a dormir contigo, no eras caprichosa pero si te sentías sola últimamente.

—No tenía sueño y quería adelantar un poco. —Te acercaste un poco a su lado y sin pensarlo dos veces te sentaste en sus piernas, G no hizo ningún gesto desaprobatorio.

—Dime la verdad. —Lo conocías tan bien como para saber que andaba mintiendo. No eras tonta sabías que G se escurría de tu cama todas las noche para ir a hacer trabajos en ese escritorio y volvía antes de que te despertaras.

—Es la verdad amor. —Suspiraste profundo y lo miraste desaprobando aquellas palabras.

—Vale, ignoraré el hecho que siempre te vas en plena madrugada. —G te miró con sus ojos rojos y sonrió.

—Me rindo, eres demasiado buena. —Lo besaste en la mejilla.

—No quería molestar cariño, simplemente tengo un poco de insomnio.  —Levantaste

—Cuando dices un poco te refieres a hace tres meses. —Demasiado buena para ser cierto, eras la mejor analista de la mafia italiana, las personas te llamaban la Sherlock de los Vongolas—. G sé que me andan ocultando cosas tú y el Primo, no es que me moleste solo que interrumpe nuestras noches.

El pelirrojo se abrazó pegándose a ti cada gota de su calor. Eso le calmaba, tenerte cerca cuando el sueño le ausentaba. G la miró con tus cabellos cayendo sobre tus hombros, sus orbes fijos en tu figura, una sonrisa se formó en sus labios.

—G, por favor comparte tus problemas conmigo. —Giraste tu cabeza hacia los papeles que tenían en frente, todos eran cuentas y más cuentas, informes de las misiones y otras cosas.

—Te lo diré, pero que quede entre nosotros, si Giotto se entera puede regañarme. —Asentiste emocionada ante esas palabras, al fin te contaría lo que él ha estado ocultando tras aquellas ojeras, en esos papeles—. Hemos estado planeando una alianza con una mafia, pero sospechamos que hay un traidor de nuestro lado, por eso andamos atrayéndolo hacia una trampa. —Tu boca dibujó una perfecta o como sorpresa, jamás te imaginaste que alguien tan siquiera fuera estúpido y traicionar a los Vongolas.

—Ya entiendo, si quieren puedo ayudar, sabes que soy muy fuerte si es en cuanto observaciones y acertijos. —Giotto te despeinó mientras apoyaba la cabeza en tu hombro, en serio te amaba tanto. Tú tomaste las manos del chico y las besaste, un insomnio y miles de palabras.

—No quiero tentar a mi suerte y que te vayas de mi lado —confesó G y tú lo miraste sorprendida, él no estaba tentando a la suerte, eras tú la que lo hacías, en cada misión con el riesgo a perder la vida, con el riesgo a perderlo a él. La única Luz en tu vida.

—No te preocupes jamás abandonaré tu lado aún si tenga que luchar contra miles de demonios. —El te miraba una vez más, estaba enternecido con tus palabras, con el brillar eterno de tu mirada.

—Ay, mi pequeña Sherlock, haces tanto por mi. —Le sonreiste, siempre estarías para él, G aunque fuera la persona más cercana a Giotto, tú eras la persona más cercana a él.

—Si no hiciera este tipo de cosas ?¿quién las haría? Además que yo soy la que te recuerda tus necesidades, como comer. Deberías apreciarme más. —G la abrazó divertido ante esos comentarios, no eran para nada tuyo, sabías que él te amaba más que nada y tú a él.

—Si si, te aprecio tanto que hasta quiero comerte. —Besó tu cuello y te erizaste por el contacto de sus labios contra este.

—Mo... Así no solucionas las cosas. —Él rió, estaba feliz de tenerte en sus noches de insomnio, porque tú eras lo único que lograba calmarlo.

 —Él rió, estaba feliz de tenerte en sus noches de insomnio, porque tú eras lo único que lograba calmarlo

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︽︽๑.• Hello Darlings, hoy regreso con algo más bonito, espero que el OS les haya gustado, algo de mi G porque ese hombre me prende a 10000% Es que es sumamente hermoso mi pelirrojo y debía escribir algo con él

︽︽๑.• Si les gustó el capitulo voten y comenten eso me hace feliz, ver cómo apoyan a esta historia.

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Di Mafia | KHR One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora