dangerous (Un Fanfic +18 De Ron Weasley)

"reunión Ravenclaw"

Mi padre cada vez iba más lejos, a veces me quedaba en mi casa días de semana, perdiendo clases y perdiendo contacto con mis amigos.

Era domingo, estaba en el tren de regreso a hogwarts, intentando descubrir porqué lo seguía intentando.
Seguía aferrándome a la idea de "todo va a estar bien" cuando la realidad era otra. Quizás estaba rodeada de personas, pero me sentía sola, extrañamente humillada y hundida en un pozo de desesperación.
Quizás fue por culpa del nuevo hechizo que mi padre usó en mi; "sectusempra".
El dolor no era la gran cosa, realmente dolía, pero no tanto como la maldición "cruciatus".
La sensación de puñaladas en mi pecho no era el problema, lo que realmente había arruinado gran parte de mi, eran mis cicatrices.
Habían arruinado drásticamente mi autoestima, destruyeron mi integridad como ser humano y hundieron mi dignidad con crueldad.
Mi madrastra se encargaba de sanar cada corte, evitando lagrimear al verme en el suelo.

Extrañaba a Ron, necesitaba hablarle de todo lo que me sucedía y realmente necesitaba que me consuele, pero por lo visto, el tenia cosas más importantes que ocupaban su tiempo.

Terminar con el fue algo duro para mí, extrañaba a Ron, demasiado.
Su perfume por las mañanas era una droga para mi, y estaba jodida, realmente lo estaba, porque no era normal reconocer su presencia cuando el ni siquiera estaba a la vista.
Me había enamorado de él aunque lo negaba, el había salvado mi vida aunque no lo sabía.

Rick y Nicolás estaban del otro lado de la estación, charlando en el suelo con sus cabezas apoyadas en la pared.

Me vieron bajar de lejos, pude ver como los ojos de Nicolás brillaron al verme, pero su ceño fruncido y su expresión de disgusto lograron inquietarme.
El se acerco a mi, lentamente pero seguro de cada paso, solo me miró.

_¿que te paso en el rostro?_fue lo único que dijo.

_¿que?

_¿hace cuanto no duermes?

Un gran suspiro salió desde mi interior, no iba a decirle lo miserable que era mi vida últimamente.
Nicolás tenía razón, aunque odiaba admitirlo, me veía como la verdadera mierda.
Estaba jodida, realmente jodida.

[...]

Blaise y Jal estuvieron varios días intentando animarme, Blaise tenía un dulce para mi todas las tardes.
El decía que era mejor tener el corazón vacío pero el estómago lleno, el debía pensar en un otra manera de ponerme feliz, aunque realmente lo intentaba, siempre era absurdo.

_Roger dijo que harían una reunión hoy _dijo Nicolás_ , yo digo que te haría bien salir un poco de tu habitación.

Jal y Blaise asintieron, los tres voltearon a verme, esperando una respuesta.
Negué con la cabeza un par de veces, los tres se quejaron por haberme visto rechazando su invitación.

_vamos cariño _dijo Blaise_ , si te aburres, juro volver contigo y darte más chocolates.

Negué nuevamente con la cabeza.

_tengo un obsequio para ti.

Dijo Jal de la nada, maldita... ella sabía que hacer para que yo acepte.

_¿un obsequio?

_si, pero no te lo daré si no vienes.

_hecho.

Ni siquiera lo dudé, solo quería saber que era lo que ella quería obsequiarme.

_interesada _se quejo Blaise, Nicolás rió sutilmente.

Jal tomo mi brazo y me guió hacia nuestra habitación, supuse que iba a darme ese regalo que ella decía.

_se que tus días no son los mejores..._dijo caminando hacia su baul_ crei que seria lindo darte un regalo... era mío, pero creo que lo necesitas más que yo cielo.