Conjunto de One-Shots del Anime y Manga Katekyo Hitman Reborn dedicado a mis personajes favoritos.
Aquí encontrarás Yaoi, OC, Yuri y contenido Hetero y Canon.
•| Katekyo Hitman Reborn! no me pertenece solo adopto a mi imaginación los personajes.
•|...
୭ˊ˗Sexsomnia: Es una enfermedad que permite al sonámbulo tener actos sexuales sin acordarse de nada luego de que despierte.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abriste la puerta de la habitación de Belphegor, eran las dos de la mañana y ese día al amanecer debían partir a una misión importante a la que salir. Sus ojos rojos se clavaron en los tuyos mirándote confundido.
—Hagámoslo. —Bel te miró aún más confundido de lo que ya estaba cuando dijiste esa frase, él no se lo esperaba.
—¿Qué quieres decir? —Tú no respondiste estabas tan sumida mirando sus hermosos ojos que como si fueran imanes te atraían más a él.
Bel y tú no se llevaban bien precisamente, si se veían casi siempre querían matarse. Eso y también la inevitablemente tensión sexual que existía entre ustedes, la cual Squalo no dejaba de afirmar cada vez que ambos estaban juntos. Por eso y más estar en aquella habitación confundía al rubio, quién no paraba de mirarte con aquella bata que dejaba al descubierto gran parte de tus muslos y hacía ver tu escote. No hablaste para lanzarte encima del rubio quien confundido declinó a tenerte encima haciendo que él fuera el de arriba, tomando tus brazos y apresándote fuertemente.
—Oye tonta ¿Qué crees que haces? —Por mucho deseos que tenía de hacerte suya él no quería aprovecharse de ti, así que primero se debía asegurar antes de nada.
—Sexo, quiero sexo —dijiste sumida en el trance de la sexsomnia.
—Si sigues diciendo esas palabras de esa forma no creo que pueda no contenerme. —Él te miró mojando sus labios fijando su viste en el escote.
Con tus piernas rozaste su entrepierna y sonreiste de manera coqueta, estabas pérdida y eso Belphegor no lo sabía porque creía que en realidad eras consiente de todo y las consecuencias si lo hacías. El rubio miró tus piernas quienes levantaban la parte de abajo haciendo que se vieran las bragas de color rojo que llevabas, se le estaba poniendo duro y tú solo lo insitabas a qué te devorara cual bestia, trató de controlarse ante tu toque sin embargo su amiguito no pensaba de igual manera ya que se estaba poniendo duro apretando contra el calzón que llevaba.
—¡Malditas seas pequeña lujurienta! —dijo en un leve grito perdiendo todo el autocontrol que llevaba, iba a hacer que te arrepintieras de haber prendido su fuego y a penas querer detenerlo.
Sus labios se estamparon contra tu cuello, dejando un camino de besos húmedos en este, tú solo gemiste al sentir los labios en tu cuello, tú solo rozabas contra el miembro de Belphegor. Como si desearás aquel trozo de carne dentro tuyo, perforando cada parte de tu ser. Sentías tu parte de abajo húmeda mojando tus bragas aún sin Belphegor llegarte a tocar, lo deseabas, aquellos dedos con los que te andaba tocando en tu cintura, deseabas cada uno de ellos dentro de ti.
