capítulo 22

494 34 2
                                    




Francis






Ah, que horror... Sin duda no sirvo para sobrellevar el estrés, esto es una auténtica mierda, una muy grande y asquerosa. Ah, me encuentro vomitando, al parecer mi cuerpo sólo soporta una noticia descomunal por año y me pasé de la raya.

Vomitar es de lo peor, sientes como si tú cuerpo fuera exprimido y luego lo que no llega a salir por la boca sale por la nariz... Es algo que no pienso explicar ahora, sólo diré que es horroroso.

— odiaría estar en tus zapatos — Kitty apareció en el baño con unos paños para mi frente, porque al parecer mi fiebre no bajó lo que debería.

— ca... Cállate y... Ayúdame... — alcancé los paños y me puse uno en mi estómago.

— ¿Cómo es que vomitas tanto si lo único que comiste fue una gelatina?

La miré sin gracia — . ¿Quieres... Averiguarlo?

Kitty dió un paso atrás y volví a meter la cabeza en el retrete pues venía la tercera ronda de vómito.

— Jae–Sang trató de acercarse a mí — canturreo, claro que estaba preocupada por ese tema pero no era el momento — . Al menos finge que te interesa — bufó.

— ¿No ves... Que me estoy... Muriendo?

— al menos estoy tratando de que olvides tú vómito.

Cuando sentí que ya no saldría nada más, le pedí a Kitty que me ayudara a pararme y llevarme a mi cuarto. Que horror ni siquiera podía caminar bien. Ya en mi habitación, Kitty me ayudó a acostarme en mi cama y puso un paño en mi frente.

— mamá traerá gelatina para que cenes — comentó.

— si vuelves a mencionar... La gelatina... Vomitare...

— sólo decía — se encogió de hombros — . Ah, cuando venía me encontré con Sullivan.

— ¿Y? — no tenía ganas de hablar de nada que tenga que ver con ellos.

— se veía muy preocupado, hasta me preguntó que qué medicinas debía llevar — rió — . Incluso me quiso obligar a acompañarlo a la farmacia para buscar un electrolito que te gustara.

A caray, eso no lo sabía — . ¿No fue Ramón quien... Le dió todas esas cosas?

Negó — . Estaba sólo cuando me lo encontré, y fue mi salvación, porque ¿Qué crees? Jae–Sang me encontró con él, pero no se acercó por la cara de estreñimiento que tenía Sullivan — sonrió victoriosa.

Nada de lo que dijo tenía sentido, Ramón lo había mandado, dudo que él quisiera hacer algo para que me sintiera mejor, hablando de Sullivan.
Me acomodé mejor en mi cama esperando conciliar el sueño, en estos momentos lo que más quería hacer era dormir. 

— por cierto, tu teléfono no dejó de sonar — me informó.

— ¿Y? — quise restarle importancia, no tenía ánimos de hablar con nadie.

— era Lirius, no dejó de llamarte — me miró acusadora — . ¿Será él el causante de tu estrés?

Ah, no podía decirle ni aunque quisiera — . Aún no tengo razones como para estresarme por él.

Kitty salió del cuarto dejando por fin que pueda descansar, miré al techo como si buscara la respuesta a algo... Todo lo que sabía me daba tantas vueltas en la cabeza que estaba segura que me producirían una jaqueca. Escuché unos pasos apresurados acercarse a mí cuarto, supuse que era mi mamá por lo que no le dí importancia... Cerré mis ojos, lista para otro raund de sueño...

Bella luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora