capítulo 23

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Francis


Pasaron siete días y por fin mejoré. Y no fue tanto por las medicinas, ahora quién debería llevarse todo el mérito era Lirius; no se despegaba de mi lado excepto cuando tenía que  ir al baño. Debido a que no quería irse mi mamá lo dejó quedarse a dormir en la sala, ella es de mente algo conservadora y no concive la idea de verme en la misma habitación que un chico durante una noche.

— ¿Segura que ya te sientes mejor?

Era la octava vez que preguntaba lo mismo desde que me levanté — . Por enésima vez, sí, Lirius, ya estoy mejor.

Hizo una mueca en señal de que no me creía nada.

— aunque me digas eso, no puedes irte a trabajar así — siguió — . Ramón dijo que no había problema si faltabas un mes.

— lo dijo para quedar bien contigo peludin — reí.

— hmp, aún así... — bufó mientras pasaba su mano por su cabello — . ¡Puedo decirle que faltarás! Después de todo soy su alfa.

— ¡Shhh! — puse mi mano en su boca lo más rápido que pude — . No puedes hablar de eso tan libremente en mi casa, ¿Qué harás si Kitty y mi mamá se enteran? — susurré.

Lirius apartó mi mano de su boca — . Como tú digas, mi luna, pero aún así, él tiene que obedecer mis órdenes.

— ya, porque así nunca terminaremos de zanjar el tema — me puse bien mi suéter y salí de mi cuarto para ir por mi electrolito.

Lirius iba detrás de mí cuál perro, sin ofender claro, pero me sobreprotegia demasiado, ni siquiera mi mamá es así.

Ya estando en la cocina, tomé mi electrolito y lo metí a mi mochila, antes de dirigirme a la puerta, Lirius me detuvo.

— ¿No quieres hablar más de... Ésto?

Diablos, me sentía muy mal por él, era obvio que no era su culpa y a éstas alturas de las cosas le agradezco por tratar de ser abierto y querer aclarar todas mis dudas, pero demonios no es como si aceptara esto de la noche a la mañana.
¿Por qué en Wattpad parece ser tan fácil?

— no es... Esto aún me resulta algo irreal.

— no quiero presionarte, pero hay cosas que debo decirte, no quiero que te pierdas de nada.

Miré al fregadero, mi cabeza no dejaba de dar vueltas, ideas venían y venían y eso me aturdia.

— si tú eres el alfa ¿Eso en qué me convierte?

— en mi luna, tienes la misma o más autoridad que yo en mi manada, para nosotros la luna es muestra de prosperidad así como el alfa es de la fuerza.

— ¿Puedes decirlo de una forma que te entienda?

Lirius rió — . Es como un rey y una reina.

— es una explicación muy vaga pero servirá — me burlé. Entonces recordé lo que me dijo Sullivan, si acepto a Lirius por completo, yo sería su jefa, no voy a mentir, me causa algo de gracia el imaginarmelo hablándome con respeto y esas mierdas.

Acomodé mejor mi mochila y me encaminé a la puerta. Bien, lo decidí.

— oye — me giré para verlo mejor — . Lo voy a considerar — no necesité explicar más, y él lo entendió pues sus ojos brillaron como una estrella o un conjunto de ellas. Ariel no dejaba de rondar mi cabeza, pero ya era hora de avanzar, quería dejar todo aquello en donde pertenece, en el pasado — . Aunque necesitaré algo de tiempo, tu sabes, para digerir todo...

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