capítulo 29

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— un gusto Sully — dijo Fiorella entre risas.

"Vaya, que bonita risa" pensó Sullivan. Aunque estaba tranquilo, no podía evitar sorprenderse por su cambio de actitud con esta chica que apenas acababa de conocer. Fiorella se acomodó bajo un árbol e hizo palmaditas en el suelo indicándole que se sentará alado de ella.

— ven, me acercaría pero me da vértigo los lugares altos — rió — . ¿Tu los tienes? Una vez me subí a un teleférico en Ecuador con mis papás y casi vomito y me desmayo, no, espera creo que fue al revés — pensó — . Sí, primero vomité y después me desmayé.

Sullivan comenzó a reírse a carcajadas por lo que está extrovertida chica le contaba — . ¿Enserio? Me hubiera dado vergüenza estar ahí contigo.

— mi papá no me dirigió la palabra en todo ese día cuando me levanté, según él le daba vergüenza que dijeran que él era el papá de la chica vómito.

— sí bueno, no lo culpo — bromeó.

— ¿Eres de aquí Sully?

— ¿No se nota?

Fiorella hizo un puchero — . ¡No respondas mi pregunta con otra! No me gusta... Cuando lo hacen luego no sé si me toman por una idiota o no.

— ¿Debe importar? Creo que eres como aparentas.

— malo — hizo un puchero.

Sullivan suspiró rendido ante esa molesta chica — . Nací y crecí aquí.

Fiorella sonrió satisfecha — . ¿Vez? No era tan difícil.

— pero le quitaba la gracia.

La chica pecosa volvió a reír, por lo general eso a Sullivan le molestaba, la principal razón por la que odia relacionarse con la gente es porque siempre tienen la tendencia a ser o demasiado ruidosos o demasiado amargados, él lo era pero no toleraba que alguien le ganara. Sin embargo con Fiorella era diferente, no la conocía y su risa se había vuelto en su sonido favorito, no sólo por el hecho de que ella sea su mate... Sino porque se había enamorado de ella, en unos instantes.

— que envidia — comentó — . Haz vivido aquí, es lindo cuando te sientes parte de un lugar — aquel tono con el que habló no pasó inadvertido para él y sin pedirlo, ella continúo —. ¿Sabes? Yo nunca he pertenecido a ningún lugar, siempre me he estado moviendo. ¡No lo malinterpretes! Es divertido y todo, conoces nuevos lugares y gente diferente pero... No puedo evitar sentirme celosa de la gente como tú.

Sullivan quedó sorprendido por aquella confesión; a diferencia de ella, Sullivan no le gustaba mucho la idea de permanecer en un mismo lugar para siempre, por razones obvias, él no podía dejar la manada, se sentía atrapado, por eso escucharla decir que lo envidiaba por no salir de ahí le parecía hasta absurdo.

— no le veo nada de bueno a esto.

— ¡Claro que sí! Debe sentirse increíble tener un lugar al cuál pertenezcas — sonrió la chica.

Sullivan la miró curioso — . ¿Tú lo tienes?

Entonces aquella sonrisa desapareció de tras de una cara de tristeza.

— no... Al menos no aún, ¡Oye! — entonces el ambiente cambió de golpe — . ¿Sabes cómo salir del bosque?

"Espera..." — . Acaso... ¿Te perdiste? — Fiorella comenzó a reír nerviosa en vez de contestar — . Así que es así.

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